Que El Padrino sea una de las
obras con más prestigio y más popularidad de la Historia del Cine no
puede ser casualidad. Esta impresionante película continúa seduciendo a jóvenes
generaciones de espectadores, ya que contiene todos los elementos para
considerarla una obra maestra. Adaptación parcial de la novela homónima de
Mario Puzo y que se completaría con "El Padrino II (1974)". El propio Puzo colaboró con
Francis Ford Coppola en la elaboración del guión en la que se plasma
perfectamente un universo, una cosmogonía
fascinante llena de matones, de consiguieres, de Dones astutos y reflexivos, de
mujeres humilladas, de mujeres fuertes, bellas y dulces…Un mundo que refleja a
la perfección la historia de una familia de origen Italiano que, si bien
mantiene sus valores y defectos: lealtad, amor fraternal… y también defectos:
el machismo, la brutalidad o el lujo y la corrupción decadentes asimilados
directamente de la sociedad estadounidense de la época. Es una historia sin
héroes, sin maniqueísmos fáciles. Cada uno de los personajes es complejo, es
rico en matices, no hay personajes planos ni arquetípicos, sino seres
complejos y complicados cuyas decisiones están marcadas por la lealtad, el
honor y el destino. Para dar vida a todos estos personajes del mundo
italoamericano Coppola selecciona un magnífico reparto lleno de estrellas
emergentes que consolidarán sus carreras cinematográficas a partir de esta
mítica película, porque actores como Al Pacino, James
Caan, Robert
Duvall Diane
Keaton o John
Cazale serán ya actores populares a partir de ese momento debido a su
extraordinario trabajo: intenso pero perfectamente matizado desde la serenidad,
apenas hay grandilocuencia o exageración….además está la presencia única de
una figura como Marlon Brando que realiza una espléndida interpretación como Don
Vito Corleone, líder pragmático, hombre de familia y personaje irrepetible
cargado de sosiego y sabiduría, líder natural y auténtico sostén dentro de la
familia por sus excelentes relaciones en las altas esferas políticas.
El guión,
minucioso e intenso, nos instala directamente en un mundo de gestos fatales, de
dialéctica y oratoria sin fin, de familias enfrentadas por el control de
negocios ilegales como el juego, la prostitución o la droga.Si las actuaciones son perfectas, así como el desarrollo de la trama y los
diálgos, no lo son menos los relacionados con la puesta en escena. En primer
lugar destacar la fotografía de Gordon Willis con su cámara invisible que se
introduce perfectamente en la intimidad de una familia, siempre con el mejor punto de vista para ser testigos privilegiados
de los conflictos familiares y profesionales que se desarrollan a lo largo de
la película…planos espectaculares y violentos que no se recrean en exceso en la
violencia, excepto algunas impactantes escenas. Willis emplea una gama de colores apagados que
desprenden esa sensación de mundo decadente. No podemos olvidar la partitura
del italiano Nino Rota, mítico músico italiano que compone una música
inquietante, clásica y de una gran belleza que refuerza la ritualización de la
violencia y del rico universo plasmado. Hay un gran esmero en la ambientación,
todo aparece reflejado a la perfección desde las suntuosas casas a los paisajes
sicilianos todo ello mostrado con claridad y clasicismo. Fundamental dentro del
subgénero del cine de gangsters, pero no sólo eso, pues esta obra transciende el
género para alzarse como un retrato certero y sin concesiones de la sociedad
estadounidense de mediados de siglo XX. Una joya atemporal que mejora con el
paso del tiempo.
Título original: The Godfather.
Director: Francis Ford Coppola.
Intérpretes: Marlon
Brando, Al
Pacino, James
Caan, Robert
Duvall, Diane
Keaton, John
Cazale,Talia
Shire,
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Juan Murillo Bodas
1 opiniones :
Una obra maestra
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