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yo creo en ti 1947
Durante el periodo de la Ley Seca vivida en el Chicago de los años 30, Frank Wiecek es condenado injustamente a 99 años de prisión por el supuesto asesinato cometido a un policía en una taberna clandestina. Once años más tarde la madre de Wiecek publicaría un anuncio en un periódico local ofreciendo 5.000 dólares para aquel que le diese información sobre el verdadero culpable del crimen, un hecho que atraería la atención del redactor jefe del Chicago Times (Richard Kelly) y la posterior asignación del periodista McNeal para que indague sobre el caso. El bueno de James Stewart tras su fracaso en taquilla con la comedia "Ciudad mágica (1947)" necesitaba retomar la senda del éxito profesional participando en películas de cierto prestigio por lo que tomaría la decisión (bastante acertada) de protagonizar el nuevo film de Henry Hathaway ("Niagára (1953)"), "Yo creo en ti", un notable drama con tintes de cine negro y de cierto tono (sobre todo en los primeros compases del film) a documental histórico de la época y cuyo argumento estaría inspirado en un hecho real (eso si, los nombres de los personajes no coinciden con los nombres verdaderos de las personas involucradas en el caso). Stewart representaría el papel del reportero McNeal (uno de esos héroes sociales de remarcada personalidad moralista que tanto le gustaba representar el actor en la gran pantalla), un personaje alejado del entorno sentimentalista que envuelve el caso, escéptico en un primer momento sobre la inocencia de Wiecek pero que terminaría luchando hasta la extenuación tanto para que éste consiga su libertad como para que se haga justicia en un caso cargado de errores judiciales. Entre el resto del grupo de actores que harían presencia en la obra nos encontraríamos con Richard Conte ("Agente especial (1955)") como Frank Wiecek como el presunto culpable de asesinato, Lee J. Cobbs ("La ley del silencio (1954)") encarnado al redactor jefe Richard Kelly y Helen Walker ("El callejón de las almas perdidas (1947)") como la esposa de McNeal.

yo creo en ti 1947

La obra, una de esas películas poco conocidas pero necesarias para aquellos que quieran ver buen cine, se caracterizaría por mostrarnos la  imperiosa y valiente lucha por la libertad periodística (aunque en ciertos casos peque de sensacionalista) y por desvelar los fallos judiciales que se vivían por aquellos años en Norteamérica (que según el film eran habituales y de enorme importancia). Aparte de la extraordinaria interpretación de James Stewart, habría que destacar el genial trabajo del director de fotografía Joseph MacDonald ("¡Viva Zapata (1952)!"), éste nos mostraría un sobria fotografía en blanco y negro caracterizada por aplicar eficazmente el uso de luces y sombras en la mayor parte de las secuencias que desarrollan el film.

yo creo en ti 1947

Entre sus escenas hago mención el momento de la prueba de la maquina de la verdad que se le realiza a Wiecek, una secuencia muy bien dirigida por Hathaway (donde participa el propio creador del polígrafo, Leonard Keller, haciendo de si mismo), llena de tensión e intriga y que transmitía perfectamente la angustia que vivía el personaje de Richard Conte o la secuencia donde McNeal (en un instante de desánimo) visita la casa de la madre de Wiecek avisando que tanto él como el periódico donde trabaja abandonarían el caso. Como curiosidad, James Stewart y Lee J. Cobbs volverían a coincidir con Henry Hathaway 15 años después en aquella mítica superproducción hollywoodense titulada "La conquista del Oeste (1962)".

Frase para recordar: "El mundo es bueno...aquí fuera".

yo creo en ti 1947yo creo en ti 1947

Título original: Call northside 777.

Director: Henry Hathaway.

Intérpretes: James Stewart, Richard Conte, Lee J. Cobbs, Helen Walker, Kasia Orzazewski.

Trailer:




Información complementaria:
Henry Hathaway

Reseña escrita por Jesús Fariña 

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YO CREO EN TI (1947). Un periodista en busca de la verdad.

yo creo en ti 1947
Durante el periodo de la Ley Seca vivida en el Chicago de los años 30, Frank Wiecek es condenado injustamente a 99 años de prisión por el supuesto asesinato cometido a un policía en una taberna clandestina. Once años más tarde la madre de Wiecek publicaría un anuncio en un periódico local ofreciendo 5.000 dólares para aquel que le diese información sobre el verdadero culpable del crimen, un hecho que atraería la atención del redactor jefe del Chicago Times (Richard Kelly) y la posterior asignación del periodista McNeal para que indague sobre el caso. El bueno de James Stewart tras su fracaso en taquilla con la comedia "Ciudad mágica (1947)" necesitaba retomar la senda del éxito profesional participando en películas de cierto prestigio por lo que tomaría la decisión (bastante acertada) de protagonizar el nuevo film de Henry Hathaway ("Niagára (1953)"), "Yo creo en ti", un notable drama con tintes de cine negro y de cierto tono (sobre todo en los primeros compases del film) a documental histórico de la época y cuyo argumento estaría inspirado en un hecho real (eso si, los nombres de los personajes no coinciden con los nombres verdaderos de las personas involucradas en el caso). Stewart representaría el papel del reportero McNeal (uno de esos héroes sociales de remarcada personalidad moralista que tanto le gustaba representar el actor en la gran pantalla), un personaje alejado del entorno sentimentalista que envuelve el caso, escéptico en un primer momento sobre la inocencia de Wiecek pero que terminaría luchando hasta la extenuación tanto para que éste consiga su libertad como para que se haga justicia en un caso cargado de errores judiciales. Entre el resto del grupo de actores que harían presencia en la obra nos encontraríamos con Richard Conte ("Agente especial (1955)") como Frank Wiecek como el presunto culpable de asesinato, Lee J. Cobbs ("La ley del silencio (1954)") encarnado al redactor jefe Richard Kelly y Helen Walker ("El callejón de las almas perdidas (1947)") como la esposa de McNeal.

yo creo en ti 1947

La obra, una de esas películas poco conocidas pero necesarias para aquellos que quieran ver buen cine, se caracterizaría por mostrarnos la  imperiosa y valiente lucha por la libertad periodística (aunque en ciertos casos peque de sensacionalista) y por desvelar los fallos judiciales que se vivían por aquellos años en Norteamérica (que según el film eran habituales y de enorme importancia). Aparte de la extraordinaria interpretación de James Stewart, habría que destacar el genial trabajo del director de fotografía Joseph MacDonald ("¡Viva Zapata (1952)!"), éste nos mostraría un sobria fotografía en blanco y negro caracterizada por aplicar eficazmente el uso de luces y sombras en la mayor parte de las secuencias que desarrollan el film.

yo creo en ti 1947

Entre sus escenas hago mención el momento de la prueba de la maquina de la verdad que se le realiza a Wiecek, una secuencia muy bien dirigida por Hathaway (donde participa el propio creador del polígrafo, Leonard Keller, haciendo de si mismo), llena de tensión e intriga y que transmitía perfectamente la angustia que vivía el personaje de Richard Conte o la secuencia donde McNeal (en un instante de desánimo) visita la casa de la madre de Wiecek avisando que tanto él como el periódico donde trabaja abandonarían el caso. Como curiosidad, James Stewart y Lee J. Cobbs volverían a coincidir con Henry Hathaway 15 años después en aquella mítica superproducción hollywoodense titulada "La conquista del Oeste (1962)".

Frase para recordar: "El mundo es bueno...aquí fuera".

yo creo en ti 1947yo creo en ti 1947

Título original: Call northside 777.

Director: Henry Hathaway.

Intérpretes: James Stewart, Richard Conte, Lee J. Cobbs, Helen Walker, Kasia Orzazewski.

