Cada vez que Disney compra una
gran franquicia, valga de ejemplo su última adquisición Star Wars, todos los
fans nos echamos a temblar. Visto lo visto, no tienen ni un pelo de tontos y
muuucho dinero. Disney que estaba quedándose obsoleta y cayendo en picado
("El Emperador y sus locuras (2000)" o "Zafarrancho en el rancho (2004)")
decidieron fusionarse con Pixar que por aquel entonces les estaba comiendo el
terreno a ojos vista, Pixar siempre ha tenido bien claro por donde iba a ir el
futuro de la animación. Esto es algo que viene haciéndose desde el principio de
los tiempos, para que pelear con tu enemigo si puedes comprarlo y hacer que
peleé por ti, como los bizantinos convirtiendo a los vikingos en su guardia
varega, un concepto que Nokia no aprendió a tiempo. A raíz de esa fusión, uno
de los grandes hitos del cine de animación, la calidad de las películas de
Disney volvió a reflotar como la espuma. "Tiana y el sapo (2009)" fue la primera, más
tarde llegaran auténticas joyas como "Rompe Ralph (2012)" o esta que estamos tratando.
En el año 2009 viendo el filón inagotable de los enmascarados Disney decidió
comprar Marvel Comics, otra vez todos los fans nos echamos a temblar no cabía
en nuestra cuadriculada cabeza, mi primera impresión fue visionar a un Lobezno
animado cantándole a unos pajarillos. Mucho se especuló sobre cual sería el
primer superhéroe en aparecer en 3D. Aquí llegamos al primer gran acierto
(estaros atentos porque esta película está llena) ¿para que coger a los
Vengadores si ya de por si están arrasando con sus películas con actores
reales? Pues vamos y hacemos una adaptación libre del comic original de Steven
T. Seagle y Duncan Rouleau, Big Hero 6, un cómic aún más desconocido que "Los
guardianes de la galaxia" permaneciendo solo alguno de sus protagonistas. La
trama es sencilla y con algún que otro estereotipo pero sólo en apariencia,
este film animado tiene un ritmo impresionante y combina grandes dosis de
acción trepidante con divertidas secuencias de humor que hacen las delicias de
los niños (y los no tan niños).
En la metrópolis de San Fransokyo
(un cruce de San Francisco y Tokio, otro de los aciertos) vive Hiro Hamada, un
adolescente curioso/talentoso al que le encanta la robótica, el cual aprende a
sacar provecho de su capacidad gracias a su brillante hermano Tadashi y sus
también brillantes amigos: la buscadora de adrenalina GoGo Tamago (una joven
dura y de pocas palabras), el afro y meticuloso de la limpieza
Wasabi-No-Ginger, la amante de la química Honey Lemon y el fanático de los
cómics, la diversión e hijo de un superhéroe de verdad Fred. Tras un devastador
giro de los acontecimientos, se ven envueltos en una peligrosa conspiración que
tiene lugar en las calles de San Fransokyo, Hiro recurre a su amigo más íntimo:
un entrañable robot, una extraña mezcla del muñeco Michelin con la Eva de
Wall-E llamado Baymax, y transforma al grupo en una banda de héroes de última
tecnología decididos a resolver el misterio y a luchar contra el malvado Yokai,
un misterioso villano (otro de los grandes aciertos, de verdad que acojona) que
lleva la cara tapada con una mascara Kabuki y con el poder de controlar una
miríada de nanobots, construyendo y destruyendo a su antojo.
Big Hero 6 tiene dos grandes
aciertos por encima de los demás que me gustaría resaltar:
1) Me alegra mucho ver un film
donde los personajes no quieren ser superhéroes pero acaban siéndolo para salir
adelante. Los únicos superpoderes que tienen de verdad son su inteligencia y su
genialidad. Gracias a estas dos cualidades saldrán airosos en su enfrentamiento
con el malvado Yokai. Personalmente me encanta ver un film donde se ensalzan
estos valores, que van camino de la extinción, que chocan con el de la mayoría
de los filmes o los medios de comunicación que cada día hacen más para promover
al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto...
manteniendo en el mismo estado a la gran mayoría. Véase cuales son los
programas más vistos, los libros más leídos o las canciones más escuchadas.
2) El contraste de las
personalidades entre el hiperactivo Hiro Hamada y el bonachón de Baymax que
desencadena unas cuantas escenas al más puro estilo cómico de los films mudos,
una auténtica delicia.Atención a la escena que Baymax se transforma en una
especie de Iron Man o en la se queda sin batería impagables y por supuesto
atentos también a la aparición de Stan Lee, esta vez animado en 3D.
Directores: Chris
Williams y Don
Hall.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Pepe Mata
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