HIROSHIMA, MON AMOUR (1959). El drama romántico de Alain Resnais.

Hiroshima, mon amour
Dos cuerpos desnudos, entrelazados, sobre los que cae la ceniza, seguida de una espesa lluvia, retozan ardientemente...empapados en el sudor, en la entrega frenética e incondicional al sexo novedoso, entre extraños. La voz en off de la mujer habla de Hiroshima y de la Bomba H "Una ciudad todavía en el frescor del sufrimiento", dirá. Las estremecedoras imágenes de los devastadores efectos de la bomba sobre los niños, se suman a la voz femenina. "No has visto nada de Hiroshima", le dice él. Ella sigue hablando. Los diez mil soles sobre la ciudad. Las consecuencias. Dar la luz a niños deformes para ellas, la esterilidad para ellos, el miedo a la lluvia, la lluvia de cenizas sobre el pacífico, a la comida. Se entierran toneladas de peces por partes de las autoridades sanitarias, se desata la furia en la ciudad por la desigualdad entre grupos sociales...La pareja sigue entregada al acto íntimo, se besan, se abrazan. Él quiere volver a verla...ella no. Hiroshima, 1958. 14 años después de la liberación de Francia en La Segunda Guerra Mundial. Ella (Emmanuelle Riva) es una actriz francesa que trabaja en una película Internacional sobre la Paz. "¿Qué se puede rodar en Hiroshima sino es una película sobre la paz?". Él (Eiji Okada) es un arquitecto japonés que hace algo de política, de ahí su dominio del francés. Ambos se han conocido en un bar la noche anterior. "Tu forma de aburrirte da ganas a los hombres de conocer a una mujer", le dirá él. Ambos están casados.

Hiroshima, mon amour

La mujer de él está en Unzen en las montañas y volverá un día de estos. El marido de ella le espera en París desde hace un mes debido a un retraso del rodaje de la película en la que interviene. Ambos se entregan a la infidelidad en el New Hiroshima Hotel, donde la joven se aloja. Se besan, se recorren mutuamente, hablan, se escuchan, se persiguen, discuten..."¿cómo saber que esta ciudad estaba hecha para el amor?·, reflexiona la joven. Pronto descubriremos que ella arrastra las secuelas de su primer amor cuando contaba con 18 años, con un joven soldado alemán de 22, de quien se enamoró irremediablemente cuando vivía en su cuidad natal, en la Francia ocupada. El día de la liberación, el soldado alemán fue abatido por un disparo. A ella le rapan la cabeza, es repudiada, paseada por la ciudad, la farmacia de su padre se cierra por deshonor y es encerrada por sus padres en un sótano implacablemente oscuro y de piedra, por la vergüenza, donde el único modo de estar bien, es sentir algo, es arañar la pared hasta sangrar. La joven escapó a París de noche,  un día de verano. Llega a la ciudad.

Hiroshima, mon amour

El amor y la locura de paso han marcado y siguen marcando su existencia emocional. Las imágenes de la actriz con la mirada perdida, inmune a las palabras de cariño y compromiso del amante nipón son desoladoras. Resnais había rodado un documental sobre los campos de exterminios nazis ("Noche y niebla (1955)") y deseaba rodar acerca de los estragos de la bomba de Hidrógeno. A la vista de que Kaneto Sindô había firmado su obra maestra "Los niños de Hiroshima (1952)", finalmente optó por acometer su particular denuncia contra el horror, filmando una historia de ficción sobre el "amor de tránsito", sobre el desencanto y las heridas del pasado. El marco son dos ciudades: Hiroshima, con su particular horror público e histórico que culminó La Segunda Guerra Mundial y Naviers, marco del primer amor, antesala del horror privado, que derivó en una locura transitoria. Resnais se decantó por una historia de ficción, filmada en ocasiones a modo de documental. Contrató a la novelista Marguerite Duras para la escritura del guión. El debut del cineasta en el largometraje, es una fusión entre la imagen y la palabra que revoluciona el lenguaje del 7ª de las artes, del mismo modo que lo habían hecho "Intolerancia (1916)" o "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Welles.

