Si hay un filme que viene a la mente apenas se menciona la palabra épico es éste. Es intensa, emocionante, grandiosa, bíblica, epopéyica y sobre todo es cine, cine entendido como espectáculo y precisamente por ello es espectacular. De visionado obligatorio en Semana Santa, de hecho la vi durante una Pascua de hace muchos años donde quedé paralelepipeado. Dije Dios Mío ¿qué es esto? Y el creador me respondió: Esto es cine, cállate y disfruta la película.
Basada en la novela de Edgar Wallace (550 hojas que necesitaron un ejército de guionistas para reducirlas, entre ellos Gore Vidal, responsable del asunto gay que mencionaremos más tarde) y remake de un épico silente de 1925 realizado por Fred Niblo, superproducción de 15 millones de dólares para la época, casi 9 meses de rodaje, 6 de postproducción, 10000 extras, 2500 caballos, 200 camellos, Leslie Nielsen en audición y luego rechazado, fotografiado en panorámico MGM 65 Eastmancolor que daba un aspecto de pantalla 2,76: 1 y todos los etcéteras que ya conocíamos incluyendo 11 Óscar imbatibles hasta el Titanic. Ben Hur está por derecho propio en su lugar en la historia.
Judá Ben-Hur es un noble comerciante que durante la época convulsa que atraviesa Judea bajo la presión del imperio Romano (30dc) ve en el regreso de su amigo de la niñez, ahora como tribuno romano, Messala, una oportunidad para cambiar las cosas y llegar a un período de paz, sin embargo el otro intenta manipularlo para que delate a quienes estarían en contra del yugo imperial lo cual es rechazado por el primero y provoca la rabia del segundo. Durante el desfile de bienvenida a Valerio Grato, nuevo gobernador, accidentalmente, la hermana de Judá hace caer una teja en la cabeza del gobernador justo cuando pasan por su casa y es herido, enseguida los soldados allanan la vivienda acusados de conspiración inculpándose el hermano mayor y aunque Messala se da cuenta de lo fortuito del asunto condena a su ex mejor amigo a las galeras. Durante el camino encadenado cae sediento y un personaje misterioso se acerca a darle de beber.
Judá en cautiverio ha desarrollado un físico impresionante solo comparable al odio que siente hacia los romanos y su deseo de venganza. Quinto Arrio cónsul de Roma, va en la galera, y cuando ésta es atacada por piratas, nuestro héroe le salva la vida, en agradecimiento lo adopta como hijo y vuelve al lujo y la riqueza las cuales aprovechará para cual Edmundo Dantes realizar su vendetta. Ambientado a su condición de "romano" se ha convertido en un reconocido corredor de cuadrigas, estando negociando la compra de unos caballos árabes se entera que Messala es el campeón de esa región del oriente y con el adoctrinamiento de un jeque amigo suyo entrenará para retar al traidor y humillarlo.
De vuelta a Judea Messala reconoce a su némesis e intuye que la carrera es a muerte, en una escena que ha ingresado a la antología Ben Hur vence al romano quien completamente malogrado en un acto de maldad suprema le confirma que su madre y hermana están vivas y que sufren lepra, tendrás suerte si las reconoces. También se entera que aquel hombre misterioso que lo ayudó alguna vez no es otro de Jesús de Nazareth, el rey y mesías que esperaba el pueblo judío que igual que él ha sido traicionado, encarcelado y condenado e intenta rescatarlo, pero ya es tarde, ha sido crucificado y con el agua lluvia de la tormenta son sanadas milagrosamente su familia.
Charlton Heston, Chuck para los amigos, mimetizó al personaje. Dicen que lo obtuvo cuando Rock Hudson declinó la oferta. (La MGM desde 1952 venía cocinando el proyecto y desde Stewart Granger, Robert Taylor , Marlon Brando, Burt Lancaster y Paul Newman iban de candidatos) Kirk Douglas también mostró interés pero le ofrecieron Messala y optó por Espartaco (1960). La verdad es que nació para ser Ben Hur, quién como él para mostrar físicamente toda la evolución de este personaje y no solo por ese perfil clásico y porque nadie sudaba en pantalla como Heston. Hay la anécdota que Wyler llamó a escondidas a Stephen Boyd y le dijo que debía interpretar al romano de una manera que insinuara una atracción homosexual hacia su oponente (Gore Vidal había indicado que para justificar todo el odio de este carácter debía ser porque era un amante rechazado). Chuck desconocía el asunto pero cuando se enteró se puso muy furioso. Además Wyler no se convencía que Chuck iba para el papel, le hizo repetir hasta 16 veces una escena en la que él decía: Soy Judío.
El reconocimiento a Hugh Griffith me parece un poco desmedido porque si alguien hubiera merecido el Óscar que se llevó hubiera sido Boyd. Imaginen que además de hacer de gay reprimido tuvo que usar lentes de contacto oscuros pues debía mirar con malevolencia.
La música de Miklós Rósza se ha convertido en inolvidable, quién no reconoce la partitura épica de aquella. Esa mixtura de sonidos traídos de hace centurias combinados con aires modernos (para finales de los cincuenta, claro está) tiene un efecto poderoso todavía en nuestros días. Músicos como John Williams admiten su influencia.
La famosa carrera no fue realizada por Wyler sino por Andrew Marton, director de segunda unidad, y por esas cosas curiosas, en quizá la de mayor referencia en toda la película. No nos olvidemos que siendo espectáculo aquella escena era inevitable. Y por si casi alguien no lo sabe Sergio Leone andaba por ahí, de asistente del asistente. Y ya que vamos de asistentes, Wyler trabajó como asistente de dirección en la producción de 1925.
William Wyler cuando fue contratado recibió un sueldo muy por encima de cualquier realizador ($350 000) más el 8% de la recaudación en taquilla. Filmada en Cinecittá, reconstruyendo el circo de Jerusalem porque no habían efectos digitales, usando un estanque y miniaturas para la batalla naval, una escena de crucifixión que no empataba por ningún lado pues Wyler temía herir susceptibilidades aunque después admitiría que siendo judío había hecho una gran película cristiana. Pero aunque la historia es una y la chismología nos entretiene. Ben Hur ha pasado a formar parte de aquellas cintas que la National Film Preservation Board ha seleccionado para su conservación en el National Film Registry por ser una película "cultural, histórica o estéticamente significativa". Si no la tienes, no amas el cine.
Director: William
Wyler.
Intérpretes: Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen
Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Carlos Fernando Carrión Quezada
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