Existen películas esclavas de su época. Cintas que fuera del contexto y el lugar donde fueron realizadas pierden su fuerza. A la mañana siguiente (The morning after, 1986) es en parte una de esas. Jane Fonda -nominada al Oscar por este papel, estatuilla que perdió en favor de la debutante Marlee Matlin por Hijos de un Dios menor (Randa Haines)- es la casi absoluta protagonista de este ochentero thriller de cadáver al amanecer y sospechosa ebria que para su desgracia no recuerda nada de lo sucedido. El muerto: Bobby Korshack (Geoffrey Scott) un fotógrafo de modelos eróticas, a poder ser culturista o amantes del fitness. Movimiento cultural clave de los años ochenta del que la propia Fonda formo parte hasta llegados los noventa. La sospechosa: Alex Sternbergen (Fonda) una actriz olvidada y alcoholizada, una mujer difícil en plena decadencia física.
A la mañana siguiente se rodó de forma independiente fuera del sistema de estudios gracias a los nombres de su director Sidney Lumet y sus dos protagonistas la ya citada Fonda y Jeff Bridges (actor fácilmente intercambiable por Kurt Russell sobre todo en su juventud, aunque ciertamente Bridges siempre estuvo un peldaño por arriba en talento y versatilidad). Lo hizo gracias a que Lorimar puso anticipadamente el dinero para filmarla: Lorimar fue una muy pequeña productora habitual de seriales de televisión, films de misterio, cintas subidas de tono o vehículos criminales. Habitualmente acababa vendiendo sus films más prometedores a majors como Fox o Warner Bros como fue el caso de este film. El éxito de la venta de este film llevó a la propia Lorimar a estrenar en los siguientes años cintas con temáticas parecidas a cada cual peor como Relación fatal (Siesta, Mary Lambert, 1987), Corazones de fuego (Hearts on fire, Richard Marquand, 1988) o Encrucijada de pasiones (Two Moon Junction, Zalman King, 1988).
Quizá uno puede esperar mucho más que un thriller comercial de A la mañana siguiente y ciertamente eso sería un error por mucho que entre Lumet, Fonda y Bridges sumaran en aquel ya lejano 1986 trece nominaciones y 2 premios de la academia -ambos ganados como mejor actriz por la hija de Henry Fonda. Aun no habían llegado el honorifico para Lumet y la estatuilla de Bridges por Corazón rebelde, ambas en 2010-.
Pero de igual manera que hoy día se hacen films solo para entretener o con la misión de lograr un éxito comercial que dé para llevar a cabo proyectos más personales o arriesgados. En los ochenta también era así. De un lado Lumet buscaba cubrirse las espaldas del posible traspié comercial de Poder (1986), como finalmente acabo pasando, con un desorbitado presupuesto de 16 millones de dólares, una barbaridad para la época, nadie (solo tres millones de recaudación) fue a ver este drama político protagonizado por Richard Gere, Gene Hackman o –un primerizo- Denzel Washington. Fonda venia de trabajar el año anterior con Norman Jewison en Agnes de Dios, un papel alejado de su imagen de sex-symbol, antes solo había hecho televisión en la serie De nueve a cinco (1982). Por último Bridges quien con treinta y siete años venia de dos films consecutivos con presencia en los Oscars: Starman (1984) y Al filo de la sospecha (1985). Sin duda él era el mejor posicionado de los tres y el que menos tenía que perder si la cinta no funcionaba. Cerraban el reparto Raúl Julia como el peluquero Joaquín Manero (desconozco cualquier relación entre él y Tony Manero), ex-marido de Alex, Diane Salinger dando vida a la hija de un importante juez, Richard Foronjy (Sargento Greenbaum) y Kathy Bates como una vecina del fallecido.
Con A la mañana siguiente estamos ante un film menor en la filmografía de Lumet, alejado (a priori) de las temáticas de intrigas criminales y políticas que acostumbraba a visitar. Tenemos delante una cinta que va mezclando géneros, empieza con un asesinato que parece tener ya culpable, pasa por una comedia –intencionada o no- en donde la supuesta asesina intenta huir en vano; ojo a cuando Alex monta el numero de su hijo enfermo terminal en el Aeropuerto para lograr un asiento en un avión lleno y luego parece ser un remake de Cluedo en donde van a apareciendo personajes que pueden que no sean lo que parece, incluyendo el ex-policía impedido de un brazo al que da vida Jeff Bridges. A la mañana siguiente funciona mejor que en un genero como una visita a un época los años 80 y como mockumentary de una fiebre: la de la mujer musculosa que en aquellos tiempos fue toda una revolución social: Ojo a los cameos de dos importantes modelos de portada del estilo bodybuilders Gladys Portugues (esposa y madre de dos de los hijos mayores de Jean-Claude Van Damme) y la ex-Miss Olympia Corinna Everson.
Título original: The Morning After.
Director: Sidney Lumet.
Intérpretes: Jane Fonda, Jeff Bridges, Raúl Julia, Richard Foronjy, Diane Salinger, Geoffrey Scott, Kathy Bates.
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Jonathan Glez
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