El largometraje que hoy nos ocupa; HomeFront, nos remite nada disimuladamente a las historias del western americano clásico y al llamado sub-genero revanchista. Digamos pues, que estamos ante especie de western moderno, en donde el héroe cansado de luchar decide volver a casa a vivir el resto de sus días en paz…hasta que descubre que su hogar no es el lugar tranquilo que el recordaba… En este pueblo hay malas personas, y esta pidiendo a gritos alguien que imponga la ley, necesitan a El Protector.
El argumento de Homefront (El protector) podría ser algo así; Phil Broker (Statham) es un antiguo agente encubierto de Narcóticos, qué decide dejar atrás su vida en la gran ciudad tras el fracaso de una operación encubierta, y volver a sus raíces en los pantanos de Louisiana. Hasta que los azares diarios le ponen delante a Gator Bodine (James Franco), quien resulta ser un narcotraficante para el que la ley no significa nada.
Gary Fleder ("Ni una palabra (2001)", "El Jurado (2003)") a priori un artesano de fiar, un tipo que sabe manejarse con guiones intrincados, mantener el suspense, lograr buenas interpretaciones y entregar un producto entretenido y disfrutable, por ello, su elección para ponerse tras la lente en El Protector era un acierto. Estamos ante la adaptación de una novela obra de Chuck Logan, que Sylvester Stallone –también productor- compró en los años 90 para protagonizarla, en un papel que seguía la linea continuista de los protagonistas que emergen de su filmografía más destacada y que representan la esencia del prototipo de héroe made in Stallone; el héroe a su pesar o héroe del pueblo, al que jaleamos en la adversidad, y quien lucha por defender los valores de la familia, la ley y a su país contra el enemigo.
Papel que Sly como John Wayne en su momento, defiende como nadie en pantalla grande. Dicha premisa ya ha dado mucho juego en recordadísimos films como Rolling Thunder (en España titulada con total falta de vergüenza "El Ex-Preso de Corea (1977)") o "Pisando Fuerte (1973)" (Walking Tall) o más recientemente ya en territorio plenamente urbano en "Diablo (2003)", "Un ciudadano ejemplar (2009)", "Gran Torino (2008)" o "Harry Brown (2009)" y ahora le toca a Jason Statham ponerse en la piel del héroe reacio, algo, que de entrada choca contra la omnipotencia del pateador británico, que se muestra en pantalla como una maquina imparable de ajusticiar malosos más cercano al estilo Steven Seagal que al propio Stallone. Aunque ya recientemente Statham ha venido reciclándose en un tipo menos imperturbable emocionalmente, y se ha involucrado en proyectos que intenten llevarle más allá como "Parker (2013)", "Redención" o "Jugada salvaje (2015)". Ninguna de ellas un éxito de taquilla precisamente. Homefront no logró el triunfo de taquilla, muchos ya esperaban el film con ganas por venir firmado en su guión por Stallone, y finalmente los peores presagios de taquillaje se cumplieron. No en vano en el mercado doméstico, tanto en alquileres online como físicos, la cinta ha tenido un marcado repunte de popularidad que seguramente vino por el villano que Statham decidió interpretar en "A Todo Gas 7 (2015)".
Entrando en materia estamos con Homefront ante una versión suavizada de Pisando fuerte (la original protagonizada por Joe Don Baker, todo un clásico de la serie b de los 70, y uno de los films más violentos del cine en color). Statham encarna a un ex-agente especial que tras una misión en donde debía de actuar como poli encubierto decide dejar la agencia y mudarse a la vieja casa donde creció cerca de los pantanos, hasta allí acabaran siguiéndole los problemas con fantasmas del pasado como el despiadado motorista al que da vida Frank Grillo, o el narcotraficante sin escrúpulos al que encarna un convincente James Franco. También cabe destacar el rescate de Clancy Brown (mitiquisimo como El Kurgan en "Los Inmortales (1986)") en un papel de sheriff que se mueve por la trama como un sujeto pasivo de la acción que se niega a tomar parte del asunto; todo un cliché clásico del sub-genero. El guión de Stallone, modificado para ajustar a las hechuras del pétreo rostro y las contundentes maneras de Statham, se mueve entre lo clásico del western de héroe renegado y las one-liners finales del cine de Sly. Al final, queda un vehículo de entretenimiento, que seguramente necesitaba de un director que hubiese vivido más de cerca el genero en donde se engloba la cinta que el a priori interesante Fleder, luego descubierto como el más rutinario de los implicados en el elenco.
Papel que Sly como John Wayne en su momento, defiende como nadie en pantalla grande. Dicha premisa ya ha dado mucho juego en recordadísimos films como Rolling Thunder (en España titulada con total falta de vergüenza "El Ex-Preso de Corea (1977)") o "Pisando Fuerte (1973)" (Walking Tall) o más recientemente ya en territorio plenamente urbano en "Diablo (2003)", "Un ciudadano ejemplar (2009)", "Gran Torino (2008)" o "Harry Brown (2009)" y ahora le toca a Jason Statham ponerse en la piel del héroe reacio, algo, que de entrada choca contra la omnipotencia del pateador británico, que se muestra en pantalla como una maquina imparable de ajusticiar malosos más cercano al estilo Steven Seagal que al propio Stallone. Aunque ya recientemente Statham ha venido reciclándose en un tipo menos imperturbable emocionalmente, y se ha involucrado en proyectos que intenten llevarle más allá como "Parker (2013)", "Redención" o "Jugada salvaje (2015)". Ninguna de ellas un éxito de taquilla precisamente. Homefront no logró el triunfo de taquilla, muchos ya esperaban el film con ganas por venir firmado en su guión por Stallone, y finalmente los peores presagios de taquillaje se cumplieron. No en vano en el mercado doméstico, tanto en alquileres online como físicos, la cinta ha tenido un marcado repunte de popularidad que seguramente vino por el villano que Statham decidió interpretar en "A Todo Gas 7 (2015)".
Entrando en materia estamos con Homefront ante una versión suavizada de Pisando fuerte (la original protagonizada por Joe Don Baker, todo un clásico de la serie b de los 70, y uno de los films más violentos del cine en color). Statham encarna a un ex-agente especial que tras una misión en donde debía de actuar como poli encubierto decide dejar la agencia y mudarse a la vieja casa donde creció cerca de los pantanos, hasta allí acabaran siguiéndole los problemas con fantasmas del pasado como el despiadado motorista al que da vida Frank Grillo, o el narcotraficante sin escrúpulos al que encarna un convincente James Franco. También cabe destacar el rescate de Clancy Brown (mitiquisimo como El Kurgan en "Los Inmortales (1986)") en un papel de sheriff que se mueve por la trama como un sujeto pasivo de la acción que se niega a tomar parte del asunto; todo un cliché clásico del sub-genero. El guión de Stallone, modificado para ajustar a las hechuras del pétreo rostro y las contundentes maneras de Statham, se mueve entre lo clásico del western de héroe renegado y las one-liners finales del cine de Sly. Al final, queda un vehículo de entretenimiento, que seguramente necesitaba de un director que hubiese vivido más de cerca el genero en donde se engloba la cinta que el a priori interesante Fleder, luego descubierto como el más rutinario de los implicados en el elenco.
Director: Gary Fleder.
Intérpretes: Jason Statham, James Franco, Isabela Vidovic, Kate Bosworth, Winona Ryder, Frank Grillo, Chuck Zito, Clancy Brown.
Reseña escrita por Jonathan Glez
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