China, décadas que abarca desde los años cuarenta hasta los sesenta. Vivir narra la trágica historia de la familia Xu Fugui, un propietario arruinado por el juego, que pasa a ser trabajador, a través de las grandes transformaciones que vivió el país, tras perder todas sus pertenencias apostando, empiece a ganarse la vida como el director de una pequeña compañía ambulante de teatro de sombras chinas. Cuando consigue reunirse con su mujer e hijo, ya nada será igual.
La película, basada en la novela homónima de Yu Hua, va narrando las vicisitudes de la familia de Fugui y cuya acción se desarrolla, especialmente, en tres acontecimientos históricos: la guerra civil que en 1949 llevó al poder a Mao Tse-tung; 1958, año en el que el gobierno comunista puso en marcha el denominado "Gran saldo hacia adelante" y 1966, cuando se instauró la Revolución Cultural.
La película, basada en la novela homónima de Yu Hua, va narrando las vicisitudes de la familia de Fugui y cuya acción se desarrolla, especialmente, en tres acontecimientos históricos: la guerra civil que en 1949 llevó al poder a Mao Tse-tung; 1958, año en el que el gobierno comunista puso en marcha el denominado "Gran saldo hacia adelante" y 1966, cuando se instauró la Revolución Cultural.
Después de la ruptura del Partido Comunista chino con el régimen de Chiang-Kai-Shek, una combinación de nacionalismo y comunismo rural, permite al maoísmo conquistar el poder en la inmensa china a finales de los cuarenta. El resultado es una suma del antiimperialismo, arraigado en las costas desde la guerra del opio del siglo XIX y la adaptación del marxismo a las condiciones propias del pueblo chino. Así, durante los primeros años del poder maoísta, se consiguió la emancipación de la mujer, el castigo de la corrupción, la alfabetización o los intentos de reforma agraria. Se estableció una administración vertical y el culto personal a Mao. Los resultados políticos se consideraron buenos y los económicos aceptables, en cuanto hicieron posible la desaparición, en los años 50 de las terribles hambrunas anteriores. El fracaso vino, entre otras cosas de la mano de la industrialización y del programa "salto hacia adelante", ya que la industrialización forzada se basaba en factores voluntaristas e ideológicos, sin tener en cuenta los incentivos materiales y las escasas disponibilidades técnicas que produjo, como consecuencia, millones de muertos de hambre.
Para contrarrestar semejante descontento, se movilizó a los jóvenes guardias rojos, en una revolución cultural con el fusil en una mano y el Libro rojo en la otra sacralizaron el pensamiento del líder.
Vivir es otra obra de arte del más prestigioso cineasta chino actual Zhang Yimou,, humanista y autor de "Sorgo rojo (1987)" o "La linterna roja (1991)". Se trata de un impresionante fresco histórico, es una crónica humanística, que analiza el pasado de la China contemporánea con el exquisito gusto estético que caracteriza al director en todas sus obras, reforzado aquí con la atmósfera subyugante a través de la música de Zhao Jpinfg, y con la fotografía de Lu Yue en tonos dorados, blancos y rojos, adecuada a cada momento histórico.
La película evoca con enorme precisión y sobriedad, en aparente sencillez y rodada en paisajes naturales y reconstruidos, toda una determinada época, la situación sociopolítica y su mentalidad a través de una familia común y, logra crear una atmósfera subyugante a través de la música de Zhao Jpinfg.
La película evoca con enorme precisión y sobriedad, en aparente sencillez y rodada en paisajes naturales y reconstruidos, toda una determinada época, la situación sociopolítica y su mentalidad a través de una familia común y, logra crear una atmósfera subyugante a través de la música de Zhao Jpinfg.
Yimou plasma en la cinta cierto carácter autobiográfico, un contra análisis de la historia oficial. De ahí que el gobierno de Pekín mostrara sus reticencias ante el film, que entroncaba con la historia oficial y propagandística del régimen. No es de extrañar, ya que su estilo, mezcla de melodrama, lirismo y de fina ironía crítica pone en tela de juicio las excelencias del sistema político del país.
Así, resulta clave el aforismo popular "una gallina puede ser cambiada por una oca, ésta por una oveja, la oveja por un buey y después…el comunismo", que sustituye el destino final por el progreso y las mejoras. También son muy significativas la caja de marionetas y las sesiones de sombras chinescas, así como su defensa de la tradición y de la misma institución familiar.
Innumerables familias chinas han sufrido y sobrevivido a un turbulento medio siglo, gracias a la resistencia de las mismas, a su enorme deseo de vivir y de una actitud fundamentalmente optimista que preside todos los aspectos de sus vidas. Yimou intenta mostrar la raíz de las vidas de la gente china desde el punto de vista de una familia corriente. Esta raíz es la clave para entender el tiempo en que viven.
Así, resulta clave el aforismo popular "una gallina puede ser cambiada por una oca, ésta por una oveja, la oveja por un buey y después…el comunismo", que sustituye el destino final por el progreso y las mejoras. También son muy significativas la caja de marionetas y las sesiones de sombras chinescas, así como su defensa de la tradición y de la misma institución familiar.
Innumerables familias chinas han sufrido y sobrevivido a un turbulento medio siglo, gracias a la resistencia de las mismas, a su enorme deseo de vivir y de una actitud fundamentalmente optimista que preside todos los aspectos de sus vidas. Yimou intenta mostrar la raíz de las vidas de la gente china desde el punto de vista de una familia corriente. Esta raíz es la clave para entender el tiempo en que viven.
0 opiniones :
Publicar un comentario