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Henry Hathaway

Reseña escrita por Jesús Fariña 

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El tesoro de sierra madre 1948
Dobbs y Curtin son dos vagabundos norteamericanos que recorren las calles de México entre la mendicidad y las penurias. En busca de un empleo que les ayude a subsistir (y con la mala suerte que cuando lo encuentran tratan de no pagarles). Su fortuna parece cambiarles cuando conocen en una pensión de indigentes a Howard, un experimentado buscador de oro que les animará acompañarle a las montañas de Sierra Madre en busca del preciado metal dorado y así poder vivir el resto de sus vidas alejados de las duras calamidades. Todo parece ir viento en popa hasta que entre el grupo empieza a surgir una serie de dudas y desconfianzas entre ellos. Egoísmo, codicia y ambiciones fallidas entre marginales sociales es lo que nos encontraríamos en esta extraordinaria obra de John Huston (tercera dentro de su filmografía y primera que realizaría tras su participación en La Segunda Guerra Mundial) basándose en la novela de B. Traven (de sus relatos también surgirían las adaptaciones cinematográficas, todos ellas de nacionalidad mexicana, "La rebelión de los colgados (1954)", "La rosa blanca (1961)" y "Macario (1960)", siendo quizás ésta última la más conocida de las tres por haber sido nominada como mejor película de habla no inglesa) y donde se pondría de manifiesto las miserias de la conducta humana. El magnífico trío protagonista formado por Walter Huston (padre en la vida real de John Huston y visto como secundario en filmes de la talla de "Yanqui Dandy (1942)" y "Duelo al sol (1946)") representando al viejo Howard, el veterano buscador de oro y personaje clave que mantendría el grado de estabilidad en el grupo, Tim Holt ("El cuarto mandamiento (1942)") en la piel del joven y sensato Curtin y Humphrey Bogart (donde el legendario actor repetiría con John Huston después de protagonizar el debut del cineasta en aquella maravilla de cine negro titulada "El halcón maltés (1941)") como el obsesivo Dobbs, llenarían de realismo las vivencias de este grupo de perdedores, donde se comenta que el hecho de rodar alejados de los grandes estudios y las habituales comodidades que ofrecían éstos ayudarían a incrementar el grado de autenticidad de sus interpretaciones.

el tesoro de Sierra Madre 1948

Bruce Bennett, los mexicanos Alfonso Bedoya (genial su encarnación del bandido "Sombrero dorado"), Manuel Dondé y José Torvay y la presencia del propio John Huston con su breve papel de turista americano serían los nombres de los otros actores que formarían el reparto. Destacar la partitura del genial Max Steiner (conocido compositor de importantes bandas sonoras en películas como "Casablanca (1943)" o "Centauros del desierto (1956)") y la fotografía de Ted McCord ("Al este del Edén (1955)"), un sobresaliente trabajo que resaltaría los polvorientos y áridos paisajes mexicanos donde se desarrollan la mayor parte de la trama del film.

el tesoro de Sierra Madre 1948

Entre las numerosas escenas destacables que podemos ver dentro de la obra hago mención el derrumbamiento de la mina donde se encuentran trabajando los protagonistas, el momento paranoico de Cobbs después de intentar de asesinar a Curtin y ese memorable final cargado de moraleja y alejado del típico "happy end", y es que las carcajadas de Howard y Curtin muestran la desesperación y resignación de estos perdedores después de tan duro esfuerzo por conseguir hacer realidad sus sueños. La película sería galardonada con 3 Óscar en las categorías de mejor director, mejor guión adaptado y mejor actor de reparto. Como curiosidad, esta fue la primera película (y única) donde padre e hijo (Walter y John Huston) conseguían llevarse sendos óscar de la academia en una misma gala.

Información adicional:
Más películas de Humphrey Bogart

Frase para recordar: "El oro cambia el alma del hombre hasta el punto de que ya no es el mismo después de descubrir el mineral".

el tesoro de Sierra Madre 1948el tesoro de Sierra Madre 1948

Título original: The treasure of The Sierra Madre.

Director: John Huston.

Intérpretes: Humphrey Bogart, Tim Holt, Walter Huston, Bruce Bennett, Alfonso Bedova.

Trailer: 




Escena: 




B.S.O.: 




Información complementaria:
Walter Huston

Reseña escrita por Jesús Fariña

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EL TESORO DE SIERRA MADRE (1948). Humphrey Bogart protagoniza un clásico de John Huston.

El tesoro de sierra madre 1948
Dobbs y Curtin son dos vagabundos norteamericanos que recorren las calles de México entre la mendicidad y las penurias. En busca de un empleo que les ayude a subsistir (y con la mala suerte que cuando lo encuentran tratan de no pagarles). Su fortuna parece cambiarles cuando conocen en una pensión de indigentes a Howard, un experimentado buscador de oro que les animará acompañarle a las montañas de Sierra Madre en busca del preciado metal dorado y así poder vivir el resto de sus vidas alejados de las duras calamidades. Todo parece ir viento en popa hasta que entre el grupo empieza a surgir una serie de dudas y desconfianzas entre ellos. Egoísmo, codicia y ambiciones fallidas entre marginales sociales es lo que nos encontraríamos en esta extraordinaria obra de John Huston (tercera dentro de su filmografía y primera que realizaría tras su participación en La Segunda Guerra Mundial) basándose en la novela de B. Traven (de sus relatos también surgirían las adaptaciones cinematográficas, todos ellas de nacionalidad mexicana, "La rebelión de los colgados (1954)", "La rosa blanca (1961)" y "Macario (1960)", siendo quizás ésta última la más conocida de las tres por haber sido nominada como mejor película de habla no inglesa) y donde se pondría de manifiesto las miserias de la conducta humana. El magnífico trío protagonista formado por Walter Huston (padre en la vida real de John Huston y visto como secundario en filmes de la talla de "Yanqui Dandy (1942)" y "Duelo al sol (1946)") representando al viejo Howard, el veterano buscador de oro y personaje clave que mantendría el grado de estabilidad en el grupo, Tim Holt ("El cuarto mandamiento (1942)") en la piel del joven y sensato Curtin y Humphrey Bogart (donde el legendario actor repetiría con John Huston después de protagonizar el debut del cineasta en aquella maravilla de cine negro titulada "El halcón maltés (1941)") como el obsesivo Dobbs, llenarían de realismo las vivencias de este grupo de perdedores, donde se comenta que el hecho de rodar alejados de los grandes estudios y las habituales comodidades que ofrecían éstos ayudarían a incrementar el grado de autenticidad de sus interpretaciones.

el tesoro de Sierra Madre 1948

Bruce Bennett, los mexicanos Alfonso Bedoya (genial su encarnación del bandido "Sombrero dorado"), Manuel Dondé y José Torvay y la presencia del propio John Huston con su breve papel de turista americano serían los nombres de los otros actores que formarían el reparto. Destacar la partitura del genial Max Steiner (conocido compositor de importantes bandas sonoras en películas como "Casablanca (1943)" o "Centauros del desierto (1956)") y la fotografía de Ted McCord ("Al este del Edén (1955)"), un sobresaliente trabajo que resaltaría los polvorientos y áridos paisajes mexicanos donde se desarrollan la mayor parte de la trama del film.

el tesoro de Sierra Madre 1948

Entre las numerosas escenas destacables que podemos ver dentro de la obra hago mención el derrumbamiento de la mina donde se encuentran trabajando los protagonistas, el momento paranoico de Cobbs después de intentar de asesinar a Curtin y ese memorable final cargado de moraleja y alejado del típico "happy end", y es que las carcajadas de Howard y Curtin muestran la desesperación y resignación de estos perdedores después de tan duro esfuerzo por conseguir hacer realidad sus sueños. La película sería galardonada con 3 Óscar en las categorías de mejor director, mejor guión adaptado y mejor actor de reparto. Como curiosidad, esta fue la primera película (y única) donde padre e hijo (Walter y John Huston) conseguían llevarse sendos óscar de la academia en una misma gala.

Información adicional:
Más películas de Humphrey Bogart

Frase para recordar: "El oro cambia el alma del hombre hasta el punto de que ya no es el mismo después de descubrir el mineral".

el tesoro de Sierra Madre 1948el tesoro de Sierra Madre 1948

Título original: The treasure of The Sierra Madre.

Director: John Huston.

Intérpretes: Humphrey Bogart, Tim Holt, Walter Huston, Bruce Bennett, Alfonso Bedova.

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Walter Huston

Reseña escrita por Jesús Fariña

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Hiroshima, mon amour
Dos cuerpos desnudos, entrelazados, sobre los que cae la ceniza, seguida de una espesa lluvia, retozan ardientemente...empapados en el sudor, en la entrega frenética e incondicional al sexo novedoso, entre extraños. La voz en off de la mujer habla de Hiroshima y de la Bomba H "Una ciudad todavía en el frescor del sufrimiento", dirá. Las estremecedoras imágenes de los devastadores efectos de la bomba sobre los niños, se suman a la voz femenina. "No has visto nada de Hiroshima", le dice él. Ella sigue hablando. Los diez mil soles sobre la ciudad. Las consecuencias. Dar la luz a niños deformes para ellas, la esterilidad para ellos, el miedo a la lluvia, la lluvia de cenizas sobre el pacífico, a la comida. Se entierran toneladas de peces por partes de las autoridades sanitarias, se desata la furia en la ciudad por la desigualdad entre grupos sociales...La pareja sigue entregada al acto íntimo, se besan, se abrazan. Él quiere volver a verla...ella no. Hiroshima, 1958. 14 años después de la liberación de Francia en La Segunda Guerra Mundial. Ella (Emmanuelle Riva) es una actriz francesa que trabaja en una película Internacional sobre la Paz. "¿Qué se puede rodar en Hiroshima sino es una película sobre la paz?". Él (Eiji Okada) es un arquitecto japonés que hace algo de política, de ahí su dominio del francés. Ambos se han conocido en un bar la noche anterior. "Tu forma de aburrirte da ganas a los hombres de conocer a una mujer", le dirá él. Ambos están casados.