Hiroshima, mon amour

La imagen trasciende del simple sometimiento al servicio de la palabra de la novelista francesa. La gran dama del cine francés Emmanuelle Riva, la protagonista de "Amor (2012)", se entrega a recrear el pasado del personaje y sus efectos en el presente. Su voice over se impone incluso cuando ella ocupa el plano. La cámara de Resnais rara vez abandona el punto de vista de la joven, la veamos en Japón o en Francia. Si Hiroshima es filmada de noche o de día, Nevers siempre está en un tono crepuscular, alternando la presencia de ambas ciudades según la asociación de recuerdos que tenga la joven. Para marcar diferencia entre las secuencias de cada ciudad, Resnais contrató a dos directores de fotografía diferentes. Los suaves y elegantes travellings que recorren Hiroshima al paso de la mujer, o el paseo de los dos amantes, o del joven detrás de ella, siguiéndola, son marca de estilo, que el realizador ya emplea en los primeros documentales, y  a los que recurriría en esa obra de arte asimétrica y deliberadamente acabada que el "El año pasado en Marienbad (1961)".


Hiroshima, mon amour

Es la concepción del lenguaje fílmico como la forma de mostrar la palabra y el pensamiento. La elegancia y la sabiduría en la composición del plano, plagado de maravillosas u poéticas reflexiones literarias sobre el amor y la desolación, se demuestran en, al menos dos memorables secuencias, que merecen ser destacadas. Durante el paseo nocturno por Hiroshima, ambos se han separado. Ella regresa a la casa del Té donde unas horas antes contó su historia de Nevers. El establecimiento esta cerrado. Se sienta en la calle, entre ruinas. Llega él.  La cámara está en picado, encima de él, de pie. Al fondo del plano, es decir, a los pies del joven, ella yace sentada, desvalida, mirándolo con desconsuele y tristeza. La otra secuencia a destacar, transcurre en el local de alterne, no por casualidad llamado Casablanca. Ella entra sola.

Hiroshima, mon amour

Él la sigue y se sienta en otra mesa, frente a ella. Un joven gigoló japonés abandona  a tres muchachas y se acerca a ella con la intención de entablar una conversación...y probablemente algo más. Ella apenas le responde...mira a su amante con los ojos acuosos, mientras escuchamos la voz fuera de plano del nuevo pretendiente, que se dirige a ella en un inglés muy elemental. La película culmina simétricamente en la habitación de hotel de la mujer, donde la película comienza. Cineastas como Abel Ferrara, Richard Linklater o Jean Jacques Annaud han tenido muy presente el maravilloso poema visual sobre Hisroshima como referencia para algunos de sus afortunados trabajos, sin conseguirle hacerle sombra...tal vez no lo han pretendido. Gracias a películas como ésta, el cine es arte. Eric Rohmer, en su reseña publicada en la revista Cahiers du cinema en 1959, definió a Alain Resnais, como "...el primer realizador moderno de las películas sonoras..."

Frase para recordar: "-Tengo una moralidad dudosa ¿Sabes?.-¿A qué llamas tú moralidad dudosa?-A dudar de la moralidad de los demás.

hiroshima mon amourhiroshima mon amour

Director: Alain Resnais.

Intérpretes: Emmanuella Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella Dassas, Pierre Barbaud.

Trailer: 




Información complementaria:
Alain Resnais

Reseña escrita por Manuel García de Mesa.


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2 opiniones :

Esteban dijo...

Me has hecho rememorar una película importante en mi vida. Me gusta lo que cuentas y cómo lo cuentas.
La vi por vez primera en uno de aquellos cines de "Arte y Ensayo" en los años setenta. Gracias.

Un saludo.

La estructura narrativa me encantó, es una película realmente cautivadora sin ser magistral!

Saludos...

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