En
el año 1939 fue cuando la Edad de Oro de Hollywood vivió su máximo
esplendor, debido al estreno de grandes películas como: "El Mago de Oz", "Cumbres Borrascosas" de William Wyler, "La Diligencia" de John Ford",
"Caballero sin espada" de Frank Capra o
"Ninotchka" de Ernst Lubitsch, entre otras muchas; que ayudaron a
asentar definitivamente el conocido Star System (sistema de los grandes
estudios). Aunque de entre todas ellas, hubo una que marcó un antes y un
después en la forma de entender y realizar el cine: "Lo que el viento se
llevó", una grandilocuente superproducción que fue galardonada con diez premios Óscar. "Lo que el
viento se llevó" introdujo cambios importantes en lo referente a la técnica
cinematográfica, gracias principalmente a la labor de William Cameron Menzies y
su magnífico uso del color, en una época en la que aun no se había asentado tal
sistema, predominando el blanco y negro. Está
basada en la novela homónima de Margaret Mitchell, y cuenta la historia de la
joven adinerada y vanidosa Scarlett O'Hara, que durante la guerra de Secesión,
y en los difíciles tiempos de la post-guerra, lucha por salir adelante cargando
con todas las responsabilidades familiares. Del mismo modo, suspira por el amor
de Ashley Wilkes, marido de su prima Melania Hamilton, y además tiene que
lidiar con las pretensiones del apuesto (pero no tan noble) Rhett Butler, que
está enamorado de ella.
Destaca
la soberbia banda sonora de Max Steiner; por añadidura, es sobresaliente el
trabajo de todo el reparto; la joven Vivien Leigh que interpreta a Scarlett,
papel que la elevó al estrellato; el aplomo de Clark Gable interpretando a
Rhett Butler; Olivia de Havilland como Melania; Leslie Howard como Ashley; y
Hattie McDaniel dando vida a la entrañable "Mammy", que fue la
primera actriz afroamericana galardonada en la historia con un premio Óscar a
la mejor actriz secundaria. Su
productor y gran artífice del resultado final, David O’Selznick, tardó dos años
en elegir a la actriz que diera vida a Scarlett, que tras un multitudinario
casting al que se presentaron más de 1400 candidatas (entre las que se
encontraban Joan Crawford, Barbara Stanwyck, o Paulette Goddard) fue elegida
finalmente Vivien Leigh, actriz inglesa de ascendencia india que por aquella
época estaba casada con Sir Lawrence Olivier.
También se empecinó para que se
rodara en color, además de introducir en el guión los conocidos diálogos, como
las primeras palabras del comienzo, o el de la última frase de Rhett “Frankly
my dear, I don't give a damn" (que traducido al español sería
"Francamente, querida, me importa un bledo"), que a punto estuvo de
no pasar la censura por culpa de la palabra “damn”, de ahí que O’Selznick se
viera obligado a pagar a los censores una cuantiosa suma para poder incluirla. Se puede afirmar que "Lo que el
viento se llevó" es el melodrama por excelencia, que cuenta con una historia
muy bien relatada; unos personajes carismáticos y repletos de matices;
secuencias y diálogos increíbles que han pasado a la historia como "A Dios
pongo por testigo que nunca más volveré a pasar hambre". Está impregnada de
valores como el amor, el honor, el orgullo, la familia, la propiedad y la esclavitud;
todo ello la convierte en una de las películas más veneradas, galardonadas, y
hermosas jamás realizadas.
Título original: Gone With the Wind.
Director: Victor Fleming (entre otros).
Director: Victor Fleming (entre otros).
Intérpretes: Vivien Leigh, Clark Gable, Leslie Howard, Hattie McDaniel.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Oscar Vela
Autor del blog: La taverna del Mastí
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