Hiroshima, mon amour

La mujer de él está en Unzen en las montañas y volverá un día de estos. El marido de ella le espera en París desde hace un mes debido a un retraso del rodaje de la película en la que interviene. Ambos se entregan a la infidelidad en el New Hiroshima Hotel, donde la joven se aloja. Se besan, se recorren mutuamente, hablan, se escuchan, se persiguen, discuten..."¿cómo saber que esta ciudad estaba hecha para el amor?·, reflexiona la joven. Pronto descubriremos que ella arrastra las secuelas de su primer amor cuando contaba con 18 años, con un joven soldado alemán de 22, de quien se enamoró irremediablemente cuando vivía en su cuidad natal, en la Francia ocupada. El día de la liberación, el soldado alemán fue abatido por un disparo. A ella le rapan la cabeza, es repudiada, paseada por la ciudad, la farmacia de su padre se cierra por deshonor y es encerrada por sus padres en un sótano implacablemente oscuro y de piedra, por la vergüenza, donde el único modo de estar bien, es sentir algo, es arañar la pared hasta sangrar. La joven escapó a París de noche,  un día de verano. Llega a la ciudad.

Hiroshima, mon amour

El amor y la locura de paso han marcado y siguen marcando su existencia emocional. Las imágenes de la actriz con la mirada perdida, inmune a las palabras de cariño y compromiso del amante nipón son desoladoras. Resnais había rodado un documental sobre los campos de exterminios nazis ("Noche y niebla (1955)") y deseaba rodar acerca de los estragos de la bomba de Hidrógeno. A la vista de que Kaneto Sindô había firmado su obra maestra "Los niños de Hiroshima (1952)", finalmente optó por acometer su particular denuncia contra el horror, filmando una historia de ficción sobre el "amor de tránsito", sobre el desencanto y las heridas del pasado. El marco son dos ciudades: Hiroshima, con su particular horror público e histórico que culminó La Segunda Guerra Mundial y Naviers, marco del primer amor, antesala del horror privado, que derivó en una locura transitoria. Resnais se decantó por una historia de ficción, filmada en ocasiones a modo de documental. Contrató a la novelista Marguerite Duras para la escritura del guión. El debut del cineasta en el largometraje, es una fusión entre la imagen y la palabra que revoluciona el lenguaje del 7ª de las artes, del mismo modo que lo habían hecho "Intolerancia (1916)" o "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Welles.

Hiroshima, mon amour

La imagen trasciende del simple sometimiento al servicio de la palabra de la novelista francesa. La gran dama del cine francés Emmanuelle Riva, la protagonista de "Amor (2012)", se entrega a recrear el pasado del personaje y sus efectos en el presente. Su voice over se impone incluso cuando ella ocupa el plano. La cámara de Resnais rara vez abandona el punto de vista de la joven, la veamos en Japón o en Francia. Si Hiroshima es filmada de noche o de día, Nevers siempre está en un tono crepuscular, alternando la presencia de ambas ciudades según la asociación de recuerdos que tenga la joven. Para marcar diferencia entre las secuencias de cada ciudad, Resnais contrató a dos directores de fotografía diferentes. Los suaves y elegantes travellings que recorren Hiroshima al paso de la mujer, o el paseo de los dos amantes, o del joven detrás de ella, siguiéndola, son marca de estilo, que el realizador ya emplea en los primeros documentales, y  a los que recurriría en esa obra de arte asimétrica y deliberadamente acabada que el "El año pasado en Marienbad (1961)".


Hiroshima, mon amour

Es la concepción del lenguaje fílmico como la forma de mostrar la palabra y el pensamiento. La elegancia y la sabiduría en la composición del plano, plagado de maravillosas u poéticas reflexiones literarias sobre el amor y la desolación, se demuestran en, al menos dos memorables secuencias, que merecen ser destacadas. Durante el paseo nocturno por Hiroshima, ambos se han separado. Ella regresa a la casa del Té donde unas horas antes contó su historia de Nevers. El establecimiento esta cerrado. Se sienta en la calle, entre ruinas. Llega él.  La cámara está en picado, encima de él, de pie. Al fondo del plano, es decir, a los pies del joven, ella yace sentada, desvalida, mirándolo con desconsuele y tristeza. La otra secuencia a destacar, transcurre en el local de alterne, no por casualidad llamado Casablanca. Ella entra sola.

Hiroshima, mon amour

Él la sigue y se sienta en otra mesa, frente a ella. Un joven gigoló japonés abandona  a tres muchachas y se acerca a ella con la intención de entablar una conversación...y probablemente algo más. Ella apenas le responde...mira a su amante con los ojos acuosos, mientras escuchamos la voz fuera de plano del nuevo pretendiente, que se dirige a ella en un inglés muy elemental. La película culmina simétricamente en la habitación de hotel de la mujer, donde la película comienza. Cineastas como Abel Ferrara, Richard Linklater o Jean Jacques Annaud han tenido muy presente el maravilloso poema visual sobre Hisroshima como referencia para algunos de sus afortunados trabajos, sin conseguirle hacerle sombra...tal vez no lo han pretendido. Gracias a películas como ésta, el cine es arte. Eric Rohmer, en su reseña publicada en la revista Cahiers du cinema en 1959, definió a Alain Resnais, como "...el primer realizador moderno de las películas sonoras..."

Frase para recordar: "-Tengo una moralidad dudosa ¿Sabes?.-¿A qué llamas tú moralidad dudosa?-A dudar de la moralidad de los demás.

hiroshima mon amourhiroshima mon amour

Director: Alain Resnais.

Intérpretes: Emmanuella Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella Dassas, Pierre Barbaud.

Trailer: 




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Alain Resnais

Reseña escrita por Manuel García de Mesa.

HIROSHIMA, MON AMOUR (1959). El drama romántico de Alain Resnais.

Hiroshima, mon amour
Dos cuerpos desnudos, entrelazados, sobre los que cae la ceniza, seguida de una espesa lluvia, retozan ardientemente...empapados en el sudor, en la entrega frenética e incondicional al sexo novedoso, entre extraños. La voz en off de la mujer habla de Hiroshima y de la Bomba H "Una ciudad todavía en el frescor del sufrimiento", dirá. Las estremecedoras imágenes de los devastadores efectos de la bomba sobre los niños, se suman a la voz femenina. "No has visto nada de Hiroshima", le dice él. Ella sigue hablando. Los diez mil soles sobre la ciudad. Las consecuencias. Dar la luz a niños deformes para ellas, la esterilidad para ellos, el miedo a la lluvia, la lluvia de cenizas sobre el pacífico, a la comida. Se entierran toneladas de peces por partes de las autoridades sanitarias, se desata la furia en la ciudad por la desigualdad entre grupos sociales...La pareja sigue entregada al acto íntimo, se besan, se abrazan. Él quiere volver a verla...ella no. Hiroshima, 1958. 14 años después de la liberación de Francia en La Segunda Guerra Mundial. Ella (Emmanuelle Riva) es una actriz francesa que trabaja en una película Internacional sobre la Paz. "¿Qué se puede rodar en Hiroshima sino es una película sobre la paz?". Él (Eiji Okada) es un arquitecto japonés que hace algo de política, de ahí su dominio del francés. Ambos se han conocido en un bar la noche anterior. "Tu forma de aburrirte da ganas a los hombres de conocer a una mujer", le dirá él. Ambos están casados.

Hiroshima, mon amour

La mujer de él está en Unzen en las montañas y volverá un día de estos. El marido de ella le espera en París desde hace un mes debido a un retraso del rodaje de la película en la que interviene. Ambos se entregan a la infidelidad en el New Hiroshima Hotel, donde la joven se aloja. Se besan, se recorren mutuamente, hablan, se escuchan, se persiguen, discuten..."¿cómo saber que esta ciudad estaba hecha para el amor?·, reflexiona la joven. Pronto descubriremos que ella arrastra las secuelas de su primer amor cuando contaba con 18 años, con un joven soldado alemán de 22, de quien se enamoró irremediablemente cuando vivía en su cuidad natal, en la Francia ocupada. El día de la liberación, el soldado alemán fue abatido por un disparo. A ella le rapan la cabeza, es repudiada, paseada por la ciudad, la farmacia de su padre se cierra por deshonor y es encerrada por sus padres en un sótano implacablemente oscuro y de piedra, por la vergüenza, donde el único modo de estar bien, es sentir algo, es arañar la pared hasta sangrar. La joven escapó a París de noche,  un día de verano. Llega a la ciudad.

