Basándose en la novela de James M. Caine ("Pacto de sangre") y ésta a su vez inspirada en un asesinato real ocurrido a finales de los años 20 en tierras neoyorkinas, Billy Wilder nos brindaría con una de las grandes obras clásicas del cine negro americano. La historia se centraría en el meticuloso plan que mantienen un vendedor de seguros y una atractiva mujer con la intención de asesinar al marido de ésta y obtener una importante suma de dinero con su póliza de seguros. Caracterizada por su perfecto trabajo de dirección y una selección de magníficos e irónicos diálogos, el film nos dejaría para el recuerdo a una de las mejores "femme fatales" vistas en una pantalla de cine, a la calculadora Phyllis Dietrichson, un personaje representado magistralmente por Barbara Stanwyck ("Delito de pasión (1957)"), que a pesar de su reacia intención inicial de interpretarlo por miedo que encarnar un ser tan malvado influyera negativamente en el futuro de su carrera, le llevaría a obtener la nominación de mejor actriz en los oscar de aquel año (lo ganaría Ingrid Bergman por "Luz que agoniza (1944)"). Completarían el reparto principal Fred MacMurray ("El motín del Caine (1954)") como el agente de seguros Walter Neff, un personaje manipulado por los encantos femeninos que sacrificará su prometedor futuro para caer en el abismo, como bien dice el título en español, de la "perdición" y Edward G. Robinson ("Cayo Largo (1948)"), donde aparcando momentaneamente sus papeles de villano y gangster, daría vida al meticuloso Barton Keyes, jefe de Neff y encargado de descubrir los fraudes que ocurren entre los clientes que solicitan sus seguros (genial sus expresiones cuando detecta reclamaciones falsas y su "enanito dentro del estomago" que le avisa cada vez que intentan engañarle). Entre las grandísimas escenas que nos dejó el film hago mención el momento donde una sensual Barbara Stanwych (con peluca rubia platino y pulsera tobillera incluida) baja las escaleras de su domicilio frente la embobada mirada de Fred MacMurray o esa original secuencia de los créditos iniciales con la silueta de un hombre con muletas acercándose a la pantalla mientras suena la notable partitura de Miklos Rozsa ("Ben-Hur (1959)"). Como curiosidad para el papel de Walter Neff se barajaron los nombres de Dick Powell y Alan Ladd.
Frase para recordar: "La meta eran 50.000 dolares, aunque había que pasar por el cadáver de un hombre que jamás me había hecho nada, salvo estar casado con una mujer que ya no le importaba".
Frase para recordar: "La meta eran 50.000 dolares, aunque había que pasar por el cadáver de un hombre que jamás me había hecho nada, salvo estar casado con una mujer que ya no le importaba".
Título original: Double indemnity.
Director: Billy Wilder.
Intérpretes: Fred MacMurray, Barbara Stanwych, Edward G. Robinson.
Trailer:
B.S.O.:
Una de las obras cumbres del cine negro, sin duda.
ResponderEliminarHabrá que verla.
ResponderEliminarMe gusta este blog, lo tendré presente cuando no sepa qué ver...
Tu lo has dicho Marcos, obra cumbre del cine negro. Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias Bastida, me alegra que te sea de interés este blog, un saludo!
Un peliculón sin duda. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre he dicho que la mejor mala del cine ha sido Bette Davis, pero en esta película Barbra Stanwyck está genial.
ResponderEliminarEso de las tobilleras es que antiguamente las que se las ponían no eran mujeres muy "decentes" pasaba lo mismo que con los tatuajes.
Saludos y buen domingo.
obra cumbre del cine negro. Me gustaría que escribieras una entrada sobre otra de las grandes: Retorno al pasado. Un saludo
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