EL CASTILLO DE CAGLIOSTRO (1979). El cine de animación de Hayao Miyazaki.

Hablando de ladrones ¿Quién no recuerda la fantástica serie de dibujos animados de Lupin III? Una serie que llegó a España con las televisiones privadas, para regocijo de los jóvenes espectadores que vibramos con las aventuras de este ladrón de guante blanco, tan meticuloso y audaz como torpe y despistado, que tenía debilidad por las mujeres, sobre todo por Fujiko Mine, otra atractiva ladrona.

El 10 de agosto de 1967 Lupin III vio por primera vez la luz en una famosa revista de manga. Este manga llamado en realidad Monkey Punch fue creado Kazuhiko Kato. Este se basó en el famoso caballero ladrón francés creado por Maurice Leblanc: Arsene Lupin, de hecho, nuestro protagonista es su nieto, de ahí lo de tercero. La historia relata las aventuras de Arsene Lupin III que lidera una banda de ladrones que viaja constantemente por todo el mundo para robar grandes tesoros y escapar de la policía. El éxito fue inmediato y pronto el personaje saltó al anime, protagonizando varias series que superaron los 200 capítulos (y que dieron la vuelta al mundo), 6 películas, varios especiales para la televisión, un musical, varias OVAs, CD de música y múltiples videojuegos.

De esas seis películas hablaré de la segunda de la saga y la más famosa: El castillo de Cagliostro (1979), opera prima de mi adorado Hayao Miyazaki, que aparte co-dirigió un buen número de episodios de la serie en compañía de su colega Isao Takahata. En esta cinta animada, Lupin y Jigen viajan al pequeño ducado europeo de Cagliostro tras robar en el casino de Mónaco y descubrir que el dinero del botín es falso. Siguiendo la pista de este dinero, ya en el condado ayudarán a la bella Clarice, que intenta librarse del temible Conde Cagliostro, e intentarán resolver el misterio de un tesoro oculto que data del siglo XV.

Si bien esta cinta no es de lo mejor de Miyazaki, todavía no había desarrollado todo su potencial, ya apuntaba maneras. Aquí encontramos muchas de las claves que han terminado consagrando al director. Tenemos acción, aventura, mucha comedia, y la fantasía de lo estrambótico. Nos encontramos ya con la obsesión de Hayao por los extraños artefactos voladores (y otras extravagancias "tecnológicas"). La calidad de su animación, de lo mejorcito de esa época.

Como nota curiosa decir que aunque en su estreno esta cinta no fue muy bien recibida debido a que el Lupin de Miyazaki poco tenía que ver con el Lupin del Manga o de la serie, el tiempo supo ponerla en su sitio tanto que fue votada por los lectores de la revista japonesa Animage como "el mejor anime de la historia" hasta que Nausicaä le arrebató el título. Después de Nausicaä la carrera de este director sería imparable, pero eso es otra historia.

En fin, quizás no tenga la maestría de otras historias como las irrepetibles "El viaje de Chihiro (2001)" o "La princesa Mononoke (1997)" pero te hace pasar un rato realmente divertido y sobre todo entretenido y es esa la principal razón por la que disfrutareis viéndola.