Una película donde los árboles no dejan ver el bosque es sin lugar a dudas ésta de Bernardo Bertolucci. El poema decadente acerca de la soledad, la desesperación y la muerte fue obviado por el escándalo del uso extraculinario (ups!) de la mantequilla.
Paul un cuarentón recientemente viudo a causa del suicidio de su esposa encuentra a una veinteañera que está por casarse durante la visita a un departamento en arriendo, sin palabras y sin nombres tienen sexo por sexo y como tal sin comunicación ni responsabilidad. A este primer encuentro siguen otros donde ella disfruta sentirse objeto sexual lejos de su imagen de niña aburguesada y él, hombre mayor, trata de encontrar una especie de salida a su vacío existencial hasta que cree que la mejor cura para su angustia es conocer a la mujer con quien copula pero ella no desea nada parecido.
Escandaloso era pues el hecho de mostrar sexo despersonalizado y más si se llenaban los personajes la boca de obscenas blasfemias. Muy apreciada por una intelectualidad de aquella época que no podía dar crédito a que la gente que acudía en masa a ver la infame escena del improvisado lubricante en lugar de darse cuenta que el meollo del asunto era el miedo a la muerte, perdón, a morir solo. Porque cuando Paul quiere darle una oportunidad sentimental a la relación se produce la tragedia. Tango . ¿Por qué tango? Porque aquella expresión musical era considerada en Francia definición propia de la sensualidad y Último pues ¿para qué explicar?
Marlon Brando realizaba una
actuación poderosa como el agobiado viudo y basta recordar la escena en la que
murmura incomprensibles palabras frente al cadáver de su esposa para apreciar
su desesperanza. María Schneider nunca volvió a hacer nada que llamara la
atención en el plan profesional (acaso "El reportero (1975)" de Michelangelo Antonioni), fue motivo
de unos cuantos escándalos amarillistas y contaba a quien quisiera oír que la
escena de la sodomía fue de verdad y que sus lágrimas era reales,
posteriormente se difuminó hasta que nadie a su muerte sabía quién era solo si
se les recordaba la escena de la violación anal que a propósito tuvo una
respuesta humorística italiana en un film que se tituló: Los pobres preferimos
con margarina. Dicen que Bernardo tenía en mente al inicio que la peli trate
sobre una pareja homosexual entre un veinteañero y un cuarentón pero cambió de
opinión y optó por la heterosexualidad , así que escogió a la Schneider cuando
Dominique Sanda no pudo hacer el papel de Jeanne y hasta dicen que Trintingnat
iba para Paul pero que la opción de Marlon aseguraba una cobertura mundial más
amplia.
Ahora bien la citada escena morbosa contribuyó taquilleramente y al conocimiento mundial de esta obra , anécdotas extracinematográficas como la de españoles atravesando los Pirineos para espectarla, tuvieron sus equivalentes en el resto del mundo, así en Ecuador la única ciudad que la pasó fue Cuenca y de la misma forma de las demás ciudades e incluso del Perú se hacían el viajecito para poder presumir con toda jactancia haber visto la peli aunque no entendieran naranjas.
Título original: Ultimo tango a Parigi.
Director: Bernardo Bertolucci.
Intérpretes: Marlon
Brando, Maria
Schneider, Jean-Pierre
Léaud, Massimo
Girotti, Maria
Michi, Catherine
Allegret.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Carlos Fernando Carrión Quezada
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