Hiroshima, mon amour

El amor y la locura de paso han marcado y siguen marcando su existencia emocional. Las imágenes de la actriz con la mirada perdida, inmune a las palabras de cariño y compromiso del amante nipón son desoladoras. Resnais había rodado un documental sobre los campos de exterminios nazis ("Noche y niebla (1955)") y deseaba rodar acerca de los estragos de la bomba de Hidrógeno. A la vista de que Kaneto Sindô había firmado su obra maestra "Los niños de Hiroshima (1952)", finalmente optó por acometer su particular denuncia contra el horror, filmando una historia de ficción sobre el "amor de tránsito", sobre el desencanto y las heridas del pasado. El marco son dos ciudades: Hiroshima, con su particular horror público e histórico que culminó La Segunda Guerra Mundial y Naviers, marco del primer amor, antesala del horror privado, que derivó en una locura transitoria. Resnais se decantó por una historia de ficción, filmada en ocasiones a modo de documental. Contrató a la novelista Marguerite Duras para la escritura del guión. El debut del cineasta en el largometraje, es una fusión entre la imagen y la palabra que revoluciona el lenguaje del 7ª de las artes, del mismo modo que lo habían hecho "Intolerancia (1916)" o "Ciudadano Kane (1941)" de Orson Welles.

Hiroshima, mon amour

La imagen trasciende del simple sometimiento al servicio de la palabra de la novelista francesa. La gran dama del cine francés Emmanuelle Riva, la protagonista de "Amor (2012)", se entrega a recrear el pasado del personaje y sus efectos en el presente. Su voice over se impone incluso cuando ella ocupa el plano. La cámara de Resnais rara vez abandona el punto de vista de la joven, la veamos en Japón o en Francia. Si Hiroshima es filmada de noche o de día, Nevers siempre está en un tono crepuscular, alternando la presencia de ambas ciudades según la asociación de recuerdos que tenga la joven. Para marcar diferencia entre las secuencias de cada ciudad, Resnais contrató a dos directores de fotografía diferentes. Los suaves y elegantes travellings que recorren Hiroshima al paso de la mujer, o el paseo de los dos amantes, o del joven detrás de ella, siguiéndola, son marca de estilo, que el realizador ya emplea en los primeros documentales, y  a los que recurriría en esa obra de arte asimétrica y deliberadamente acabada que el "El año pasado en Marienbad (1961)".


Hiroshima, mon amour

Es la concepción del lenguaje fílmico como la forma de mostrar la palabra y el pensamiento. La elegancia y la sabiduría en la composición del plano, plagado de maravillosas u poéticas reflexiones literarias sobre el amor y la desolación, se demuestran en, al menos dos memorables secuencias, que merecen ser destacadas. Durante el paseo nocturno por Hiroshima, ambos se han separado. Ella regresa a la casa del Té donde unas horas antes contó su historia de Nevers. El establecimiento esta cerrado. Se sienta en la calle, entre ruinas. Llega él.  La cámara está en picado, encima de él, de pie. Al fondo del plano, es decir, a los pies del joven, ella yace sentada, desvalida, mirándolo con desconsuele y tristeza. La otra secuencia a destacar, transcurre en el local de alterne, no por casualidad llamado Casablanca. Ella entra sola.

Hiroshima, mon amour

Él la sigue y se sienta en otra mesa, frente a ella. Un joven gigoló japonés abandona  a tres muchachas y se acerca a ella con la intención de entablar una conversación...y probablemente algo más. Ella apenas le responde...mira a su amante con los ojos acuosos, mientras escuchamos la voz fuera de plano del nuevo pretendiente, que se dirige a ella en un inglés muy elemental. La película culmina simétricamente en la habitación de hotel de la mujer, donde la película comienza. Cineastas como Abel Ferrara, Richard Linklater o Jean Jacques Annaud han tenido muy presente el maravilloso poema visual sobre Hisroshima como referencia para algunos de sus afortunados trabajos, sin conseguirle hacerle sombra...tal vez no lo han pretendido. Gracias a películas como ésta, el cine es arte. Eric Rohmer, en su reseña publicada en la revista Cahiers du cinema en 1959, definió a Alain Resnais, como "...el primer realizador moderno de las películas sonoras..."

Frase para recordar: "-Tengo una moralidad dudosa ¿Sabes?.-¿A qué llamas tú moralidad dudosa?-A dudar de la moralidad de los demás.

hiroshima mon amourhiroshima mon amour

Director: Alain Resnais.

Intérpretes: Emmanuella Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella Dassas, Pierre Barbaud.

Trailer: 




Información complementaria:
Alain Resnais

Reseña escrita por Manuel García de Mesa.

el último hombre vivo 1971
En 1977, después de una guerra bacteriológica entre Rusia y China el mundo se ha convertido en un lugar desolado y destruido, siendo únicamente habitado por Robert Neville (un científico que ha conseguido seguir vivo gracias a una vacuna creada por él mismo) y por una raza de mutantes nocturnos denominados "La familia", unos seres de peculiares ojos blancos, de vestimenta inspirada a la de los monjes franciscanos y que tenían como único y claro objetivo el de exterminar con todo aquello relacionado con la raza humana (según ellos culpables de su mutación). De esta manera comenzaba esta apocalíptica obra de Boris Sagal (un realizador cuya carrera profesional estuvo más ligada al mundo de la televisión que en la del entorno cinematográfico y que iba a ser el encargado de dirigir algunos capítulos de series tan consagradas como fueron "Colombo" y "Hombre rico, hombre pobre") y basándose en la popular novela de ciencia ficción "Soy leyenda" de Richard Matheson (recordar que de sus relatos también surgieron para el cine el sobresaliente film de Jack Arnold "El increíble hombre menguante (1957)" o el exitoso debut de Steven Spielberg "El diablo sobre ruedas (1972)"). La obra de Sagal se caracterizaría por poner de manifiesto el miedo del hombre ante la posibilidad de vivir solo en el mundo y por sugerir las fatales consecuencias de éste ante una guerra de armas de destrucción masiva al mismo tiempo que se realizaba una critica sobre el fanatismo y el entorno de las sectas (hay que destacar que lo de "La familia" viene sacado del grupo que fundó el conocido asesino Charles Manson). En el plano interpretativo tendríamos a Charlton Heston poniéndose en la piel del científico Robert Neville, y es que el actor después del éxito en "El planeta de los simios (1968)", iba a cogerle el gustillo a esto de interpretar a héroes del futuro, la secuela "El regreso al planeta de los simios (1970)" y "Cuando el destino nos alcance (1974)") fueron otros dos títulos de la década de los setenta donde le veríamos encarnado ese rol.

el último hombre vivo 1971

En el resto del reparto nos encontraríamos (y aprovechando el auge del denominado movimiento "Power black") a los actores de color, Lincoln Kilpatrick ("Fortaleza infernal (1992)") como el hermano Zakary, uno de los peligrosos miembros de "La familia", a Rosalind Cash ("Los nuevos centuriones (1972)") como Lisa, otra de las supervivientes y con que mantendría un idilio amoroso con Neville y con Eric Laneuville ("Cinturón negro (1974)") encarnando a Ritchie, el hermano adolescente de la mencionada Lisa. Entre sus escenas hago mención el instante de Robert Neville recorriendo las desérticas calles de Los Angeles montado en un Ford descapotable rojo y las distintas secuencias que mostraban la soledad del protagonista, Charlton Heston en un cine vacío visionando un documental sobre un concierto de Woodstock o la de éste con ropa rococó jugando una partida de ajedrez con una estatua que hace de las veces de su compañero de juego.

el último hombre vivo 1971

Como curiosidad, la obra de Richard Mathenson, ha sido llevada en dos ocasiones más en la gran pantalla (sin contar el film de "La noche de los muertos vivientes (1968)" donde George A. Romero sacó la idea de su novela para la confección del guión de la película), una en la década de los 60 con "El último hombre sobre La Tierra (1964)" con Vincent Price  en el papel de protagonista y en el año 2007 con "Soy leyenda", título interpretado por Will Smith.

Frase para recordar: "La pesadilla ha terminado para siempre, ahora podemos dormir en paz".

el último hombre vivo 1971el último hombre vivo 1971

Título original: The Omega Man.

Director: Boris Sagal.

Intérpretes: Charlton Heston, Rosalind Cash, Anthony Zerbe, Paul Koslo.

