Mark Dixon (Dana Andrews) es un
conflictivo policía marcado por el fuerte carácter de su padre, un fuera de la
ley y, acostumbrado a ejercer hábitos policiales no muy ortodoxos a la hora de
arrancar confesiones a sus sospechosos. En el transcurso de una investigación,
accidentalmente, hiere de muerte a un sospechoso y oculta el crimen, decidiendo
cargar la culpa a Scalise, un mafioso. Un taxista es acusado como presunto
autor del asesinato. Y mientras tanto, Marx se enamora de su bella hija (Gene
Tierney). Con guión de Ben Hetch ("Extraños en un tren (1951)", "La soga (1948)"), Robert
E. Kent ("Almas desnudas (1949)", "La Torre de Londres (1939)"), Frank P. Rosenberg ("El rostroimpenetrable (1961)", "Brigada Homicida (1968)") y Víctor Trivas ("El extraño (1946)") la película
está basada en una novela de William L. Stuart y en mi opinión, una de las
cintas menos conocidas y más olvidadas de Preminger y calificada como obra
menor, aunque yo creo que no lo es en absoluto. Quizá la razón sea que Dana
Andrews, Tierney y Preminger ya habían rodado la magnífica "Laura (1944)" y,
aquí, las comparaciones eran inevitables. Añadir también, que el propio
protagonista (Andrews) la obviaba siempre de su biografía, aduciendo que no
recordaba nada. No sabemos si lo hizo para olvidar al temible y despiadado
director austriaco, al que apodaban entre la profesión "Otto el terrible" por
su endiablado carácter despótico, el cual lo dirigió en varias ocasiones, o
porque el estado de alcoholismo en el que se encontraba, se lo impedía. En
cualquier caso, la película consigue una muy conseguida atmósfera noir, gracias
al buen hacer de Joseph La Shelle ("Laura (1944)". "El apartamento (1960)") en la fotografía
de magnífico blanco y negro, tanto por las sórdidas callejuelas nocturnas de la
ciudad de Nueva York, como por los interiores perfectamente encuadrados.
Preminger, a pesar de mantener a alto nivel la intriga y el suspense, nos
regala planos largos de movimiento pausado de magnífico encuadre, así como unos
primerísimos planos de sus protagonistas. El casi siempre inexpresivo
Andrews, aquí le sirvió mejor que nunca para un rol de agente de la ley
violento, pero marcado por la amargura y el sentimiento de culpa. Gene Tierney,
bellísima, aunque aquí no tiene demasiado margen de lucimiento. Para ambos fue
su quinta película juntos y secundados por el gran Karl Malden, como teniente
de policía, sólido y solvente como siempre. Al borde del peligro es una
magnífica película del género, una historia impecablemente narrada en noventa y
un minutos de un crimen, del sentimiento de culpa.:-“Inspector, no tuve el valor
para decirle esto mientras estaba con vida porque no quería acabar como el hijo
de Sandy Dixon. Así me llaman todos los delincuentes de Nueva York: el hijo de
Sandy Dixon y, también mis compañeros a mis espaldas. Quería acabar como un
policía y eso es lo que voy a hacer. Yo maté a Keneth Paint; fue un accidente,
yo había ido a detenerle, me pegó y le respondí. ¿Cómo iba a saber que tenía
una placa de metal en el cráneo? Reaccioné como si fuese un bandido, por la
sangre que llevo en las venas.” Una historia, una dicotomía de lucha
interior entre mostrar la verdad y expiar todos los pecados cometidos por él
mismo y por los del padre o, decidir ocultándola por amor y, sobre todo, de
redención, no sin proponer al espectador, por ello, una cuestión moral. ¿El fin
justifica los medios?
Título original: Where the Sidewalk Ends.
Director: Otto Preminger.
Intérpretes: Dana
Andrews, Gene
Tierney, Gary
Merrill, Bert
Freed, Tom
Tully, Karl
Malden, Ruth
Donnelly.
Trailer:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
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1 opiniones :
Aunque bastante olvidada, como dices, para mí es la mejor película de Preminger junto con "Anatomía de un asesinato", con una puesta en escena extraordinaria.
Saludos.
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