El Doctor Alexander Thorkel tras asesinar a su discípulo, pide ayuda a un pequeño grupo de científicos para aclarar algunas dudas en el experimento que está realizando en una zona remota de la jungla. Después, intenta zafarse de ellos y al no conseguirlo, los reduce de tamaño. Pero pronto descubrirá que no hay enemigo pequeño.
Ernest B. Schoedsack esta vez en solitario, toma las riendas de esta modesta pero estimulante película filmada en glorioso Tecnicolor para retomar algunos de sus temas favoritos: la indefensión frente a un ser de proporciones gigantescas y la caza humana. Quizás por razones presupuestarias casi toda la acción se circunscribe a la choza-laboratorio del Doctor y sus alrededores pero precisamente eso potencia la sensación de encierro de los diminutos cautivos . Eso y la imponente presencia de Albert Dekker rapado al cero, corpulento, sudoroso, sucio y extremadamente amenazador con sus gruesos anteojos que mas adelante se revelarán como su talón de Aquiles.
Como es habitual en el cine de Schoedsack, bromas las justas. El peligro tiene una base real y ahí está el asesinato a sangre fría de uno de los científicos realizado con unas pinzas y un pedazo de algodón para recordárnoslo y que sirve como detonante para que el resto de prisioneros decida, en vez de huir, ajustar cuentas con su captor. Para ello, harán una ventaja de su pequeño tamaño y trabajarán en grupo para intentar triunfar en este duelo a muerte.
Al igual que en "El increíble hombre menguante (1957)"de Jack Arnold muy pronto nos familiarizamos con el entorno de muebles gigantescos y potenciales amenazas (temible la gata Satana) que pueblan la choza-laboratorio. En muchas ocasiones sólo nos acompaña la extraordinaria partitura de Gerard Carbonara, Albert Hay Malotte y Ernst Toch para contemplar las evoluciones casi de dibujo animado que realizan los protagonistas trepando hacia las puertas a base de acumular libros o escondiéndose en diminutos y aparentemente inalcanzables rincones, mientras la Bestia, esto es el Doctor Cyclops los busca frenéticamente para aniquilarlos. Schoedsack nos lo cuenta todo en 75 minutos sin desperdiciar ni un diálogo ni un plano. Fiel a su estilo y anticipando los vientos de guerra que comenzaban a circular por Estados unidos con el look "japonizado" del Malvado y las constantes referencias al potencial de la radioactividad.
Mención aparte merecen los artesanales pero efectivos efectos especiales que consiguieron una nominación de la Academia en este apartado. El inteligente juego de planos, las superposiciones de imagen apoyadas por elementos en movimiento como esa mano que avanza por la mesa mientras vemos la cara gigantesca del Doctor sonriendo todavía nos sorprenden y atemorizan. Y lo que es mas importante, nos devuelven al cine mas puro de entretenimiento realizado con la seriedad y solvencia que el Maestro Schoedsack nos tenía acostumbrados.
Título original: Dr. Cyclops.
Director: Ernest B. Schoedsack.
Intérpretes: Albert
Dekker, Thomas
Coley, Janice
Logan, Charles
Halton, Victor
Kilian, Frank
Yaconelli, Paul
Fix, Frank
Reicher.
Trailer:
Reseña escrita por George Suckelectronic
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