Trailer: 




Escena: 




B.S.O.: 




Información complementaria:
Charlton Heston

Reseña escrita por Jesús Fariña

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EL ÚLTIMO HOMBRE... VIVO (1971). Charton Heston en un clásico de la ciencia ficción de Boris Sagal.

el último hombre vivo 1971
En 1977, después de una guerra bacteriológica entre Rusia y China el mundo se ha convertido en un lugar desolado y destruido, siendo únicamente habitado por Robert Neville (un científico que ha conseguido seguir vivo gracias a una vacuna creada por él mismo) y por una raza de mutantes nocturnos denominados "La familia", unos seres de peculiares ojos blancos, de vestimenta inspirada a la de los monjes franciscanos y que tenían como único y claro objetivo el de exterminar con todo aquello relacionado con la raza humana (según ellos culpables de su mutación). De esta manera comenzaba esta apocalíptica obra de Boris Sagal (un realizador cuya carrera profesional estuvo más ligada al mundo de la televisión que en la del entorno cinematográfico y que iba a ser el encargado de dirigir algunos capítulos de series tan consagradas como fueron "Colombo" y "Hombre rico, hombre pobre") y basándose en la popular novela de ciencia ficción "Soy leyenda" de Richard Matheson (recordar que de sus relatos también surgieron para el cine el sobresaliente film de Jack Arnold "El increíble hombre menguante (1957)" o el exitoso debut de Steven Spielberg "El diablo sobre ruedas (1972)"). La obra de Sagal se caracterizaría por poner de manifiesto el miedo del hombre ante la posibilidad de vivir solo en el mundo y por sugerir las fatales consecuencias de éste ante una guerra de armas de destrucción masiva al mismo tiempo que se realizaba una critica sobre el fanatismo y el entorno de las sectas (hay que destacar que lo de "La familia" viene sacado del grupo que fundó el conocido asesino Charles Manson). En el plano interpretativo tendríamos a Charlton Heston poniéndose en la piel del científico Robert Neville, y es que el actor después del éxito en "El planeta de los simios (1968)", iba a cogerle el gustillo a esto de interpretar a héroes del futuro, la secuela "El regreso al planeta de los simios (1970)" y "Cuando el destino nos alcance (1974)") fueron otros dos títulos de la década de los setenta donde le veríamos encarnado ese rol.

el último hombre vivo 1971

En el resto del reparto nos encontraríamos (y aprovechando el auge del denominado movimiento "Power black") a los actores de color, Lincoln Kilpatrick ("Fortaleza infernal (1992)") como el hermano Zakary, uno de los peligrosos miembros de "La familia", a Rosalind Cash ("Los nuevos centuriones (1972)") como Lisa, otra de las supervivientes y con que mantendría un idilio amoroso con Neville y con Eric Laneuville ("Cinturón negro (1974)") encarnando a Ritchie, el hermano adolescente de la mencionada Lisa. Entre sus escenas hago mención el instante de Robert Neville recorriendo las desérticas calles de Los Angeles montado en un Ford descapotable rojo y las distintas secuencias que mostraban la soledad del protagonista, Charlton Heston en un cine vacío visionando un documental sobre un concierto de Woodstock o la de éste con ropa rococó jugando una partida de ajedrez con una estatua que hace de las veces de su compañero de juego.

el último hombre vivo 1971

Como curiosidad, la obra de Richard Mathenson, ha sido llevada en dos ocasiones más en la gran pantalla (sin contar el film de "La noche de los muertos vivientes (1968)" donde George A. Romero sacó la idea de su novela para la confección del guión de la película), una en la década de los 60 con "El último hombre sobre La Tierra (1964)" con Vincent Price  en el papel de protagonista y en el año 2007 con "Soy leyenda", título interpretado por Will Smith.

Frase para recordar: "La pesadilla ha terminado para siempre, ahora podemos dormir en paz".

el último hombre vivo 1971el último hombre vivo 1971

Título original: The Omega Man.

Director: Boris Sagal.

Intérpretes: Charlton Heston, Rosalind Cash, Anthony Zerbe, Paul Koslo.

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Escena: 




B.S.O.: 




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Charlton Heston

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los implacables
Tras combatir en La Guerra de la Seseción, los hermanos Ben y Clint Allison aceptarían el trabajo de Nathan Stark, un ambicioso hombre de negocios que pretende trasladar un numeroso ganado desde Texas a Montana. Durante su trayecto, aparte de sufrir el asalto de un grupo de bandidos y el ataque de los salvajes indios Sioux, conocerían a Nella Turnes, un mujer que pondría en jaque el corazón de Ben y Stark. Nos encontramos con la primera de las tres colaboraciones de Clark Gable con el realizador Raoul Walsh (luego seguirían "Un rey para cuatro reinas (1956)" y "La esclava libre (1957)") y una de las dos películas (la otra sería "Cita en Hong Kong (1955)") que haría el mítico actor con la 20th Century Fox tras romper su vínculo con la Metro Goldwyn Mayer. La película sin ser de las mejores que se han hecho en la historia del western norteamericano tiene los argumentos suficientes para no defraudar a los seguidores del género y para animar a cualquier aficionado en general que quiera ver cine de calidad; buena dosis de aventuras, acción, drama, romance e incluso humor a cargo de un siempre sensacional Raoul Walsh que se acercaba, por aquel entonces, a su retiro profesional. La obra también pondría de manifiesto el duelo personal que mantendrían Ben Allison y Nathan Stark, dos hombres de sueños dispares (mientras el primero aspira a conseguir el dinero suficiente para vivir en un tranquilo y humilde rancho el segundo ambiciona a un mundo lleno de poder y riqueza) que lucharían por conseguir el amor de la sensual Nella Turnes. En el reparto de actores aparte del mencionado Clark Gable disfrutaríamos de la exuberante presencia de Jane Russell (inolvidable el dúo que formó junto a Marilyn Monroe en el musical "Los caballeros las prefieren rubias (1953)") como la atractiva (pero de duro carácter) Nella Turnes y de las participaciones de Robert Ryan ("Grupo salvaje (1969)") en la piel del poderoso Nathan Stark, de Cameron Mitchell ("La muerte de un viajante (1951)") representando a Clint, el hermano de Ben y de Juan García como el mexicano Luis, el fiel e inseparable amigo del protagonista principal.

los implacables

Cabe destacar la belleza (con permiso de Jane Russell) de los paisajes naturales presentes en el film (desde los fríos y nevados territorios de Montana hasta los enormes valles desérticos de Texas), todos ellos resaltados por la extraordinaria fotografía de Leo Tover ("La heredera (1949)") y adornados por la partitura de uno de los grandes compositores de la historia del cine como fue Victor Young ("El hombre tranquilo (1952)"). Entre sus escenas destacaría el momento de la estampida del ganado provocado por Ben para evitar la emboscada de los indios Sioux o la discusión mantenida entre Clark Gable y Jane Rusell sobre los sueños que esperan cada uno cumplir, un instante que describe perfectamente como el amor habido entre ellos se desmorona en un abrir y cerrar de ojos a causa de sus distintas maneras de ver la vida.

los implacables

Los problemas de altura entre Clark Gable y Robert Ryan fue uno de los pequeños inconvenientes que hubieron durante el rodaje del film (a pesar del 1.85 que medía Clark Gable el bueno de Ryan le superaba por 8 centímetros y la idea del director era que Clark Gable se destacara ante el resto de actores), por lo que se decidió el uso de una caja para contrarrestar la diferencia de estaturas entre ambos actores en muchas de las secuencias que aparecían juntos. Otra curiosidad es que ese mismo año Clark Gable volvería a casarse por quinta vez, esta vez con Kay Williams.

Frase para recordar: "La gente levanta monumentos a los que triunfan, los tontos terminan en sepulturas anónimas".

los implacableslos implacables

Título original: The tall men.

Director: Raoul Walsh.

Intérpretes: Clark Gable, Jane Russell, Cameron Mitchell, Robert Ryan.

Escena: 




Información complemetaria:
Raoul Walsh

Reseña escrita por Jesús Fariña

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LOS IMPLACABLES (1955). Clark Gable en el western de Raoul Walsh.

los implacables
Tras combatir en La Guerra de la Seseción, los hermanos Ben y Clint Allison aceptarían el trabajo de Nathan Stark, un ambicioso hombre de negocios que pretende trasladar un numeroso ganado desde Texas a Montana. Durante su trayecto, aparte de sufrir el asalto de un grupo de bandidos y el ataque de los salvajes indios Sioux, conocerían a Nella Turnes, un mujer que pondría en jaque el corazón de Ben y Stark. Nos encontramos con la primera de las tres colaboraciones de Clark Gable con el realizador Raoul Walsh (luego seguirían "Un rey para cuatro reinas (1956)" y "La esclava libre (1957)") y una de las dos películas (la otra sería "Cita en Hong Kong (1955)") que haría el mítico actor con la 20th Century Fox tras romper su vínculo con la Metro Goldwyn Mayer. La película sin ser de las mejores que se han hecho en la historia del western norteamericano tiene los argumentos suficientes para no defraudar a los seguidores del género y para animar a cualquier aficionado en general que quiera ver cine de calidad; buena dosis de aventuras, acción, drama, romance e incluso humor a cargo de un siempre sensacional Raoul Walsh que se acercaba, por aquel entonces, a su retiro profesional. La obra también pondría de manifiesto el duelo personal que mantendrían Ben Allison y Nathan Stark, dos hombres de sueños dispares (mientras el primero aspira a conseguir el dinero suficiente para vivir en un tranquilo y humilde rancho el segundo ambiciona a un mundo lleno de poder y riqueza) que lucharían por conseguir el amor de la sensual Nella Turnes. En el reparto de actores aparte del mencionado Clark Gable disfrutaríamos de la exuberante presencia de Jane Russell (inolvidable el dúo que formó junto a Marilyn Monroe en el musical "Los caballeros las prefieren rubias (1953)") como la atractiva (pero de duro carácter) Nella Turnes y de las participaciones de Robert Ryan ("Grupo salvaje (1969)") en la piel del poderoso Nathan Stark, de Cameron Mitchell ("La muerte de un viajante (1951)") representando a Clint, el hermano de Ben y de Juan García como el mexicano Luis, el fiel e inseparable amigo del protagonista principal.

