Hacia más de 30 años que el cine no nos dejaba una obra bélica sobre La Segunda Guerra Mundial de tal magnitud y tuvo que ser el Sr. Spielberg el que decidiera mostrarnos el relato de uno de los capítulos bélicos más importantes de la historia, el tristemente famoso Día-D, el desembarco de Normandía en la playa de Omaha en la fatídica fecha del 6 de Junio de 1944 y que dejó aproximadamente a unos 2.000 muertos en cuestión de horas formando así una de las mayores masacres de la guerra, y la operación militar combinada más grande jamás realizada por los tres ejércitos y que acabó convirtiéndose en un auténtico baño de sangre, en una auténtica masacre con el caos y el terror como principales protagonistas, y en una operación del mando estadounidense (que pocas veces sale a relucir ) que escogió a un grupo de tropas sin experiencia mezcladas con mandos y algunas unidades veteranas de Rangers donde la mayoría sucumbirían en la orilla para dejar paso a las unidades más preparadas ante lo que vendría después alegando el hecho de que el soldado era un blanco fácil en la playa.
Basada en una historia real de una familia que perdió a tres de sus hijos en La Segunda Guerra Mundial y que justo antes el ejército había prohibido alistar a miembros de una misma familia en el mismo escuadrón para que no pasara precisamente esto, Steven Spielberg nos dejó un más o menos fiel retrato del horror de la guerra, con unas escenas de una crudeza inusitada tratándose del amigo Steven, que reflejan de una forma mucho más realista que otras de sus escenas de guerra intentando acercarse de la forma más real posible al combate y a la batalla.
Aparte del habitual mensaje siempre presente en el cine bélico de "la guerra es un infierno", Spielberg (que siempre estuvo obsesionado con la La Segunda Guerra Mundial desde los 13, 14 años que fue cuando rodó sus dos primeras pelis bélicas y que más tarde se consolidó con "El imperio del sol (1987)" , "1941" y "La lista de Schindler (1993)") tiene la honorable idea de intentar encontrar la decencia en el infierno de la guerra, algo por otro lado de agradecer. Pero es obligatorio centrare en la impresionante secuencia del desembarco, una batalla rodada sin concesiones, sin tiempo para el glamour, de una crudeza y realismo único en el género, ese desembarco es de lo más impactante que hayamos podido ver jamás en una pantalla de cine, y junto con el ataque final al pueblo y la defensa del puente que también me parece sublime ( y que guarda no pocas similitudes con "El puente (1959)" de Bernard Wicki), ambas secuencias me parecen dos secuencias memorables para ensalzar tanto en el aspecto de planificación al servicio del realismo como en una perfecta utilización del montaje y sonido, y ellas dos solitas son más que suficientes para encargarse de superar todas las críticas que tuvo la cinta.
Para ello y como nos tiene acostumbrados, el amigo Steven se rodeó de su habitual y genial equipo técnico / artístico, y gracias a él consigue una de las mejores películas bélicas jamás realizadas. Empezando por la gran labor de su habitual director de fotografía Janusz Kaminski que otorga a las imágenes (a base de quitar color con la ausencia de determinadas lentes) un realismo pocas veces visto en el cine bélico,siguiendo con un sobresaliente John Williams con una BSO más comedida que de costumbre, que contiene además el emotivo himno de los caídos con el que finaliza la película que pone los pelos de punta. Un elegante réquiem para las víctimas de la batalla.
Pero sobre todo es de agradecer la ausencia de música durante las escenas bélicas, lo que no hace más que conseguir que te metas de lleno en la batalla inicial de una forma muy directa y acabe concediéndole a las imágenes un realismo absoluto con un perfecto uso del sonido ( obligatorio diría yo escucharla en 5.1, o mejor aún y si es posible en DTS, ya que el sonido es una de las mayores virtudes del film ) tanto ambiental como sobre todo el producido por las armas, los disparos, las explosiones, con magistrales escenas como la de la cámara sumergiéndose y saliendo a la superficie en un constante vaivén visual / sonoro o las posteriores imágenes sin sonido de ningún tipo a consecuencia de la sordera pasajera de Hanks , una sordera que también le acompañará en la increíble escena final en el pueblo disparando con una simple pistola a un tanque en una secuencia que quita el hipo.
