El cineasta galo Mathieu Kassovitz nos llevaría a las más profundas entrañas de los barrios marginales franceses para que en el trascurso de 24 horas relatarnos las vivencias de tres conflictivos jóvenes y los problemas que mantienen éstos con su entorno. El film, una de las gratas sorpresas europeas de la década de los noventa, se caracterizaría por mostrarnos un duro retrato sobre la adolescencia de los menos favorecidos en los entornos sociales, donde la violencia y el odio se convertirían en su única válvula de escape para descargar las frustraciones de su incierto futuro. El mencionado Mathieu Kassovitz, verdadero artífice del éxito de la obra y ganador en la categoría de mejor director en el Festival de Cannes de aquel año, iba a convertirse en una de las jóvenes promesas del cine francés (por aquel entonces sólo tenía 25 años), lástima que éste optara por cambiar el rumbo de su carrera alejándose del cine de autor para centrarse en la realización de películas de tono más comercial y palomitero (quizás en un intento de llamar la atención de la todopoderosa industria hollywoodiense), obras como "Los ríos de color púrpura (2000)", el thiller fastasmagórico "Gothika (2003)" o la decepcionante "Babylon (2008)" con el cachas Vin Diesel fueron algunos de sus posteriores proyectos. Los jóvenes en cuestión que protagonizan la historia (un judío, un árabe y un chico de color) estaría interpretados por unos desconocidos (por aquella fecha) Vincent Cassel ("Irreversible (2002)"), Humbert Koundé ("El jardinero fiel (2005)") y Said Taughmaoui ("Cometas en el cielo (2007)"). Hago mención la magnífica fotografía en blanco y negro de Pierre Aim que resalta a la perfección la crudeza, el fuerte dramatismo y la violencia (más emocional que física) que desprende todo el conjunto del film. Entre sus escenas destaco el instante de como uno de los jóvenes habla con su madre de querer dejar el barrio para alejarse de su delictiva vida y ésta sólo se preocupa que le consiga una lechuga o la secuencia donde el personaje de Vincent Cassel emula el momento espejo de Robert De Niro de la mítica "Taxi driver (1976)". Como curiosidad el propio realizador tendría un cameo en el film interpretando a un skin head que recibe una paliza por parte del trio protagonista.
Frase para recordar: "Esta es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos. Para tranquilizarse mientras cae al vacío no para de decirse -Ahora todo va bien-. Pero lo importante no es la caída, es el aterrizaje".
Título original: La Haine.
Director: Mathieu Kassovitz.
Intérpretes: Vincent Cassel, Humbert Koundé, Said Taughmaoui.
Trailer:
Información complementaria:
Vincent Cassel
Vincent Cassel
Gracias a ti Fool loser por tu seguimiento a la página y por tu propuesta. La escenas que mencionas también es una secuencia representativa dentro del film, gracias por recordarla. Un saludo, espero verte más veces por aquí.
ResponderEliminarPeliculón!!!!
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