los implacables

Cabe destacar la belleza (con permiso de Jane Russell) de los paisajes naturales presentes en el film (desde los fríos y nevados territorios de Montana hasta los enormes valles desérticos de Texas), todos ellos resaltados por la extraordinaria fotografía de Leo Tover ("La heredera (1949)") y adornados por la partitura de uno de los grandes compositores de la historia del cine como fue Victor Young ("El hombre tranquilo (1952)"). Entre sus escenas destacaría el momento de la estampida del ganado provocado por Ben para evitar la emboscada de los indios Sioux o la discusión mantenida entre Clark Gable y Jane Rusell sobre los sueños que esperan cada uno cumplir, un instante que describe perfectamente como el amor habido entre ellos se desmorona en un abrir y cerrar de ojos a causa de sus distintas maneras de ver la vida.

los implacables

Los problemas de altura entre Clark Gable y Robert Ryan fue uno de los pequeños inconvenientes que hubieron durante el rodaje del film (a pesar del 1.85 que medía Clark Gable el bueno de Ryan le superaba por 8 centímetros y la idea del director era que Clark Gable se destacara ante el resto de actores), por lo que se decidió el uso de una caja para contrarrestar la diferencia de estaturas entre ambos actores en muchas de las secuencias que aparecían juntos. Otra curiosidad es que ese mismo año Clark Gable volvería a casarse por quinta vez, esta vez con Kay Williams.

Frase para recordar: "La gente levanta monumentos a los que triunfan, los tontos terminan en sepulturas anónimas".

los implacableslos implacables

Título original: The tall men.

Director: Raoul Walsh.

Intérpretes: Clark Gable, Jane Russell, Cameron Mitchell, Robert Ryan.

Escena: 




Información complemetaria:
Raoul Walsh

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en el calor de la noche
Thriller policíaco con altas dosis de denuncia social sobre el racismo era lo que nos proporcionaría este entretenido film de Norman Jewison ("Huracán Carter (1999)"), ganadora de 5 Óscar, entre ellos mejor película, mejor actor y mejor guión original. La trama del film, basándose en una novela de John Ball, se centraría en el misterioso asesinato de un adinerado empresario en un pueblo de Missippi y las consecuentes investigaciones llevadas a cabo por el especialista de homicidios de raza negra Virgil Tibbs. Durante su estancia en el pueblo no sólo lucharía por descubrir al verdadero culpable del crimen sino que tendría que lidiar con el incompetente jefe policía Gillespie en un ambiente puramente racista. Nos encontramos con la obra más reconocida, tanto por la crítica como por el público estadounidense, de Norman Jewison (éxito que trataría nuevamente repetir en la década de los 80 volviendo a la temática del racismo con el drama "Historia de un soldado (1984)") que a pesar de ser una película lograda (desde la dirección, la interpretación de los actores, la fotografía, la banda sonora...) no deja de ser un producto "tramposamente" rodado y pensado para obtener la simpatía del público más convencional cuyo tema sobre el racismo iba a presentarse de un modo suavizado y "light" (resulta poco convincente que los habitantes de la historia, pueblerina, primitiva e irracional, a la hora de la verdad no iban a ser tan fieros como parecen en un primer momento).

en el calor de la noche

La película contaría con un consagrado Sidney Poitier (primer actor afroamericano en ganar el Óscar como mejor actor principal gracias a su papel en "Los lirios del valle (1963)" y que en ese año iba a formar parte de un trío de películas de enorme aceptación como fueron "La rebelión de las aulas (1967)", "Adivina quién viene esta noche (1967)" y la propia obra que centro en esta reseña), un actor siempre caracterizado por sus personajes enfrentados a la lucha racista, y que aquí no iba a ser menos con su papel de Virgil Tibbs, un policía astuto e inteligente que pondría en evidencia los inoperantes métodos de Gillespie y su grupo de policías. En el reparto también se destacaría Rod Steiger (un gran trabajo pero que quizás resulta excesivo su Óscar, ya que ese año competía para el galardón con actores de la talla de Spencer Tracy, Dustin Hoffman y Paul Newman que habían realizado, bajo mi opinión, mejores interpretaciones que la suya) representando al mencionado jefe de policía Gillespie, un personaje cínico e inepto que no haría más que comer chicle (se comenta que el actor se comió más de 200 paquetes de chicle durante el tiempo que duró el rodaje), quejarse del calor que hacía en su oficina y de criticar la manera de proceder de Tibbs, pero que acabaría cediendo irremediablememte ante la coherente y firme actitud de éste.

en el calor de la noche

Entre sus escenas destacaría la reacción de Tibbs después de recibir una bofetada por parte de un blanco y éste le responde devolviéndole el golpe (un momento inédito, por aquel entonces, y es que no se había visto en la gran pantalla como un afroamericano golpeaba a un blanco, hecho que gozaría de cierta polémica en los sectores más segregacionistas) y el acorralamiento del propio Tibbs en una fabrica abandonada por un grupo de paletos racistas que pretenden lincharle pero que iba a ser salvado "in extremis" por Gillespie. Como curiosidad, las vivencias detectivescas del inspector Virgil Tibbs iban a ser continuadas con la confección de dos secuelas, "Ahora me llaman el Señor Tibbs (1970)" y "El inspector Tibbs contra la organización (1971)", en una etapa donde el denominado género cinematográfico "blaxploitation" empezaba a coger fuerza en la industria norteamericana.

Frase para recordar: "Ellos me llaman el Señor Tibbs".

en el calor de la nocheen el calor de la noche

Título original: In the heat of the night.

Director: Norman Jewison.

Intérpretes: Sidney Poitier, Rod Steiger, Warren Oates, Lou Grant.

Trailer: 




Escena: 



B.S.O.: 




Información complementaria:
Rod Steiger

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EN EL CALOR DE LA NOCHE (1967). Sidney Poitier contra el racismo.

en el calor de la noche
Thriller policíaco con altas dosis de denuncia social sobre el racismo era lo que nos proporcionaría este entretenido film de Norman Jewison ("Huracán Carter (1999)"), ganadora de 5 Óscar, entre ellos mejor película, mejor actor y mejor guión original. La trama del film, basándose en una novela de John Ball, se centraría en el misterioso asesinato de un adinerado empresario en un pueblo de Missippi y las consecuentes investigaciones llevadas a cabo por el especialista de homicidios de raza negra Virgil Tibbs. Durante su estancia en el pueblo no sólo lucharía por descubrir al verdadero culpable del crimen sino que tendría que lidiar con el incompetente jefe policía Gillespie en un ambiente puramente racista. Nos encontramos con la obra más reconocida, tanto por la crítica como por el público estadounidense, de Norman Jewison (éxito que trataría nuevamente repetir en la década de los 80 volviendo a la temática del racismo con el drama "Historia de un soldado (1984)") que a pesar de ser una película lograda (desde la dirección, la interpretación de los actores, la fotografía, la banda sonora...) no deja de ser un producto "tramposamente" rodado y pensado para obtener la simpatía del público más convencional cuyo tema sobre el racismo iba a presentarse de un modo suavizado y "light" (resulta poco convincente que los habitantes de la historia, pueblerina, primitiva e irracional, a la hora de la verdad no iban a ser tan fieros como parecen en un primer momento).

en el calor de la noche

La película contaría con un consagrado Sidney Poitier (primer actor afroamericano en ganar el Óscar como mejor actor principal gracias a su papel en "Los lirios del valle (1963)" y que en ese año iba a formar parte de un trío de películas de enorme aceptación como fueron "La rebelión de las aulas (1967)", "Adivina quién viene esta noche (1967)" y la propia obra que centro en esta reseña), un actor siempre caracterizado por sus personajes enfrentados a la lucha racista, y que aquí no iba a ser menos con su papel de Virgil Tibbs, un policía astuto e inteligente que pondría en evidencia los inoperantes métodos de Gillespie y su grupo de policías. En el reparto también se destacaría Rod Steiger (un gran trabajo pero que quizás resulta excesivo su Óscar, ya que ese año competía para el galardón con actores de la talla de Spencer Tracy, Dustin Hoffman y Paul Newman que habían realizado, bajo mi opinión, mejores interpretaciones que la suya) representando al mencionado jefe de policía Gillespie, un personaje cínico e inepto que no haría más que comer chicle (se comenta que el actor se comió más de 200 paquetes de chicle durante el tiempo que duró el rodaje), quejarse del calor que hacía en su oficina y de criticar la manera de proceder de Tibbs, pero que acabaría cediendo irremediablememte ante la coherente y firme actitud de éste.

en el calor de la noche

Entre sus escenas destacaría la reacción de Tibbs después de recibir una bofetada por parte de un blanco y éste le responde devolviéndole el golpe (un momento inédito, por aquel entonces, y es que no se había visto en la gran pantalla como un afroamericano golpeaba a un blanco, hecho que gozaría de cierta polémica en los sectores más segregacionistas) y el acorralamiento del propio Tibbs en una fabrica abandonada por un grupo de paletos racistas que pretenden lincharle pero que iba a ser salvado "in extremis" por Gillespie. Como curiosidad, las vivencias detectivescas del inspector Virgil Tibbs iban a ser continuadas con la confección de dos secuelas, "Ahora me llaman el Señor Tibbs (1970)" y "El inspector Tibbs contra la organización (1971)", en una etapa donde el denominado género cinematográfico "blaxploitation" empezaba a coger fuerza en la industria norteamericana.

