Estrenada oficialmente en cines de forma minoritaria en
Septiembre de 2015, El caso Heineken,
es un ejemplar (y aunque esto no siempre va de la mano, también un predecible)
thriller criminal, centrado en una banda de desarraigados sociales quienes
buscan la manera más rápida de hacerse ricos secuestrando a un pez gordo
pensando que será rápido, será fácil y serán millonarios. La
banda son: Cor, Jan, Martin, Frans, Willem; Jim Sturgess, Ryan Kwanten, Thomas
Cocquerel, Mark van Euwen y Sam
Worthington. La
presa: Alfred Heineken,
sí, el magnate de la famosísima cerveza holandesa, al que da vida Anthony Hopkins.
Siguiendo hechos reales, que un periodista hilvano por medio
de entrevistas a los autores, plasmadas en dos libros, el director Daniel
Alfredson, aúna el género de las bandas de ladrones, con las cintas de golpes
que salen mal, sumándole un secuestro condenado a romperse por todos lados. El
grupo de jóvenes que lo perpetra, son unos chicos totalmente desengañados con
el sistema, que intentaron prosperar siendo legales, y que se encontraron con
que los medios facticos les daban la espalda. Hundidos, planean en plena
festividad de año nuevo el plan perfecto.
Estamos ante un film que bebe claramente como referencia
reciente de The Town (Ben Affleck, 2010),
situada cronológicamente en los años 80, con Holanda sumida en una tremenda
crisis. La ciudad mostrada eternamente triste, y casi siempre de noche toma
parte de la historia fuertemente, atención a como usan todo su potencial en una
persecución tras un robo es de la poca parte de acción que veremos, con los
jóvenes con mascaras de famosos personajes de la vida pública (todo un guiño
tanto a Le llaman Bodhi como a la ya citada The Town) huyendo por tierra y mar. Pero todo se minimiza cuando
hace acto de presencia en situación de acorralamiento Anthony Hopkins, relamiéndose totalmente viendo la fragilidad
mental y la descomunal apetencia monetaria de sus secuestradores, ojo a las
miradas incisivas y a los diálogos como cuchillos que su Alfred Heineken va
lanzando a sus "cuidadores". Mientras, al otro lado, se sitúa un convincente
Jim Sturgess, horrorosamente peinado, y un resultón Sam Worthington con varios
ataques de rabia mediante, de nuevo alejándose de la imagen de chico bueno en
cintas como "Avatar (2009)" y las dos de “Los
Titanes”.
No estamos ante una historia que descubra precisamente la
pólvora, avanza irremediablemente hacia el desastre en un planteamiento
correcto, pero que carecen de la fuerza que demanda unos hechos reales con
potencial para plantear más sensaciones en el espectador, tiene escenas
interesantes, esas conversaciones entre Heineken y su chofer, o el mismo
Heineken usando un libro para mantener la cordura y contar los días de
cautiverio. Al mismo tiempo, es de alabar que no resulten forzadas las rupturas
que se van produciendo en los secuestradores mientras pasan los días y ven que
la situación no se resuelve, y la policía va acechando más y más el cerco.
Curiosamente, a pesar de situarse en los años ochenta, estamos ante un
largometraje que opta por un ritmo muy años 70, el tipo de thriller cocido a
fuego lento de aquellos años, claro está, sin un autor del nivel de los grandes
de la década.
Aún así estamos ante una propuesta interesante, que consigue
proponer una nueva vuelta de tuerca a los personajes insidiosos de Hopkins, nos
devuelve la suciedad ambiental de unos años, los 80, denostados por el séptimo
arte, pero que no consigue que veamos al director que tan alto apuntaba con la
saga Millenium original;
Daniel Alfredson, seguramente el autentico reclamo para juntar las caras
conocidas del reparto, y para que el proyecto obtuviera luz verde. Finalmente
queda como una oportunidad pérdida para entrar el mercado Hollywood por parte
de Alfredson mediante la co-producción con Gran Bretaña, veremos si el futuro
no le depara unas vueltas a sus orígenes para de nuevo conseguir el repunte
artístico necesario para jugar en las grandes ligas, de momento, tocara
esperar. Sí El caso Heineken será recordada, no es por su director, o su
historia, o por su conseguida ambientación; lo será por de nuevo darle a Hopkins
un caramelo que el magnífico interprete británico sabe degustar como pocos; el
de tipo que se las sabe todas.
Título original: Kidnapping Mr. Heineken.
Director: Daniel Alfredson.
Intérpretes:
Jim Sturgess, Sam Worthington, Anthony Hopkins, Ryan Kwanten, Jemina West,
Thomas Cocquerel, Mark van Euewen, David Dencik.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Jonathan Glez
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