Principios
de la década de los 30 del s.XX... un tal Robert E. Howard inspirado por la
locura de su genio narrativo llevó a la literatura norteamericana a un
personaje que todavía hoy sigue siendo leyenda en literatura, novela gráfica y
celuloide: "Conan el bárbaro". En los 70's Conan ya tenía prestigio
internacional en el llamado noveno arte (en gran medida a dibujantes como Frank
Fanzetta), así que el guionista y director Oliver Stone recogió la fama del
cimmerio indomable cosechada en el cómic para guionizar un desmesurado proyecto
que hubiera dirigido él mismo o Ridley Scott, pero la cantidad de criaturas e
ideas desbocadas de Stone (una de ellas era convertir a Conan en una saga como
la de James Bond) obligaron a suspender el supuesto rodaje en numerosas
ocasiones llevando al director de "Platoon" a vender de manera apresurada los
derechos del guión del bárbaro en una habitación de hotel al famoso productor
Dino De Lauretiis. El productor italiano que ya conocía el talento y la
dedicación de John Milius para este tipo de proyectos épicos, fue el encargado
de llevar a Conan a una dimensión de calidad superior, dada su demostrada
habilidad para el cine de aventuras en por ejemplo: "El viento y el León".
Milius limó las asperezas del guión de Stone haciéndolo más verosimil y menos
desmesurado pero manteniendo la esencia del personaje de Conan no utilizando
ninguna historia en concreto de su creador pero sí cosechando lo que a su
entender necesitaba el personaje para trascender al público, mezclando hábilmente
una época alternativa en la que se fusionaban la prehistoria y la edad media
con un asesoramiento de historiadores (la historia y los conflictos bélicos de
todas las épocas apasionan a John Milius, véase la magnífica "Adiós al rey (1988)").
Por otra parte este director fue tachado de polémico por sus medidas de autoritario proceder militar en todos sus rodajes, dado que el sueño incumplido de Milius era alistarse en la marina. Una vez elegido acertadamente el director, es donde llega la única opción que el director de "Amanecer Rojo (1984)" tuvo siempre en mente: El actor Arnold Schwarzenegger, alguien que ya llevaba 10 años en el cine ("Hércules en N.Y.(1969)", "El largo adiós (1973)") y sobre todo en la televisión (Las calles de S. Francisco y Canción triste de Hill Street) sin llegar a destacar lo suficiente, hasta que "el roble" protagonizó un documental llamado "Pumping Iron", razón principal por la que a Arnold se le contrató. Como curiosidades:
1.Al principio del rodaje Schwarzenegger no contó con la simpatía de De Laurentiis, ya que Arnold tuvo la desfachatez de preguntarle a este en su entrevista de trabajo que qué hacía un tipo italiano tan bajito detrás de un escritorio tan enorme en su propia oficina, pequeña trifulca que John Milius tuvo que solucionar presionando a Dino de las maneras más variopintas hasta que el adinerado productor comprobó que el austriaco de acero era el idóneo para el bárbaro, de tal forma que en un descanso del rodaje le dijo: -Tú eres Conan-. 2. Los extras españoles de la película tomaron mala fama al emborrcharse con el vodka que se utilizaba para fingir más densidad en la sangre artificial. 3. La sociedad protectora de animales denunció al film por el supuesto mal trato a todos los animales, incluyendo caballos y variados reptiles que podían verse en pantalla (los buitres de la película murieron, obligando a Arnold a morder de verdad a un animal muerto)...Estas y muchas más anécdotas pueden apreciarse en el making off... Corre el año 1981...Y empezaba el rodaje en nuestras tierras españolas (se pueden apreciar lugares como Almería, Cuenca, Segovia y Madrid) después de descartar localizaciones en Rumanía. Todo en este film resulta espectacular, épico, grandioso, me atrevería a decir que casi operístico (escuchar la portentosa banda sonora de Basil Poledouris es una satisfacción para los sentidos).
