En 1991 Jonathan Demme presentó al mundo la película que le abrió las puertas de la Serie A de directores de Hollywood; El Silencio de los Corderos (The Silence of the Lambs). Adaptación a la gran pantalla de la novela de Thomas Harris, también autor de los libros "Dragon Rojo" y "Hannibal", adaptados al cine posteriormente. El guión del film corrió a cargo de Ted Tally, quien previamente había escrito Pasión sin barreras (Luis Mandoki, 1990) una olvidadísima cinta erótico-festiva de Susan Sarandon y James Spader.
Con El Silencio de los Corderos, estamos ante la clásica película que define el resto de las carreras de los implicados en ella; estos fueron Jodie Foster (Clarice Starling), un papel que Foster ansiaba ante todo, incluso intentó comprar ella misma los derechos de la novela de Harris. El punto clave para que Foster lograra el papel de Clarice fue su interpretación en Acusados (Jonathan Kaplan, 1988). La favorita de los productores en cambio era Michelle Pfeiffer, quien prefirió filmar en términos "más suaves" Frankie & Johnny (Garry Marshall, 1991) junto a Pacino. Gene Hackman era en un principio el propietario oficial de los derechos de adaptación de la novela de Harris, y quien le prometió a Foster –en una reunión improvisada durante los Oscar’s de 1989 en donde ambos estaban nominados en sus respectivas categorías- el papel de Clarice. Con esa condición cedió a Orion Pictures dichos derechos, Hackman tenía previsto ser Crawford, el mentor de Clarice, papel que finalmente acabó en las manos de Scott Glenn. Por el contrario, apenas nadie pudo plantar cara a la candidatura de Anthony Hopkins como el Doctor Hannibal Lecter, en un papel algo más largo que el que se vio en Hunter (Michael Mann, 1986) y que interpretó de forma mucho más sosegada Brian Cox. En un principio se llegó a poner sobre la mesa la candidatura de Jeremy Irons para el rol de Lecter, incluso en algunas webs figura como el Irons rechazó el papel a favor de la película El misterio Von Bulow. Quizá pesó demasiado el fracaso de la anterior cinta con Lecter, la ya citada Hunter, algo que también hizo que Dino De Laurentiis (productor) no renovará sus derechos sobre las novelas de Harris, que luego sí hizo efectivos en Hannibal (Ridley Scott, 2001) y El dragón rojo (Brett Ratner, 2002), está ultima una copia exacta, aunque más comercial de Hunter de Mann.
Volviendo a Hopkins, este se tomó el rol de Lecter como un autentico reto; estudió el comportamiento de los asesinos en serie, creó un nuevo tono de voz mezcla, según sus palabras del deje de Truman Capote y Katherine Hepburn, y se dedicó durante el rodaje a no salir en ningún momento del personaje, hasta el punto que la propia Foster, con quien filmó la gran mayoría de sus escenas llegaba a estremecerse realmente por su eterna pose de psicópata.
Apuntar como parte del reparto, los cameos de los directores del cine de terror más explotation de los años 60 y 70; George A. Romero y Roger Corman, ambos como dos jefazos del FBI. Y los inolvidables papeles de Ted Levine (Buffalo Bill), Charles Napier (Boyle) y Anthony Heald (Chilton), como el deleznable director del psiquiátrico de Baltimore donde está recluido Lecter.
A pesar de sus efectismos, ojo a la repetitiva atracción de cada personaje masculino hacia Clarice, una frágil mujer, con andar seguro, pero una pose miedosa. Cuesta creer- a pesar de que Foster no es una mujer poco agraciada- que todos los hombres caigan de forma instantánea prendados de ella. Eso sí, en el aspecto de la relación entre Lecter y Clarice, todo está muy bien narrado, siendo el “psicópata” quien juega y psicoanaliza a la presunta psicoanalista. Demme juega con la cámara y los espacios para crear una tensión en aumento, hay momentos muy de los años noventa, sobre todo aquellos en donde Buffalo Bill se encuentra en su particular "mazmorra" y falso plano secuencia sostenido para la presentación de Lecter, en donde Chilton anda más preocupado de ligarse a Clarice que de avisarla de los peligros que corre al ver a Lecter. Para la historia queda el momento en donde uno de los encerrados se masturba y lanza a la cara de Clarice su semen, un momento que aún hoy cuesta creer que pasará la censura americana. Ojo a la reacción de Foster, en una de las escenas que le dieron el Oscar de 1991. En cuanto a Demme, es de justicia resaltar que con "El Silencio" consiguió darle seriedad a un subgénero que en los ochenta valía solo como excusa para films de acción (El héroe y el terror, Cobra, Ángel de la muerte). Sin duda estamos ante un film que marcó un importante hito, no solo por su éxito de taquilla y sus cinco Oscar’s, también por su estilo y sus formas, que luego David Fincher redefinió en Seven (1995). Otro punto importante que toca "El Silencio" es el travestismo y la homosexualidad, en este caso el asesino en su lucha por entenderse a sí mismo busca en otras mujeres su propia identidad; algo muy deudor de El estrangulador de Boston, pero sin las dos caras que en aquella exhibía Tony Curtis.
En definitiva, El Silencio de los Corderos es un clásico de su género, una cinta que con justicia arrasó en los Oscar’s de 1992 logrando cinco de las siete estatuillas –Película, actor, actriz, director y guión- a las que optaba, incluyendo, la más preciada a mejor película, categoría en la que competía junto a JFK (Oliver Stone), La bella y la bestia –sí, aún los films de animación no tenían su propia categoría-, Bugsy & El Príncipe de las mareas. El tiempo claramente dio la razón en aquella ocasión a la Academia, siendo la ganadora la más recordada. Además sirvió para relanzar las carreras de Anthony Hopkins (tras unos años ochenta en donde incluso tuvo serios problemas con la bebida) y Jodie Foster, que salía del vergonzante descalabro de Camino de retorno (Alan Smithee, 1990), un bodrio rodado junto a Dennis Hopper –que se negó a firmar como director-, que gracias al éxito de El Silencio de los Corderos nadie le pudo echar en cara.
Título original: The silence of lambs.
Director: Jonatham Demme.
Intérpretes: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Scott Glenn, Ted Levine, Anthony Heald, Diane Baker, Brooke Smith.
Director: Jonatham Demme.
Intérpretes: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Scott Glenn, Ted Levine, Anthony Heald, Diane Baker, Brooke Smith.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Jonathan Glez
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