Frase para recordar: "Ellos me llaman el Señor Tibbs".

en el calor de la nocheen el calor de la noche

Título original: In the heat of the night.

Director: Norman Jewison.

Intérpretes: Sidney Poitier, Rod Steiger, Warren Oates, Lou Grant.

Trailer: 




Escena: 



B.S.O.: 




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Rod Steiger

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la mujer pantera 1942
El realizador parisino Jacques Tourneur ("El halcón y la flecha (1950)") empezaría a darse a conocer en esto de la industria cinematográfica gracias al vinculo que mantuvo con el productor y también periodista Val Newton (contratado ese mismo año por la RKO studio para que se encargara de la parcela del cine de terror), y es que con él llevaría a cabo la realización de tres títulos que gozarían de la popularidad (especialmente por aquella fecha) entre los aficionados del género, éstos  fueron "La mujer pantera (1942)", "Yo anduve con un zombie (1943)" y "El hombre leopardo (1943)". En esta ocasión me centraré en el primero de ellos, "La mujer pantera (1942)", una película escrita por DeWitt Bodeen ("Nunca la olvidaré (1948)") y cuyo argumento plasmaría la historia de Irena Dubrozna, una joven serbia que padecía una terrible maldición que no era otra que transformarse en una pantera (o lo que es lo mismo, sacar su lado más peligroso y asesino) ante las situaciones de pasión, ira y celos. Una condena que vería  la luz en el momento que conoce y se enamora del apuesto arquitecto Oliver Reed. La obra estaría protagonizada por la francesa Simone Simon (elegida por Val Newton tras quedarse prendado de ella al verla en "El hombre que vendió su alma (1941)"), una atractiva actriz que supo sacar para su papel de  monstruo (bello pero al fin al cabo monstruo) felino, un imagen tan angelical como sensualmente inquietante. El resto del reparto principal estaría compuesto por el estadounidense Kent Smith ("La sentencia (1947)"), actor que combinaría durante su carrera filmográfica el cine de la serie b con el mundo de la televisión y que aquí representaría al soso Oliver Reed, por Jane Randolph ("Abbott y Costello contra los fantasmas (1948)") en la piel de Alice, mujer que mantendría una arriesgada rivalidad con Irena en busca del amor de Oliver y por Tom Conway ("La séptima víctima (1943)") como el psiquiatra (Dr. Louis Judd) que trataría de ayudar a la protagonista de su extraño problema.

la mujer pantera 1942

Entre sus escenas cabe destacar el revuelo ocurrido en una tienda de animales ante la presencia de Irena o esos dos momentos antológicos, ambos con la presencia de Jane Randolph, como son su paseo nocturno por el Central Park mientras es perseguida por unos pasos amenazantes o el momento de la piscina que ante la intimidación de una transformada Irena intentaría refugiarse dentro del agua, dos instantes que se caracterizarían por el empleo de  sombras y  sonidos, técnica aplicada para paliar el escaso presupuesto que contaba la película pero que sin embargo supo transmitir perfectamente esa atmósfera de tensión y pánico que pretendía hacernos sentir dichas secuencias.

la mujer pantera 1942

Aprovechando su tirón comercial, el film iba a contar con una secuela titulada "El regreso de la mujer pantera (1944)", interesante continuación dirigida por Robert Wise ("Ultimatum a la Tierra (1951)") y Guther von Fritsch y donde iba a estar protagonizada por el mismo trío de actores de la obra precursora. En 1982, Paul Schrader (guionista de la mítica "Taxi driver (1976)") realizaría un remake caracterizado por resaltar el aspecto sexual de la protagonista pero que no conseguiría hacer sombra al gran trabajo de Tourneur. Como curiosidad, debido al bajo presupuesto que contaba la obra (como antes mencioné) se utilizaron decorados de otras películas para escenificar la historia, entre ellos, los que había utilizado Orson Wells para "El cuarto mandamiento (1942)".

Frase para recordar: "Al igual que la niebla se asienta en los valles, las supersticiones se aferran a los más recóndito del alma creando las depresiones en la conciencia del mundo.

la mujer pantera 1942la mujer pantera 1942

Título original: Cat people.

Director: Jacques Tourneur.

Intérpretes: Simone Simon, Kent Smith, Jane Randolph, Tom Conway, Jack Holt.

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LA MUJER PANTERA (1942). La felina de Jacques Tourneur.

la mujer pantera 1942
El realizador parisino Jacques Tourneur ("El halcón y la flecha (1950)") empezaría a darse a conocer en esto de la industria cinematográfica gracias al vinculo que mantuvo con el productor y también periodista Val Newton (contratado ese mismo año por la RKO studio para que se encargara de la parcela del cine de terror), y es que con él llevaría a cabo la realización de tres títulos que gozarían de la popularidad (especialmente por aquella fecha) entre los aficionados del género, éstos  fueron "La mujer pantera (1942)", "Yo anduve con un zombie (1943)" y "El hombre leopardo (1943)". En esta ocasión me centraré en el primero de ellos, "La mujer pantera (1942)", una película escrita por DeWitt Bodeen ("Nunca la olvidaré (1948)") y cuyo argumento plasmaría la historia de Irena Dubrozna, una joven serbia que padecía una terrible maldición que no era otra que transformarse en una pantera (o lo que es lo mismo, sacar su lado más peligroso y asesino) ante las situaciones de pasión, ira y celos. Una condena que vería  la luz en el momento que conoce y se enamora del apuesto arquitecto Oliver Reed. La obra estaría protagonizada por la francesa Simone Simon (elegida por Val Newton tras quedarse prendado de ella al verla en "El hombre que vendió su alma (1941)"), una atractiva actriz que supo sacar para su papel de  monstruo (bello pero al fin al cabo monstruo) felino, un imagen tan angelical como sensualmente inquietante. El resto del reparto principal estaría compuesto por el estadounidense Kent Smith ("La sentencia (1947)"), actor que combinaría durante su carrera filmográfica el cine de la serie b con el mundo de la televisión y que aquí representaría al soso Oliver Reed, por Jane Randolph ("Abbott y Costello contra los fantasmas (1948)") en la piel de Alice, mujer que mantendría una arriesgada rivalidad con Irena en busca del amor de Oliver y por Tom Conway ("La séptima víctima (1943)") como el psiquiatra (Dr. Louis Judd) que trataría de ayudar a la protagonista de su extraño problema.

la mujer pantera 1942

Entre sus escenas cabe destacar el revuelo ocurrido en una tienda de animales ante la presencia de Irena o esos dos momentos antológicos, ambos con la presencia de Jane Randolph, como son su paseo nocturno por el Central Park mientras es perseguida por unos pasos amenazantes o el momento de la piscina que ante la intimidación de una transformada Irena intentaría refugiarse dentro del agua, dos instantes que se caracterizarían por el empleo de  sombras y  sonidos, técnica aplicada para paliar el escaso presupuesto que contaba la película pero que sin embargo supo transmitir perfectamente esa atmósfera de tensión y pánico que pretendía hacernos sentir dichas secuencias.

la mujer pantera 1942

Aprovechando su tirón comercial, el film iba a contar con una secuela titulada "El regreso de la mujer pantera (1944)", interesante continuación dirigida por Robert Wise ("Ultimatum a la Tierra (1951)") y Guther von Fritsch y donde iba a estar protagonizada por el mismo trío de actores de la obra precursora. En 1982, Paul Schrader (guionista de la mítica "Taxi driver (1976)") realizaría un remake caracterizado por resaltar el aspecto sexual de la protagonista pero que no conseguiría hacer sombra al gran trabajo de Tourneur. Como curiosidad, debido al bajo presupuesto que contaba la obra (como antes mencioné) se utilizaron decorados de otras películas para escenificar la historia, entre ellos, los que había utilizado Orson Wells para "El cuarto mandamiento (1942)".

