El meticuloso detective privado Harry Caul es contratado por una importante compañía para que espíe y grabe la conversación de una pareja de empleados. Lo que en un principio iba a ser para Harry un caso más de los muchos que había realizado como profesional del espionaje terminará convirtiéndose en un trabajo que le guiará por el nefasto camino de la obsesión y la locura. Un Francis Ford Coppola que pasaba por el momento más dulce de su carrera realizaría esta pequeña pero interesante obra de intriga y de fuerte carga psicológica, donde escrita y producida por él mismo le llevaría a luchar en la carrera de los óscar de aquel año en las categorías de mejor guión original y mejor película (hay que recordar que en la ceremonia de aquel año Coppola triunfaría de manera justa y clara con "El padrino II", película que le daría un total de seis estatuillas doradas). El film se caracterizaría por mantener un ritmo narrativo pausado durante toda la trama, contar con uno de esos finales que no te esperas y que al mismo tiempo te explican todos los cabos sueltos que nos ha dejado la historia y por el tortuoso trato que da el realizador al personaje principal donde lo introduce en una claustrofóbica espiral de obsesiones, paranoias y remordimientos del pasado. En el reparto de actores nos encontraríamos con Gene Hackman ("Sin perdón (1992)") representando magistralmente al reservado y solitario Harry Caul, con John Cazale, actor de corta filmografía a causa de un terrible cáncer que acabó con su vida y que tuvo el honor de formar parte de cuatro de la películas más representativas de la década de los setenta (las dos partes de "El Padrino", "Tarde de perros" (1975)" y "El cazador (1978)" de Michael Cimino) y que aquí haría de Stan, el socio del protagonista, con Robert Duvall ("Un día de furia (1993)") en un breve papel sin acreditar encarnando al director de la empresa que contrata los servicios de Harry y con un desconocido Harrison Ford (antes de ponerse el sombrero y usar el látigo de Indiana Jones) como el secretario de éste último. Otro de los elementos a tener en cuenta de la película es el gran trabajo de sonido del cineasta Walter Murch, también reconocido por su excelente labor cinematográficas en películas como "Apocalyse now (1979)" o "El paciente inglés (1996)". Entre sus escenas destacó la larga secuencia inicial donde en un parque lleno de gente el equipo de Harry graba sigilosamente todos los movimientos y conversaciones de la pareja que tienen que espiar. Como curiosidad, Gene Hackman llegó afirmar de que ésta había sido su película favorita de todas las que ha interpretado.
Título original: The conversation.
Director: Francis Ford Coppola.
Intérpretes: Gene Hackman, John Cazale, Cindy Williams, Harrison Ford.
Trailer:
No me extraña que sea su peli favorita, de las protagonizadas por él, y eso que tiene ahí nada menos que French connection. Para mí es una de las obras de arte de Coppola. Oscura, sugerente, obsesiva, paranoide. La escena del seguimiento de la pareja de amantes por el parque es magistral, y no digamos la escena en la que Harry Caul destroza su apartamento en busca de micrófonos. Su personaje parece salido de otra época; es triste y vive de unos recuerdos que no dejan de perseguirlo. Su fama es justificada, un mito viviente de la profesión… pero hay oscuridad en ese pasado, dudas…me encanta esta peli.
ResponderEliminarUn saludo. Magnífica la reseña, Jesús.
Otra de las escenas interesantes es el sueño de Harry con uno de los miembros de la pareja que tiene que espiar, muchas gracias Javi por tu visita y comentario, un saludo amigo!
ResponderEliminar