A todo esto le añades un tour de force de montaje a cargo de su inseparable Michael Khan ,una puesta en escena de lo más conseguida y como no , la brillante dirección de Spielberg, y su resultado es uno de los films bélicos más intensos jamás rodados. Una película rodada con la autenticidad necesaria para darle credibilidad a una historia bélica como ésta, con unas conmovedoras escenas bélicas con las que particularmente creo que Spielberg consigue como nadie captar con un inteligente uso de la cámara tan feroz y adecuadamente el auténtico horror que debieron pasar los soldados americanos que desembarcaron en esa maldita playa.
Magnífico Tom Hanks como el perfecto retrato del hombre corriente, un papel que le va como anillo al dedo y que el mismo Spielberg se encargó de decirle que era el nuevo Jimmy Stewart.
Un Hanks interpretando al Capitán Miller, un capitán del que no sabremos su nombre hasta ya alcanzada la media hora de metraje y del que desconocemos todo, desde su identidad hasta su ocupación real, su procedencia ( tema que dará pie a una apuesta entre sus hombres y que aprovechará para revelarnos muy acertadamente durante una situación difícil justo cuando capturan al soldado alemán).
Le acompañan un grupo de soldados en los que están bien prácticamente todos, desde un genial Sizemore, hasta unos jovencísimos y futuras estrellas como Damon, Diesel, Ribbisi, Burns, Goldberg, Giamatti, etc.
Actores que tuvieron que pasar por un férreo entrenamiento para adaptarse a las acciones militares y al riguroso ritmo de vida de los soldados, durmiendo en pequeñas tiendas en el suelo, comiendo de conservas y contra las inclemencias del tiempo arrastrándose por el barro, para al menos conseguir (aunque solo fuera en un 5%) tomar conciencia del infierno por el que pasaron los auténticos soldados en este triste episodio de nuestra historia.
Evidentemente que no es un film perfecto y que a pesar de su excesivo metraje, su falta de ritmo en diversas secuencias del film, el acostumbrado prólogo y epílogo con sello made in Spielberg y que hay muchos films fácilmente reconocibles con mayor profundidad y obviando su panfletismo absurdo, su pueril nacionalismo, la acostumbrada glorificación del "héroe americano" y sus infantiles motivos ( jamás me creí demasiado lo de en medio de una guerra tener que ir a salvar a un soldado porque el resto de sus hermanos murieron, no digo que no sea digno pero no me acabó de resultar creíble), lo que no quita que también se retrata al soldado como a un ser humano normal y corriente,queda en parte compensado gracias a la grandeza de sus impresionantes escenas bélicas ( y que pasarán años en ser superadas ) que consiguen ensalzar el film a la categoría de gran película pero nunca llegando a alcanzar la categoría de obra maestra.
Admirables esos sentimientos de amistad y fraternidad y la disposición de morir unos por otros, en una película hecha principalmente en honor a los veteranos de guerra, porque no olvidemos que gracias a ellos hoy vivimos en un mundo libre, por lo que se merecen todos los honores, unos hombres que dieron su vida por su país y por un mundo mejor.
Todos los que nos quejamos por tener que levantarnos a las 8 para ir a trabajar, deberíamos mirar ese tramo de playa y plantearse lo que se les pidió a esa generación el 6 de Junio de 1944. Chicos que en su inmensa mayoría no pasaban de los 18, 19 años, y que probablemente preferirían estar disparando conejos con perdigones que no a otras personas con rifles, preferirían lanzar bolas de baseball que no granadas de mano, pero había una maldad suelta por el mundo y era su responsabilidad frenarla, porque cuando surgió el desafío la sociedad les dijo "tenéis que salir ahí fuera a luchar", y así lo hicieron. Algún día lo recordaremos y decidiremos que tal vez, lo único decente que sacaron de esa horrible experiencia fue: Salvar al soldado Ryan.
Título original: Saving Private Ryan.
Director: Steven Spielberg.
Intérpretes: Tom Hanks, Tom Sizemore, Edward Burns, Matt Damon, Barry Pepper, Giovanni Ribisi, Adam Goldberg, Jeremy Davies, Vin Diesel.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Francisco Mestanza Foyé
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