Estamos en pleno desierto
californiano,y en un camino de tierra vemos que hay varias sillas
colocadas de manera aleatoria. A lo lejos vemos llegar un coche que una a una va
derribando todas las sillas con complicadas maniobras. Una vez conseguida la proeza, el vehículo se detiene, pero su conductor permanece dentro. Para nuestra sorpresa,
es la puerta del maletero la que se abre y de él sale un oficial de policía con
cierta dificultad. Sin saber muy bien a quién se dirige pronuncia el siguiente
discurso :
“En la película de Steven
Spielberg E.T., ¿por qué el extraterrestre es marrón? por ninguna razón. En LoveStory, ¿por qué los dos protagonistas se enamoran perdidamente? por ninguna
razón. En J.F.K. de Oliver Stone, ¿por qué el presidente es asesinado de repente
por un desconocido? por ninguna razón. En la excelente La Matanza de Texas
de Tobe Hooper, ¿por qué no vemos nunca a los personajes ir al baño? por
ninguna razón en absoluto. Peor,en El Pianista de Polanski, ¿cómo es que este tío
tiene que esconderse y vivir como un vagabundo si toca tan bien el piano? una
vez mas la respuesta es por ninguna razón. Podría seguir durante horas con más
ejemplos,la lista no tiene fin. Probablemente nunca lo habían pensado pero todas
las grandes películas contienen un importante elemento de sin razón.¿Y
saben por qué? por que la vida misma está llena de sin razones. Damas y caballeros,
la película que van a ver hoy es un homenaje a la sin razón, el más poderoso
elemento de estilo."
Acto seguido derrama en el suelo
un vaso de agua que ha llevado en la mano durante su discurso y se marcha. El
misterioso oficial de policía es el Teniente Chad (Stephen Spinella) como
sabremos más tarde e investiga unos asesinatos cuyos cadáveres aparecen sin
cabeza. El homenaje a la sin razón al que aludía Chad en su discurso
posiblemente sea el descubrir justo al principio del film que éstos asesinatos
han sido cometidos por un neumático que ha cobrado vida y que mediante poderes
telepáticos consigue hacer explotar la cabeza de sus víctimas.
Con esta delirante premisa el
realizador y músico francés Quentin Dupieux (más conocido como Mr. Oizo) nos
presenta Rubber, una divertida e inverosímil comedia con tintes gore sobre una
rueda asesina (de ahí el homenaje a la sin razón) pero con un desarrollo muy
interesante y elementos de cine dentro del cine. Por ejemplo el discurso
del Teniente Chad en el principio iba dirigido no solo a los espectadores
del film,en la propia película hay una serie de personajes que son los
espectadores del film. Se encuentran en el desierto,muy cerca de donde la rueda
asesina realiza sus tropelías, siguiendo toda la acción a través de los
prismáticos que previamente les ha entregado un enigmático acomodador (Jack
Plotnick). Estos personajes al igual que si estuvieran en el patio de butacas de
un cine van comentando la película e incluso sugiriendo ideas a los actores.
Las lógicas dudas que se nos presentan al ver un neumático que cobra vida y va
avanzando por la carretera, matando animales y personas, entrando en una
habitación de hotel y dándose una ducha o viendo la televisión, incluso
enamorándose de una joven muchacha (Roxane Mesquida), son las mismas que tienen
los espectadores del desierto y sus comentarios, críticas e ideas son las
mismas que se nos plantean a nosotros mientras estamos viendo la película en el
cine.
Director: Quentin Dupieux.
Intérpretes: Stephen
Spinella, Jack
Plotnick, Wings
Hauser, Roxane
Mesquida, Ethan
Cohn, Charley
Koontz, Daniel
Quinn, Devin
Brochu.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
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