Tras la vuelta de las vacaciones,
nada ha cambiado para nuestros pequeños protagonistas. En su vida dentro del
internado no hay lugar para bromas ni para juegos. Son permanentemente
castigados: Cero en conducta, lo que implica perderse la única salida del domingo.
Ante este desolador y aburrido panorama, nuestros cuatro protagonistas,
hastiados por diferentes motivos, deciden elaborar su propia revolución. La
película remeda las experiencias escolares de
Jean Vigo para retratar un sistema educativo burocrático y represivo en el
que tienen lugar actos de rebelión surrealistas, producto de una lectura
libertaria de la infancia. El título hace referencia a la calificación obtenida
por un mal comportamiento que impediría salir en domingo. También muestra la influencia
de la obra de teatro Ubu Roi, de Alfred Jarry. "Cero en conducta" es una
crítica frontal a un sistema educativo basado en el castigo, la disciplina
rígida y la permanente frustración sin expectativas de mejora. Jean Vigo
mediante este mediometraje dibuja el absurdo de las clases aburridas, de los
regímenes estrictos, de profesores que abusan de su autoridad de forma cruel y
arbitraria. En ese ambiente se genera la rebeldía como la única forma de
escapatoria posible, como último recurso para ser escuchados. De tal manera que
los alumnos planean combatir el
autoritarismo mediante la ironía y la burla, sin armas, simplemente con su
imaginación. Como si de un juego más se tratara planean su revolución,
reivindican su deseo de seguir siendo niños. Jean Vigo se considera el
precursor del Realismo poético francés, movimiento de Cine europeo
caracterizado fundamentalmente por plasmar con naturalidad la realidad, buscando la belleza en los
elementos más cotidianos.
Sin embargo, la especial sensibilidad y sentido
estético de Jean Vigo le hizo marcar su propio estilo al dotar a sus imágenes
de esa de fantasía y onirismo que tan ingeniosamente supo mezclar con las realidades
más cotidianas. El pequeño Jean Vigo, tras la muerte de su padre, el anarquista
español Eugenio Bonaventura asesinado en la cárcel, estuvo internado durante
cuatro años en un colegio de Nîmes. La severidad tradicional del sistema
escolar francés marcó la infancia del artista. Podría considerarse que con este
mediometraje Vigo analiza sus vivencias y elabora una dura crítica con gran
sensibilidad artística y con la conciencia política de un anarquismo heredado. Este
es su único mediometraje. Para dotar de gran belleza sus encuadres contó con la
fabulosa fotografía de Boris Kaufman (B&W). Además, algunas de las escenas ralentizadas con la
cámara enfatizan, subliman el momento hasta convertirlo en verdadero arte, como
la escena de la gran batalla de almohadas donde la presencia de plumas en el
aire mientras uno de los niños es izado en una silla a modo de trono es toda
una declaración de intenciones.
Como lo es la escena final donde los niños
disfrutan desde el tejado, jugando, como niños que son. Jean Vigo murió joven,
con 29 años, de tuberculosis tras el estreno de su única película "L´Atalante (1934)".
En su corto legado filmográfico se puede apreciar esa facilidad para que sus
imágenes traspasen las fronteras de lo cotidiano, para aventurarse en un mundo
de símbolos y sueños. Con esta pequeña rebelión, infantil, lúdica, rozando con
el absurdo de sus personajes y las situaciones nos deja la nostálgica poesía de
unos niños que se manifiestan por una libertad perdida o jamás alcanzada. Francois
Truffaut solía decir que esta película era el más poderoso y auténtico retrato
de la infancia jamás filmado. De hecho, Truffaut le rindió un claro homenaje en
su película "Los 400 golpes (1959)"
copiando casi fotograma a fotograma, la escena en la que una línea de
escolares que corren por París va perdiendo uno a uno sus miembros. También la película "If...". de Lindsay
Anderson puede considerarse la versión que el “Free cinema” hizo de este
mediometraje.
Título original: Zéro de conduite: Jeunes diables au collège.
Director: Jean Vigo.
Intérpretes: Louis Lefebvre, Gilbert Pluchon, Gérard
de Bédarieux, Constantin Goldstein-Kehler, Jean Dasté, Robert Le Flon.
Escena:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
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1 opiniones :
Fenomenal retrato del sistema educativo, pensado para la letra y no para el espíritu juvenil.
También creo acertada la alusión a los 400 golpes.
Debo confesar, que pese a ver las películas francesas. Me gustó mucho la versión americana de los 80, desenfadada y descarada. Además soy fan de Kiss.
Un saludo.
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