Si tenemos que hablar de los grandes clásicos que componen la historia del séptimo arte es imperdonable no mencionar esta obra maestra de John Ford, un film donde el realizador obtendría el cuarto óscar de su carrera como mejor director después de conseguirlo con anterioridad en el melodrama rural "¡Qué verde era mi valle! (1941)". La historia, basada en un relato de Maurice Walsh, estaría centrada en las divertidas vivencias de Sean Thorton, un ex-boxeador irlandés que después de pasar un largo periodo en tierras estadounidenses regresa a su pueblo natal (Innishfree) con la intención de olvidar parte de su pasado. Allí se enamoraría de Mary Kate Danager, una guapa mujer de armas tomar y donde tendría que adaptarse a las rústicas costumbres de sus habitantes y hacer frente a la chulesca actitud de su hermano (el gigantón Will Danager) para conseguir la aceptación de su amor. El realizador volvería a contar en sus filas con su actor fetiche, el inolvidable John Wayne, para que diese vida al "tranquilo" Sean Thorton. Éste estaría acompañado de otros actores habituales dentro de la filmografía de John Ford como fueron la pelirroja Maureen O´Hara ("Río grande (1950)") representando el papel de Kate Danager, la joven que abriría el corazón del protagonista, Victor McLaglen ("Fort Apache (1948)") como el tosco Will Danager y los secundarios Barry Fitgerald ("Hombres intrépidos (1940)") como el carismático y borrachín Michaleen Flynn y War Bond ("Centauros del desierto (1956)") en la piel del párroco Peter Lonegan (personaje que también haría las funciones del narrador de la historia).
La película desbordaría perfección en todos los sentidos desde el sencillo pero trabajado guión del polivalente Frank S. Nugent ("Los implacables (1955)"), las excelentes interpretaciones de cada uno de los actores que componen la obra, la maravillosa partitura de Victor Young ("Scaramouche (1952)"), una magnifica pieza musical que incluiría melodías tradicionales irlandesas y hasta la magistral fotografía de Winton Hoch ("Raíces de pasión (1948)") que nos trasladaría a los bellos paisajes de los pueblos de Irlanda. Entre sus escenas hay que recordar el famoso momento del beso de John Wayne a Maureen O´Hara bajo la compañía de un viento huracanado, la maratoniana secuencia de la pelea entre Sean Thorton y Will Danager por todos los rincones del pueblo (se dice que dicha escena fue de tal intensidad entre los dos actores que el bueno de John Wayne acabaría con dos costillas rotas) o ese instante donde el propio Thorton coge agua bendita para que Kate Danager se persigne desde su mano. Como curiosidad, esta sería la segunda participación en la gran pantalla de la pareja John Wayne-Maureen O´Hara, luego volverían a trabajarían juntos en tres ocasiones más, pero eso ya es otra historia.
Frase para recordar: "Lo lamentará hasta el día de su muerte, si vive hasta entonces...".
La película desbordaría perfección en todos los sentidos desde el sencillo pero trabajado guión del polivalente Frank S. Nugent ("Los implacables (1955)"), las excelentes interpretaciones de cada uno de los actores que componen la obra, la maravillosa partitura de Victor Young ("Scaramouche (1952)"), una magnifica pieza musical que incluiría melodías tradicionales irlandesas y hasta la magistral fotografía de Winton Hoch ("Raíces de pasión (1948)") que nos trasladaría a los bellos paisajes de los pueblos de Irlanda. Entre sus escenas hay que recordar el famoso momento del beso de John Wayne a Maureen O´Hara bajo la compañía de un viento huracanado, la maratoniana secuencia de la pelea entre Sean Thorton y Will Danager por todos los rincones del pueblo (se dice que dicha escena fue de tal intensidad entre los dos actores que el bueno de John Wayne acabaría con dos costillas rotas) o ese instante donde el propio Thorton coge agua bendita para que Kate Danager se persigne desde su mano. Como curiosidad, esta sería la segunda participación en la gran pantalla de la pareja John Wayne-Maureen O´Hara, luego volverían a trabajarían juntos en tres ocasiones más, pero eso ya es otra historia.
Frase para recordar: "Lo lamentará hasta el día de su muerte, si vive hasta entonces...".
Título original: The quiet man.
Director: John Ford.
Intérpretes: John Wayne, Maureen O´Hara, Victor McLaglen, Barry Fitzgerald.
Trailer:
B.S.O.:
Es una de esas películas que siempre recordaré con cariño. Junto con La taberna del irlandés me hizo descubrir un lado menos serio de John Wayne.
ResponderEliminarSaludos
Lo que más me impactó fue la banda sonora
ResponderEliminarAdoro esa película, de principio a fin, cada detalle, cada papel, cada dialogo.
ResponderEliminarSin duda una elección genial para una tarde tristona.
Sí, y desde luego su banda sonora también es una de las clásicas.
ResponderEliminarSaludos!
Qué deliciosa historia. Una obra maestra muy entrañable.
ResponderEliminarDe las mejores peleas de la historia.
ResponderEliminarSaludos
Gran película. Aunque soy más de Billy Wilder.
ResponderEliminarTe invito a mi nuevo blog. Saludos.
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ResponderEliminarGracias de antemano,
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