EL MAQUINISTA DE LA GENERAL (1926). Un clásico de Buster Keaton

Mencionar los nombres de Charles Chaplin, Max Linder, Harold Lloyd o Buster Keaton equivale a nombrar a los grandes iconos de la comedia del cine mudo. Sus películas, caracterizadas siempre por sus rápidas secuencias de persecuciones, las numerosas caídas y golpes que sufrían los personajes que interpretaban y por aquellos gags cargados de ingenio e improvisación, sacaron (y siguen sacando a pesar del paso de los años) más de una carcajada entre publico que las visionó. En esta ocasión me centraré en la figura del inolvidable Buster Keaton y la que fue su película más emblemática, "El maquinista de la general", y es que esta mítica estrella cinematográfica también llamada "Pamplinas" (especialmente en el territorio español) o "Cara de piedra" por su peculiar e inexpresivo rostro, nos deleitaría con una de las mejores comedias que podemos ver dentro del cine mudo a pesar del tremendo fracaso en taquilla que sufrió en la fecha de su estreno. En dicha obra y con la Guerra de la Seseción norteamericana como telón de fondo, Buster Keaton se pondría en la piel de Johnny Gray un maquinista de trenes que tratará, en un acto de valentía, de rescatar a su amada (papel realizado por Marion Mack) al mismo tiempo de recuperar una locomotora ("La General") robada por un grupo de soldados nordistas. Keaton en colaboración con Clyde Bruckman (guionista fundamental durante el último periodo del cine mudo y que tuvo el honor de trabajar, a parte del mencionado Buster Keaton, junto a otros pesos pesado del género como fueron Laurel y Hardy, Harold Lloyd o W.C. Fields) se inspirarían en la novela escrita por William Pittenger y los hechos que sucedieron durante La Guerra Civil norteamericana para confeccionar el argumento del film. Entre sus escenas cabe destacar el mítico momento donde Buster Keaton se encuentra en la parte delantera del tren sujetando un enorme tablón o sus improductivos intentos de alistarse en el ejercito para cautivar el amor de su prometida. Como curiosidad, el afán perfeccionista de Buster Keaton hizo que todos los elementos introducidos en el film (locomotoras, cañones, vestuarios de los soldados...) fueran un calco exacto de los que se utilizaron en la verdadera Guerra Civil estadounidense.