En 1976, Richard Donner (1930) se licencio cinematográficamente hablando y obtuvo el pasaporte para dirigir Superman (1978) con el bombazo de La profecía un film que le llegó gracias a la ayuda de uno de los productores –Alan Ladd Jr- que era amigo suyo, y una serie de casualidades que luego fueron explotadas igual que las tragedias que ocurrieron alrededor del cast y el crew de la cinta. El libreto de La profecía (The omen) lo escribió David Seltzer y lo hizo aprovechándose del boom de cintas de terror precedentes como La semilla del diablo (1968) o El exorcista (1973), es más durante los intentos de varias majors por levantar el proyecto este fue vendido como una secuela del film de Polanski. Tras pasar por todas las majors importantes de Hollywood y ser rechazada por todas ellas…estuvo a punto de ser producido en 1975 por la Warner, pero estos finalmente se decidieron por la secuela de El exorcista (John Boorman, El exorcista: El hereje) que tras varios remontajes y escenas adicionales acabó costando 14 millones de dólares. Entonces el productor independiente Mace Neufeld, llamó a Donner –quien previamente solo había rodado capítulos para series de televisión y cintas que nadie vio como Sal & pimienta (1968) o Twinky (1970)- el cual tenía contactos con Fox y el citado Ladd Jr. y le envió el libreto de La profecía y le habló de la posibilidad de contratar a Gregory Peck en su regreso al cine luego del fracaso critico de Yo vigilo el camino (1970) tras la cual Peck solo rodaría dos films en los siguientes cinco años (1970-1975). Enseguida Ladd Jr. acepto la producción del film que su propia compañía había rechazado, eso sí con un presupuesto bajo moderado de 2,5 millones, que acabaron siendo 2,250,000 descontando el sueldo de Peck que se pagó por adelantado, ya que este tenía una cláusula de en la que cobraría aunque la cinta no llegará a rodarse. Sin duda el empujón de conseguir a uno de los emblemas americanos por excelencia; Gregory Peck hizo que La profecía pudiera despegar. Además el mismo 1975, el mítico protagonista de El cabo del terror perdería a uno de sus hijos quien se suicido lo que añadía aún más morbo a su regreso a la gran pantalla. Su papel en el La profecía fue una especie de catarsis emocional y a posteriori seria recordado como uno de sus últimos grandes trabajos: aunque solo cobro 250,000 $, uno de los sueldos más bajos de su carrera como intérprete, se aseguro un 10% de los beneficios desde que el film doblara su presupuesto que no supero los 3 millones de dólares. Los beneficios obtenidos por La profecía acabaron dándole a Peck el mayor sueldo de su vida. Lee Remick (1935-1991) se encontraba en Europa en buscando trabajo, Remick famosa por personajes de mujeres difíciles vio en el papel de Katherine Thorn un rol que se ajustaba perfectamente a sus habilidades. El resto del elenco lo formaron; Billie Withelaw como la señora Baylock, David Warner como el periodista Jennings, Patrick Troughton (Padre Brennan), Martin Benson (Spiletto), Leo McKern (Bugengahen) y el tremendamente inquietante niño Harvey Stephens como Damien, quien solo haría un film más además de este, la tele-movie de 1980 Gauguin El salvaje protagonizada por (el Kung-Fu) David Carradine. Como curiosidad añadir que Stephens tiene un cameo en el remake de 2006 dirigido por John Moore.
El argumento de La profecía podría ser el siguiente; Robert Thorn un importante agregado cultural en Italia acude al hospital católico local para ver el nacimiento de su primer hijo, cuando llega descubre horrorizado que el bebe murió antes de nacer, y que su mujer aún no lo sabe, siguiendo los consejos de un sacerdote local opta por tomar como suyo un bebe que nació a la misma hora que su hijo, un joven al que llamarán Damien. Cinco años después, Robert tiene un puesto como embajador de EEUU en Londres, en la fiesta de cumpleaños de su hijo, la niñera se suicida delante de todos los presentes colgándose de una cuerda desde la azotea de la casa, a partir de ese momento la vida de los Thorn ira ennegreciéndose, con un niño que comienza a actuar de forma extraña y una madre que cae víctima de una severa crisis nerviosa, no arregla para nada las cosas la aparición de un cura llamado Brennan que advierte a Robert que el hijo que tomo como suyo es ni más ni menos que la reencarnación del anticristo.
Una de las claves de este notable film de terror psicológico, fue el hecho de desprenderse de todos los fundamentos fantásticos que Seltzer en primera instancia había introducido para vender más fácilmente su guión: Donner en colaboración con Peck (su indiscutible protagonista) ideo un leit-motiv real; el amor ciego e incondicional de un marido a su esposa, y de cómo al ver que la segunda pierde la cordura, el primero cae preso de la misma locura y comienza a creer lo que no son más que una serie de catastróficas coincidencias…Obviamente el espectador es libre de creer lo que Donner atestiguo en su momento, es más el propio film en varios momentos le desdice. Lo que sí potencio Donner fue que la cinta fuera narrada desde el punto de vista de Robert Thorn, y de cómo desde sus ojos vamos siguiendo su descenso al infierno, este hecho, ayudado en el inapelable estoicismo que siempre Peck le daba a sus personajes hace que el film se situé entre lo mejor de su género a la altura de mitos del psicológico como la ya citada cinta de William Friedkin o la muy parecida Al final de la escalera (The Changeling, Peter Medak 1980) protagonizada por otro titán como George C. Scott.
Los actores, el crescendo de tensión, la atmosfera, y el viaje de vuelta a Italia primero y luego a Israel en busca de la verdad sobre su hijo son sin duda aspectos a subrayar en el film; junto a por supuesto sus secuencias más inolvidables; desde el ahorcamiento de la nanny a la que da vida Holly Palance, ojo como la inercia de la caída acaba rompiendo el cristal de uno de los ventanales. La tremendamente inquietante visita al Zoo, el terrorífico destino que le aguarda al Padre Brennan o el desenlace de la set-pieces en el cementerio en Italia. No se puede olvidar uno de la inigualable secuencia por excelencia de esta cinta, aquella en donde un personaje muere decapitado; un momento que se sitúa por meritos propios entre lo mejor rodado y montado de la carrera de Donner. La conjunción de talentos tras las cámaras, delante de ellas (atención al duelo de mujeres entre Remick y Whitelaw) y la habilidad de Stuart Baird (montador de salvamento en multitud de films de los 80 y 90). La profecía fue todo un hito en su momento, y hoy día, más de cuarenta años después de su estreno (25-06-1976) sigue en lo más alto de las cintas de su género; un film que motivo tres secuelas, un documental para televisión solo con las tragedias que persiguieron el rodaje y a sus integrantes, un remake y una serie de televisión. Además fue el primer Oscar para el compositor Jerry Goldsmith (1929-2004) por su aterradora partitura original con la canción original Ave Satani
La profecía es una de las obras culmen del género de terror psicológico, responsable de la presentación de un personaje clave del terror y fantástico; Damien. Y poseedora de una estela difícilmente igualable, que además dio inicio a la carrera de uno de los directos imprescindibles de finales de los setenta y ochenta; Richard Donner.
Título original: The Omen.
Director: Richard Donner.
Intérpretes: Gregory Peck, Lee Remick, Harvey Stephens, David Warner, Patrick Troughton, Martin Benson, Leo McKern, Billie Withelaw, Holly Palance, Tommy Duggan, John Stride, Anthony Nicholls.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Jonathan Glez.
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