Esta película tiene el privilegio de ser la primera gran película antibélica de la era del cine sonoro; de hecho, fue la primera película clásica de dicha era. No solo es destacable por su mensaje pacifista, sino por el hecho de que en ella no trataba de "nuestros muchachos", sino del enemigo.
El argumento, adaptación de una novela del mismo título de Erich Maria Remarque, autobiográfica, en la que narra sus dramáticas vivencias durante la Primera Guerra Mundial y que Milestone llevó fielmente a la pantalla en las postrimerías del cine silente y principios del sonoro. De ahí que hubiera una doble versión, silente y sonora, y que en 1939, en vísperas de la segunda confrontación mundial, se relanzara con un nuevo montaje y una voz en off que remarcaba los horrores de la guerra.
Trata de un grupo de jóvenes voluntarios alemanes en la Primera Guerra Mundial desde los campos de instrucción hasta el armisticio. Al verlos por primera vez son unos escolares, jóvenes optimistas, patriotas y llenos de ilusión y de fe en la gloria de la patria. Pero más tarde, al encontrarse con las miserias de la vida de las trincheras, y empiezan a comprender la atrocidad y el derroche inútil de la guerra, y con ello se van diluyendo sus ilusiones románticas idealizadas. Su idealismo se desgasta.
A destacar la ausencia de concesiones que tiene la película hacia el público, que espera un final feliz, pero la guerra ya sabemos que nunca lo tiene. También cabe destacar, la valentía de la industria a la hora de abordar el tema en una época en que la Depresión empezaba a hacer mella en los ciudadanos, y lo que el público buscaba en ese momento, no era esto, precisamente. Entre los muchos valores de la película se cuenta el de no hacer concesiones al público, que espera un final feliz; y así debe ser, pues en último extremo la guerra nunca tiene un final feliz.
Fue valiente por parte de Hollywood abordar este tema en la época en que la Depresión empezaba a notarse, y el público buscaba escapismo. Pero su gran éxito quizá se debiera a que era una cinta asombrosa para su época desde el punto de vista técnico. En aquellos comienzos del cine sonoro, cuando los equipos todavía eran primitivos, el director Lewis Milestone fue uno de los primeros que utilizó una grúa gigante para obtener una toma panorámica del paisaje embarrado y destrozado donde luchaban y morían los hombres. El resultado fue una visión realista de la guerra de trincheras que solo ha sido igualada, en mi opinión por Senderos de Gloria (1957).
Lew Ayres, el protagonista, que el año anterior había aparecido junto a la Garbo en la última película muda de ésta (El Beso) solo tenía veintiún años por entonces, tuvo una larga carrera llena de éxitos, aunque su estrella se empañó algo cuando se declaró objetor conciencia en la Segunda Guerra Mundial, aunque es por Sin novedad en el frente por la que siempre se la recordará. La cinta, obviamente, creó controversia y su proyección en los cines de Berlín produjo manifestaciones de protesta, las cuales degeneraron en coches entre los nazis, que pedían su prohibición, frente a los comunistas, que la defendían. Finalmente fue prohibida en Alemania y autorizada en Estados Unidos donde recibió el Oscar a la mejor película y al mejor director y sendas nominaciones a la mejor fotografía y al mejor guión. Como curiosidad, añadir, que el director Fred Zinnemann trabajo en la película como extra.
El idealismo se ha perdido, solo quedan el desánimo, la derrota y la muerte. Milestone condena la guerra con la convicción de que con ella no sólo se atenta contra la vida, sino también contra el espíritu, los sentimientos y el carácter humanos. Mileston desnuda la tragedia de la guerra mediante los fuertes contrastes con que realiza cada una de la secuencias. Así, mientras los combatientes piensan en la paz y evocan con nostalgia, la tranquilidad de sus hogares, la cámara va mostrando la amarga y cruda realidad: cadáveres, el terreno removido por las explosiones, hombres andrajosos, enflaquecidos y sucios, fango, basura y ratas.
Sin novedad en el frente es un gran clásico del género, que mantiene todavía su fuerza crítica y espectacular en la que la época bélica está reconstruida con rigor y cierto lirismo.
Título original: All Quiet on the Western Front.
Director: Lewis Milestone.
Intérpretes: Lew Ayres, Louis Wolheim, John Wray, Arnold Lucy, Ben Alexander, Scott Kolk, Owen Davis Jr., Walter Browne Rogers, Slim Summerville.
Trailer:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
0 opiniones :
Publicar un comentario