Es la versión extendida con
modificaciones de "Decálogo 6" perteneciente a la serie de "Los diez decálogos", basados en los diez mandamientos de la Ley Mosaica. De los
diez metrajes, sólo dos fueron elaborados como películas completas , este film
en cuestión y "No matarás". Todos ellos están ambientados en un gran bloque de
edificios, característicos de la
Europa del Este en aquella época. Sus protagonistas viven en
diferentes apartamentos de estos bloques, una referencia visual y una atmósfera
que se repetirá durante todos los capítulos. En "No amarás", existe una
clara influencia visual de "La ventana indiscreta (1954)" de Hitchcock, aunque en esta
cinta no hay suspense, ni crimen por resolver, ni una mirada sobre el propio
cine, sólo una historia de amor. Mediante la simbología visual, el
juego de imágenes y especialmente con grandes silencios verbales, nos sumerge
en una historia íntima del despertar de las emociones. Un joven adolescente
(Tomek) huérfano, con un único amigo ausente, en cuya casa se aloja, sólo tiene
una forma de relacionarse con el mundo exterior: Su ventana. Su principal
fuente de satisfacción es la observación de su vecina (Magda), una mujer
atractiva de mediana edad con una vida sexual intensa. Partiendo de una premisa
algo perturbadora, Kieslowsky huye del morbo y del mal gusto. No nos presenta
la perversión de Tomek como tal, sino como un acto de amor y devoción hacia
alguien a quien no puede conseguir.
Mirar a Magda, más que en obsesión se va transformando en una forma extraña de cariño. Empieza a preocuparse por ella, a querer cuidarla. Un joven solo, que nunca ha conocido el amor, está empezando a enamorarse. Es el despertar de un sentimiento extraño y desconocido, capaz de producir dolor físico. Tomek inventará mil motivos para aproximarse a ella torpemente, con estúpidas trampas, aunque acabará por ser descubierto. Demostrará su calidad emocional y honestidad declarando su amor de una forma franca y sencilla. Algo que a una mujer con un pasado emocional tan complejo como oscuro, desencantada e incrédula, le resulta difícil creer. Magda, al conocer los sentimientos que despierta en Tomek lejos de ser amable despliega toda su crueldad, todo su resentimiento. El amor de un adolescente le recuerda lo vacía que es su vida. Con un exceso de cinismo juega con él hasta humillarlo. Tomek, herido y roto de dolor huye e intenta suicidarse. Es entonces cuando ella pasa a reconocer, o mejor, a descubrir qué es el amor. Ahora será ella quien experimente el despertar del sentimiento del amor, y la gratificación de la observación del ser amado.
Kieslowsky nos demuestra su gran elegancia y delicadeza, transformando algo prohibido, rechazado en los códigos religiosos y morales, en toda una sublimación de emociones. Lo hace mostrando detalles sencillos, insinuando, con unos encuadres bellísimos, perfectos, donde apenas mueve la cámara y donde el uso del zoom es imprescindible para alcanzar los primeros planos. La fotografía usa una paleta suave de tonos crema y pastel, con ayuda de los que construye composiciones de gran belleza. En ocasiones la imagen, en claroscuro, adquiere fugaces formas minimalistas. El guión aporta diálogos breves y hace posible que la obra tenga un ritmo regular, pausado sin ser lento, firme, acompasado por la música. La película construye una atmósfera intimista, gratificante y absorbente, no exenta de lirismo. La imagen predomina claramente sobre la palabra, concisa y breve, demostrando que en cine casi todo puede decirse a través de la vista. Hace que el espectador participe de la observación y la eleva a tan alto nivel como los sentimientos que desarrolla en sus personajes.
Mirar a Magda, más que en obsesión se va transformando en una forma extraña de cariño. Empieza a preocuparse por ella, a querer cuidarla. Un joven solo, que nunca ha conocido el amor, está empezando a enamorarse. Es el despertar de un sentimiento extraño y desconocido, capaz de producir dolor físico. Tomek inventará mil motivos para aproximarse a ella torpemente, con estúpidas trampas, aunque acabará por ser descubierto. Demostrará su calidad emocional y honestidad declarando su amor de una forma franca y sencilla. Algo que a una mujer con un pasado emocional tan complejo como oscuro, desencantada e incrédula, le resulta difícil creer. Magda, al conocer los sentimientos que despierta en Tomek lejos de ser amable despliega toda su crueldad, todo su resentimiento. El amor de un adolescente le recuerda lo vacía que es su vida. Con un exceso de cinismo juega con él hasta humillarlo. Tomek, herido y roto de dolor huye e intenta suicidarse. Es entonces cuando ella pasa a reconocer, o mejor, a descubrir qué es el amor. Ahora será ella quien experimente el despertar del sentimiento del amor, y la gratificación de la observación del ser amado.
Kieslowsky nos demuestra su gran elegancia y delicadeza, transformando algo prohibido, rechazado en los códigos religiosos y morales, en toda una sublimación de emociones. Lo hace mostrando detalles sencillos, insinuando, con unos encuadres bellísimos, perfectos, donde apenas mueve la cámara y donde el uso del zoom es imprescindible para alcanzar los primeros planos. La fotografía usa una paleta suave de tonos crema y pastel, con ayuda de los que construye composiciones de gran belleza. En ocasiones la imagen, en claroscuro, adquiere fugaces formas minimalistas. El guión aporta diálogos breves y hace posible que la obra tenga un ritmo regular, pausado sin ser lento, firme, acompasado por la música. La película construye una atmósfera intimista, gratificante y absorbente, no exenta de lirismo. La imagen predomina claramente sobre la palabra, concisa y breve, demostrando que en cine casi todo puede decirse a través de la vista. Hace que el espectador participe de la observación y la eleva a tan alto nivel como los sentimientos que desarrolla en sus personajes.
Título original: Krótki film o milosci.
Director: Krzysztof Kieslowski.
Intérprestes: Grazyna
Szapolowska, Olaf
Lubaszenko, Stefania
Iwinska, Piotr
Machalica.
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
3 opiniones :
una reseña estupenda Marylin enhorabuena, Me encanta No amaras es una pelicula mafnifica
perdon Barbara me he equivocado, q la has escrito tu. Vaya despiste, me ha encantado tu reseña, muy concisa y muy bien escrita
Cuando algo entra por los ojos y se siente en la piel...esa es la sensación más predominante durante toda la película. Magnífica!!!, cuando habia talento y no hacía falta tanto dinero!
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