Todavía ahora recuerdo una ronca voz en off que me introducía en esta época salvaje en la que una llama recorría la pantalla, para convertirse después en el acero trabajado y templado artesanalmente por las manos del padre de Conan, un William Smith que transmite de padre a hijo las leyendas de su pueblo e impresiona con sus frases:- En nadie de este mundo puedes confiar, ni en un hombre, ni en una mujer, ni en un animal-. Un James Earl Jones majestuoso como semidios villano reptíleo, con sus consideraciones filosóficas que enseñan a Conan el secreto del acero, dejando claro al espectador de por qué Jones es un malvado grandioso. Y por supuesto, un Arnold Schwarzenegger nacido para interpretar a Conan, sus ojos transmiten furia, poder y venganza la primera vez que levanta la cabeza al tirar del molino de piedra. Su rostro pétreo sin sensibilidad alguna y su cuerpo hercúleo son los baluartes con los que Arnold sin necesidad de la palabra, expresan la necesidad de satisfacer su particular justicia con los asesinos que marcaron su infancia. Un ser criado como un animal esclavizado y educado para matar, un hombre que una vez liberado buscará satisfacer sus necesidades de compañía, riqueza y sangre. Alguien con un cuerpo cincelado cual escultura griega, rudo, estólido, insensible y centrado en su único objetivo, que no es otro que vengar a su familia, su poblado y encontrar a quien robó la espada de su padre. Fue curiosa la participación de un joven Jorge Sanz, y que la película se rodó mientras transcurría el famoso 23-F (Schwarzenegger aún recuerda ver tanques aquella mañana cuando salió a la ventana de su hotel). Esta película puso de moda ‘durante un tiempo' el género de capa y espada...Y sentó las bases para que Arnold se convirtiera en la gran estrella del cine de acción con un personaje hecho a su medida: Espadas, brujería, monstruos, luchas de gladiadores y matices de la filosofía de Nietchze, elevaron este film a la categoría de clásico del cine. Lo demás es historia del celuloide.
Una historia que impresionó a un niño de tal modo que se prometió algún día tener en posesión las dos bellas espadas de acero que se aprecian en esta obra maestra. A destacar frases que perdurarán en mi memoria: La del comienzo del film, "Aquello que no nos mata nos hace mas fuertes" -Friedrich Nietchze-. La respuesta de Conan a la pregunta sobre qué es lo mejor de la vida, 'Aplastar enemigos, verles destrozados y escuchar el lamento de sus mujeres'. La frase del compañero del héroe "Subotai" (Gerry López) al echarse a llorar, 'Él es Conan, el bárbaro, él no llorará...Yo lloro por él'. Y el arrojo y la potencia dialéctica del monólogo final antes del baño de sangre en la última batalla que nos proporciona Schwarzenegger con rotundidad y entrega: -Crom, jamás te había rezado antes, no valgo para ello. Nadie, si siquiera tú recordarás si fuimos hombres buenos o malos, por qué luchamos o por qué morimos, no, lo que importa es que dos se enfrentan a muchos, el valor te agrada Crom, concédeme pues una petición, concédeme la venganza..Y si no me escuchas...¡Vete al infierno!-. Que estas palabras sirvan como tributo a un Arnold Schwarzenegger que 33 años después del rodaje de la película que lo dio a conocer volverá a tierras españolas, donde será homenajeado en Almería el 28 de Septiembre del presente año. Lugar en el que depositará sus huellas como icono del cine y posible elección como enclave para su siguente encarnación del héroe creado por Robert E. Howard. Conan, volverá como rey...Pero esa es otra historia...
Título original: Conan the Barbarian.
Director: John Millius.
Intérpretes: Arnold Schwarzenegger, James Earl Jones, Sandahl Bergman, Max von Sydow, Ben Davidson, Sven-Ole Thorsen, Cassandra Gaviola.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
Información complementaria:
1 opiniones :
Es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Recuerdo que la primera vez que la vi fue a escondidas porque mis padres me mandaron a la cama cuando empezó.
Saludos.
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