Frase para recordar: "Al igual que la niebla se asienta en los valles, las supersticiones se aferran a los más recóndito del alma creando las depresiones en la conciencia del mundo.

la mujer pantera 1942la mujer pantera 1942

Título original: Cat people.

Director: Jacques Tourneur.

Intérpretes: Simone Simon, Kent Smith, Jane Randolph, Tom Conway, Jack Holt.

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Simone Simon

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corazón salvaje
David Lynch volvería a hacer de las suyas introduciéndonos de lleno en su estrafalario universo cinematográfico con esta versión libre y  personal sobre la novela homónima de Barry Gifford (de otro de sus escritos también saldría la alocada "Perdita durango (1997)" del español Álex de la Iglesia) y que también contaría con guiños del relato de Lyman Frank Baum, "El mago de oz". La obra en cuestión nos narraba una atípica historia de amor entre dos seres fugitivos y traumáticos como eran, Saylor Ripley (a cargo de un histriónico Nicolas Cage), una especie de emulación moderna de la figura de Elvis Presley (chaqueta de piel de serpiente incluida, cuya prenda como dato llamativo, se asemejaba a la que llevaba Marlon Brando en "Piel de serpiente (1959)" de Sydney Lumet) de carácter difícil y violento y Lula Fortune (encarnada por Laura Dern), una joven extremadamente sexual, ingenua y de excesiva dependencia emocional hacia su media naranja. Su romance, una mezcla tan explosiva como enfermiza, peligraría ante la oposición de la madre de Lula (un neurótico personaje representado por Diana Ladd (madre en la vida real de la propia Laura Dern y donde ya la habíamos visto en "Alicia ya no vive aquí (1974)" de Martin Scorsese) cuya interpretación le llevaría a la segunda nominación en los Óscar como mejor actriz secundaria) que no aceptaría su relación con Saylor (ya que éste vió como asesinaba a su marido quemándolo vivo) hasta el extremo de pedir la ayuda de sus dos amantes, un detective privado llamado Johnnie Farragut (Harry Dean Stanton) y el mafioso Marselles Santos (J.E. Freeman) para que acabasen con su vida.

corazón salvaje

El film como es habitual en la gran parte de los trabajos de Lynch (quizás "Una historia verdadera (1999)" sea su película más "normalita") estaría envuelto en una atmósfera decadente, retorcida y porque no decirlo, completamente surrealista, donde sexo, muerte y personajes inverosímiles (prostitutas obesas, hadas y brujas sacadas de un tétrico cuento infantil...) nos acompañarían durante el transcurso de la trama, hecho que iba a producir un cierto rechazo en gran parte del público que la visionó en la fecha de su estreno (aprovecho para recordar que a pesar de ganar la Palma de Oro en Cannes, en su país de origen, Estados Unidos, fue un rotundo fracaso comercial). Cabe destacar la minuciosa elección musical que se hizo para la obra, en ella escucharíamos desde la perturbadora partitura de Angelo Baladamenti (inolvidable su trabajo para la serie "Twin Peaks"), pasando por el "Love me" y "Love me tender" de Elvis Presley (cantadas en formato "playback" por el propio Nicolas Cage),  el blues de Koko Taylor ("Up in flames"), los trallazos thrash metal de Powermad (que intensificaban los momentos más violentos del film) y el maravilloso tema de Chris Isaak, "Wicked game", aquí expuesto en modo instrumental.

corazón salvaje

Entre sus escenas hago mención la violación "psicológica" de Bobby Perú (un atracador siniestro interpretado por un William Dafoe con prótesis dental y con un fino bigote a lo Clark Gable) a Lula o la secuencia del accidente de tráfico donde la pareja protagonista ve y siente en directo la muerte de una adolescente, sin olvidarme de la secuencia que abre el film (un enajenado Nicolas Cage golpea brutalmente a un tipo que le había amenazado con una navaja), donde el realizador nos avisaba desde un primer momento lo indigesto que nos podía resultar su película. Como curiosidad, tras el termino del rodaje se produciría la ruptura sentimental de David Lynch con Isabella Rossellini, actriz con que la que mantuvo un idilio desde que se conocieron en su anterior "Terciopelo azul (1986)" y que aquí iba a tener un pequeño papel como "Perdita durango".

Frase para recordar: "El mundo entero, salvaje por dentro y muy extraño por fuera".

corazón salvajecorazón salvaje

Título original: Wild at heart.

Director: David Lynch.

Intérpretes: Nicolas Cage, Laura Dern, William Dafoe, Diana Ladd, J.E. Freeman.

Trailer: 



Escena: 



B.S.O.: 




Información complementaria:
Laura Dern

Reseña escrita por Jesús Fariña 

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CORAZÓN SALVAJE (1990). Un clásico de David Lynch de los años 90.

corazón salvaje
David Lynch volvería a hacer de las suyas introduciéndonos de lleno en su estrafalario universo cinematográfico con esta versión libre y  personal sobre la novela homónima de Barry Gifford (de otro de sus escritos también saldría la alocada "Perdita durango (1997)" del español Álex de la Iglesia) y que también contaría con guiños del relato de Lyman Frank Baum, "El mago de oz". La obra en cuestión nos narraba una atípica historia de amor entre dos seres fugitivos y traumáticos como eran, Saylor Ripley (a cargo de un histriónico Nicolas Cage), una especie de emulación moderna de la figura de Elvis Presley (chaqueta de piel de serpiente incluida, cuya prenda como dato llamativo, se asemejaba a la que llevaba Marlon Brando en "Piel de serpiente (1959)" de Sydney Lumet) de carácter difícil y violento y Lula Fortune (encarnada por Laura Dern), una joven extremadamente sexual, ingenua y de excesiva dependencia emocional hacia su media naranja. Su romance, una mezcla tan explosiva como enfermiza, peligraría ante la oposición de la madre de Lula (un neurótico personaje representado por Diana Ladd (madre en la vida real de la propia Laura Dern y donde ya la habíamos visto en "Alicia ya no vive aquí (1974)" de Martin Scorsese) cuya interpretación le llevaría a la segunda nominación en los Óscar como mejor actriz secundaria) que no aceptaría su relación con Saylor (ya que éste vió como asesinaba a su marido quemándolo vivo) hasta el extremo de pedir la ayuda de sus dos amantes, un detective privado llamado Johnnie Farragut (Harry Dean Stanton) y el mafioso Marselles Santos (J.E. Freeman) para que acabasen con su vida.

corazón salvaje

El film como es habitual en la gran parte de los trabajos de Lynch (quizás "Una historia verdadera (1999)" sea su película más "normalita") estaría envuelto en una atmósfera decadente, retorcida y porque no decirlo, completamente surrealista, donde sexo, muerte y personajes inverosímiles (prostitutas obesas, hadas y brujas sacadas de un tétrico cuento infantil...) nos acompañarían durante el transcurso de la trama, hecho que iba a producir un cierto rechazo en gran parte del público que la visionó en la fecha de su estreno (aprovecho para recordar que a pesar de ganar la Palma de Oro en Cannes, en su país de origen, Estados Unidos, fue un rotundo fracaso comercial). Cabe destacar la minuciosa elección musical que se hizo para la obra, en ella escucharíamos desde la perturbadora partitura de Angelo Baladamenti (inolvidable su trabajo para la serie "Twin Peaks"), pasando por el "Love me" y "Love me tender" de Elvis Presley (cantadas en formato "playback" por el propio Nicolas Cage),  el blues de Koko Taylor ("Up in flames"), los trallazos thrash metal de Powermad (que intensificaban los momentos más violentos del film) y el maravilloso tema de Chris Isaak, "Wicked game", aquí expuesto en modo instrumental.

corazón salvaje

Entre sus escenas hago mención la violación "psicológica" de Bobby Perú (un atracador siniestro interpretado por un William Dafoe con prótesis dental y con un fino bigote a lo Clark Gable) a Lula o la secuencia del accidente de tráfico donde la pareja protagonista ve y siente en directo la muerte de una adolescente, sin olvidarme de la secuencia que abre el film (un enajenado Nicolas Cage golpea brutalmente a un tipo que le había amenazado con una navaja), donde el realizador nos avisaba desde un primer momento lo indigesto que nos podía resultar su película. Como curiosidad, tras el termino del rodaje se produciría la ruptura sentimental de David Lynch con Isabella Rossellini, actriz con que la que mantuvo un idilio desde que se conocieron en su anterior "Terciopelo azul (1986)" y que aquí iba a tener un pequeño papel como "Perdita durango".

Frase para recordar: "El mundo entero, salvaje por dentro y muy extraño por fuera".

corazón salvajecorazón salvaje

Título original: Wild at heart.

Director: David Lynch.

Intérpretes: Nicolas Cage, Laura Dern, William Dafoe, Diana Ladd, J.E. Freeman.

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Información complementaria:
Laura Dern

Reseña escrita por Jesús Fariña 

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