Una vez más James Cagney ("Al rojo vivo (1949)") iba a encarnar el rol que más le gustaba realizar frente a una cámara, el de mafioso, interpretando en esta ocasión al peligroso Rocky Sullivan, un papel que le iba a suponer su primera nominación en los óscar durante toda su carrera filmográfica. En la otra cara de la moneda, dando vida al "bueno" de la película, tendríamos a Pat O¨Brien ("Con su misma arma (1939)") como el sacerdote Jerry Connolly, un personaje que arriesgaría su propia vida con la intención de acabar con la corrupción y delincuencia que domina las calles donde vive. Ambos actores, amigos también en la vida real, les veríamos juntos en una gran pantalla en varias ocasiones (hasta un total de seis veces) en películas como "El predilecto (1935)" o "Águilas heroicas (1936)").
Un Humphrey Bogart que empezaba a darse a conocer en esto de la industria hollywoodiense (por aquellos años sus interpretaciones eran papeles de malo) representando al abogado corrupto James Frazier, la bella Ann Sheridan ("La novia era él (1949)") en la piel de Laury Ferguson, la chica que se enamoraría de Rocky Sullivan y los denominados "The Dead End Kids" ("Han hecho de mi un criminal (1939)"), un grupo de jóvenes actores neoyorquinos que gozaron de popularidad a finales de los años 30 gracias a sus participaciones en películas de este tipo completarían el reparto principal de la obra.
Entres sus escenas hago mención la secuencia donde Jerry visita la celda en la que se encuentra encerrado Rocky y le pide a éste que en el momento de su ejecución suplique para concienciar a los jóvenes que no elijan el camino de la delincuencia o el instante donde el mencionado Rocky da clases de "buenos modales" a los chicos en un partido de baloncesto. Cabe destacar el gran trabajo musical de Max Steiner ("Lo que el viento se llevó (1939)") que con su partitura resalta los momentos más emotivos del film o la brillante fotografía en blanco y negro de Sol Polito ("El sargento York (1941)"). Como curiosidad, la obra también tendría su versión radiofónica (realizado al siguiente año en "El teatro radio Lux") donde sus protagonistas, James Cagney y Pat O.Brien, volvería a repetir sus respectivos papeles.
Frase para recordar: "De que me sirve enseñarles de que la honradez es el mejor camino si por todas partes ven que la falta de honradez da más beneficios".
Título original: Angels with dirty faces.
Director: Michael Curtiz.
Intérpretes: James Cagney, Pat O' Brien, Ann Sheridan, Humphrey Bogart.
Trailer:
Información complementaria:
Ann Sheridan
Reseña escrita por Jesús Fariña
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3 opiniones :
Para mí, una buena película con un final sorprendente para la época y el género, que dejará a más de uno sorprendido.
Un saludo.
Sin lugar a dudad Emilio, es un clásico del cine negro e incluso me atrevería decir que es una de las mejores de James Cagney, un saludo!
Pronto volveré a verla. La primera vez me impactó. Es soberbia.
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