Roma, 1946. La trama se sitúa después de la liberación, numerosos ciudadanos no les queda otra alternativa que traficar en el mercado negro; mientras muchos niños, abandonados a su suerte, sobreviven con pequeños oficios, como el de limpiabotas. El film narra la triste historia de dos niños inseparables, Giuseppe y Pasquale, quienes sueñan y consiguen comprar un caballo. Pero el mundo de los adultos perturbará su infancia y les conducirá a la tragedia.
El título original de la película responde a cómo ofrecían estos trabajadores limpiar los zapatos a los soldados norteamericanos durante la ocupación: "shoe shine" pronunciado por ellos como "sciucià". Realizada en plena calle de Roma y con preadolescentes que se interpretan a sí mismos, este film con mezcla de poesía y testimonio es una de las piezas cumbres del neorrealismo. Conviene recordar que la Segunda Guerra Mundial había dejado diezmada Europa como ninguna otra conflagración, y no siendo hasta 1948 cuando empieza la primera fase de recuperación del continente, puesto que los primeros años de posguerra fueron de absoluta penuria económica y productiva en la mayoría de los países.
En esas fechas, la posición favorable de los Estados Unidos hizo posible la puesta en marcha de un sistema de abastecimiento de artículos básicos que, de hecho, impidió que el hambre acabara con los supervivientes de una catástrofe. De este modo, mientras alemanes, polacos, franceses o rusos desescombraban sus calles y trataban con desigual suerte de arrancar una tierra martirizada el alimento indispensable, la ayuda americana se popularizaba en la hambrienta Europa occidental tratando de sustituir cañones por pan.
En esa coyuntura, pues Vittorio de Sica da a luz uno de los films paradigmáticos de este periodo, considerada una importantísima obra del Neorrealismo, como reacción comprometida para retratar la realidad social. Primera obra maestra del binomio formado por De Sica-Zavattini, que retrata crudamente la Italia de la inmediata posguerra a través de la captación directa de una sociedad en crisis, a modo de fábula lírica y crítica a la vez, en la que las víctimas inocentes son los niños.
Así, tanto los objetos como los seres humanos aparecen en una atmósfera pesada y envenenada y las imágenes se nos muestran con aires tenebrosos y casi infernales en lo que se refiere al mundo de los adultos y que encontraríamos más depurada en la obra del mismo autor: "El ladrón de bicicletas (1948)".
Quizá, el movimiento de la cámara, aquí se salen un poco de la descripción de lo que se denomina el neorrealismo, ya que todo lo rodado en relación al mundo de la infancia se nos aparece con una luz que se acerca más a la corriente surrealista que al neorrealismo puro.
El limpiabotas está realizada con una fuerza imperecedera, es una cinta que impacta y conmueve al espectador, diría que algunas escenas nos producirían malestar, incluso entre los propios italianos, partiendo del principio de que a nadie nos gusta ver retratadas nuestras miserias de una manera tan realista. Su visionado nos obliga a la reflexión, pero que a su vez nos lleva a un verdadero y puro goce estético.
Título original: Sciuscià.
Director: Vittorio De Sica.
Intérpretes: Franco
Interlenghi, Rinaldo
Smordoni, Annielo
Mele, Bruno
Ortenzi, Emilio
Cigoli.
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
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