Una película providencial, directa, provocadora, realista y
dolorosa como pocas... 16 años tenía cuando vi por vez primera "La naranja
mecánica", que nos proyectaron en la llamada clase de convivencia (sección de
ciencias sociales). Rememorando en mis recuerdos, sus imágenes y su música me
indujeron a una especie de hipnotismo inducido por todas las barbaridades,
deshumanización y sexo que se mostraban. El principio con la mirada depredadora
e inhumana del protagonista y depravado por excelencia que es Malcom Mc Dowell
presentando la ultraviolencia "como él dice" me dejó patidifuso. Toda esa
crueldad yo ya la había presenciado en los ojos de gente a la que conocía
personalmente, la falta de remordimientos, esa muestra de maldad sin razón, yo
ya la conocía por lo que la película me dejó estupefacto. Todos esos horribles
actos inclasificables de locura y sadismo a mi modo de ver no tienen
explicación, forman parte humano: El mismo que llevó a millares de judíos a los
campos de concentración, el mismo que esclavizó a tantas personas por ser de
otra raza diferente a la suya a lo largo de toda la historia de la humanidad, y
el mismo que llevaba a un grupo de jóvenes a propinar una paliza a alguien de
su colegio (o a un vagabundo) por considerarlo distinto o más sensible y débil
que el resto. Y lo más aterrador es que no existen o no encuentro razones para
el mal, los jóvenes delincuentes empandillados del film que realizan
violaciones, hurtos, luchas y por fin muertes, que son actos de anarquía
injustificada que no tienen razón de ser pero que lamentablemente forman parte
del lado más oscuro del hombre. Como también forma parte del ser humano el
gusto innato por la música, en este caso por Beethoven lo que provoca en el
protagonista una incoherencia moral, porque...
¿Cómo puede un ser humano
cometer actos tan terribles y a la vez tener un gusto tan refinado y sensible
por la música del inmortal compositor? Esto es lo que hace fracasar el
experimento del gobierno utilizando a Alex para curar su lado oscuro, puesto
que mientras le controlan y educan para no cometer actos de barbarie con
imágenes desasosegantes, él escucha a su amado Beethoven, así que cuando se
considere curado y "normal" lo que antes era bello y melódico se convertirá
ahora en frustrante y desmoralizador. El proceso de acidez a dulzura del fruto
se torna artificialmente por el experimento gubernamental que fracasará
involuntariamente por el sordo compositor dejando a nuestro protagonista
indefenso e incapaz en la vida cotidiana y que nuevamente provocará una
intervención del gobierno con el ahora incapaz muchacho para utilizarlo como
propaganda electoral, transportándolo de nuevo a una acidez violenta que de
nuevo se volverá en el mismo estado incontrolable y dañino del principio.
Kubrick consiguió una película atemporal que es muestra contemporánea de la
destrucción psicológica e irracional que puede provocar un hombre a sus
semejantes y de la falsedad de los políticos para conseguir votos no importando
lo más mínimo los métodos o los fines para acabar con la lacra de la violencia,
intentado inútilmente el control del sadismo...
Título original: A Clockwork Orange.
Director: Stanley Kubrick.
Intérpretes: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Adrienne Corri, Warren Clarke.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
Información complementaria:
2 opiniones :
En realidad, el tema de fondo era la existencia del libre albedrío en el ser humano, que para mí es la principal cuestión que debe abordar la filosofía. Dejo mi punto de vista sobre este tema y sobre el polémico film en mi blog: http://memoriasdesoledad.blogspot.com.es/2012/05/la-naranja-mecanica.html
Saludos
estupenda critica Cristobal, estoy de acuerdo en todo lo q dices
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