Cuando vi la película por primera vez a mis 31 años alquilándola en VHS porque de otra forma era casi una leyenda urbana, luego de experimentar una sensación combinada de fascinación y de náusea, intenté explicarme el significado frutal del asunto encontrándome decepcionado porque en el filme había leche batida con mucha violencia pero de naranjas…naranjas.
Años después supe que Anthony Burguess, el autor del libro en el que se basa la cinta, había vivido en Malasia y que había una palabra regional "Ourang" que significaba persona, el bueno de Anthony nos hizo un juego de palabras y lo que quería significar con A clockwork orange no era el cítrico mecánico sino el hombre ídem.
En 1971 Stanley Kubrick, la mierda talentosa según Kirk Douglas, nos trajo esta película que no deja a nadie indiferente. Desde gente que la ovacionó como lo más grande jamás filmado a otros que corrieron al baño a vomitar. Pero qué es lo que el libro y la película tienen para producir este tipo de reacción? Pues ahí les va, y por favor, si no has visto la película no sigas adelante porque hay spoilers por doquier.
En una sociedad futurista distópica (1995 vista desde los cincuenta) un grupo de pandilleros liderados por Alex (Malcom McDowell) disfrutan de bebida láctea mezclada con alucinógenos que exacerba su violencia pues al salir del bar Korova inician una noche llena de emociones fuertes que incluyen golpear a un viejo, pelearse con otra pandilla, robar un auto y provocar accidentes y terminar allanando la casa de un escritor para cerrar con broche de oro violando a su esposa a ritmo de "Singing in the rain".
Pero Alex no es un monstruo convencional, porque ¿cómo un ser tan horrendo podría gustar de la música clásica? Ama a Beethoven. Es como si le dieras la vuelta a una frase atribuida a un dictador que no lo tengo preciso: Cuando oyes esta música tan bella no quieres eliminar a tus enemigos. No, es como si Alex experimentara una nutrición vital a través de las melodías en especial la Novena Sinfonía que es su favorita.
Alex y sus colegas utilizan un argot, el nadsat, mezcla de lenguas eslavas y cogney (¿les conté que la acción se desarrolla en Inglaterra?) a quienes llama drugos, que en el filme se redujo su empleo considerablemente para la comprensión del público. Si la ven en idioma original sabrán a lo que me refiero y en español, infiero que en otras lenguas igual, tuvieron que ingeniarse neologismos para su traducción. Este recurso lingüístico aporta un punto más en la atmósfera incómoda del argumento.
Otra noche los malandrines, que visten de blanco, usan bombín y botas negras, llevan un protector testicular y utilizan como armas bastones a excepción de uno que lleva cadenas, ingresan a la casa de una artista a la cual violan y termina muerta aunque antes ha logrado herir a Alex quien es abandonado por sus socios siendo capturado por la policía y condenado a 14 años de prisión. Al cumplir 2 años de confinamiento y habiendo engañado al capellán que da soporte espiritual en la cárcel en su intención de rehabilitarse acepta ser sujeto de un método experimental de condicionamiento psicológico llamado ni más ni menos "Tratamiento Ludovico" en honor a Ludovico Van Beethoven.
La violencia por la violencia, es el pilar de la narración y lo que muchos critican porque señalan que si se trata de una denuncia contra la violencia por qué la usan tan descarnada que a poco la glorifica. Pues que cada uno tome como lo perciba. Porque precisamente de eso se trata, si la violencia es tan condenable igual de reprochable es el método que la autoridades usan para controlarla. El método Ludovico es eso, saturar de imágenes violentas asociadas a un proceso pavloviano para que elimines tu agresividad pero te condena a ser un individuo tan indefenso que das lástima, que no puedes ni siquiera defenderte o tener un pensamiento pecaminoso porque el resultado es penoso. Te amarran a una silla y colocan pinzas separadoras en tus párpados impidiendo que los cierres mientras te proyectan escenas de violencia extrema poniéndote de fondo la música que más amas. Y luego de haber sido un facineroso a carta cabal ahora eres un guiñapo humano a quien te responderán con igual brutalidad que ésta también te causa estragos física y mentalmente. Ni tus padres te quieren.
Kubrick realizó la obra suprema en este aspecto pero la incomprensión le abofeteó en la cara pues enseguida se convirtió en maldita. Fue prohibida en casi todo el planeta, y en los lugares donde fue exhibida despertó tantas reacciones que sería de acceso tan restringido llegando al clímax que la leyenda cuenta que la madre de Stanley le rogó que la sacara de circulación y solo pudo ser reestrenada en el Reino Unido hasta el año 2000.
Burgess y Mc Dowell, a pesar de admitir la grandeza del film, se quejaron de que Kubrick los había abusado, al actor exigiéndole jornadas extremas de trabajo, tratándole con insultos y obligándole a llevar esas pinzas que lastimaron sus ojos. Y al escritor porque a él lo puso para justificar la violencia de la película pues desafortunadamente hubo mentes irreflexivas que imitaron en la vida real el comportamiento de Alex & Drugos. Además en los títulos de créditos solo el nombre de Kubrick como escritor, director y productor destacaba en detrimento de los demás. Y la supresión del último capítulo de su novela en la cual Alex es reinsertado en la sociedad fue cambiado por un final abierto en el que adivinamos que el prota volverá a sus depravadas costumbres irritó tanto a Burgess que expresó que mientras la intención literaria era la reivindicación de la libertad, su adaptación al celuloide resaltaba la exaltación del impulso de pecar. En tanto Kubrick consideraba que el mensaje del libre albedrío se mantenía intacto y que al negársele convertía al ser humano en un individuo autómata.
Aaron Stern, antiguo director de la MPAA, la junta de calificación cinematográfica de EEUU, y psiquiatra, sugirió que Alex representaba el subconsciente, el hombre en su estado natural. Tras someterse al tratamiento Lodovico está "civilizado". El resultado es una neurosis impuesta por la sociedad.
Videen la película y saquen sus propias conclusiones.
Título original: A Clockwork Orange.
Director: Stanley Kubrick.
Intérpretes: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael
Bates, Adrienne Corri, Warren Clarke.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Carlos Fernando Carrión Quezada
2 opiniones :
Cuando ví la película por primera vez, hace casi 40 años, me hice seguidor incondicional de Kubrick. Me impactó tanto que volví a verla a los dos días. No creo que haya envejecido bien, pero realmente, el tema fundamental de la película es el libre albedrío, el tema filosófico crucial para entender al ser humano. Desde este punto de vista, escribí hace un tiempo una entrada en mi blog " memorias de soledad" sobre este polémico film.
Por si gustan, aquí tienen el enlace: http://memoriasdesoledad.blogspot.com.es/2012/05/la-naranja-mecanica.html
Impactante
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