Esta película fue de lo mejor de
2014, y lo digo sin ningún tipo de rubor, ni vergüenza. Es una gran película,
no sólo por el entretenimiento, sino porque tiene contenido (a diferencia de
muchos blockbusters). Ya desde sus primeras escenas, con los simios de caza
bajo la mirada de su jefe "César" (Andy Serkis), me cautivaron como espectador.
No me ha sido difícil imaginar a
los humanos prehistóricos reales cazando en grupo, al ver a la comunidad de
simios inteligentes en esta ficción tan sensacional como bien construida. La segunda parte de "El origen
del planeta de los simios" suma calidad a la franquicia que empezó en el año
1968, y que ha sufrido secuelas y reboots, para ganar muchos puntos y tener muy
en cuenta el camino a seguir por la serie de películas reiniciada y que pronto
verá continuidad, hasta llevar previsiblemente de nuevo, a visionar la estatua
de la libertad, bajo la maldición a la especie humana a causa de las
inconscientes guerras.
Yo hace 2 años, me aventuré a vaticinar una nominación a los
Oscar en el apartado de efectos especiales, pero hay mucho más que un despliegue
técnico maravilloso bajo la técnica de captura del movimiento, hay otras
genialidades actorales, que reflejan a la perfección las facciones y los
sentimientos de todos los simios interpretados por actores.
Me quedaría corto si no hablase
también del mensaje que ofrece la cinta de Matt Reeves. Hay en este filme un manifiesto pacífico que
se despliega como tema de fondo, resultándome admirable. De algún modo se
muestra que ya sea mediante simios o humanos, existen unas características
comunes que nos hacen pelear entre nosotros. La guerra es inherente al
humano..y al simio. Los esfuerzos de César y su amigo humano por defender y
aunar sus objetivos de paz, entendimiento y colaboración, se verán en peligro,
en un mundo apocalíptico en el que la supervivencia está a la orden del día.
El miedo del humano..y del simio a perder a su
familia, a ver sufrir a los suyos y a prevalecer como especie dominante son
esenciales, lo que llevará a cuestionar en los simios ..y en los humanos a sus
propios jefes, debido al posible peligro y a la falta de confianza de los unos
hacia los otros. El simio "Kobe" y el personaje que interpreta Gary Oldman son,
los lados opuestos que amenazan la cohesión de dos civilizaciones enfrentadas,
que siguiendo el cauce de la teoría evolutiva de Darwin, condicionará la
supervivencia de unos en detrimento de "los otros".
Dentro de toda la vistosidad digital y el
entretenimiento (con peleas y fuegos de artificio), se puede observar una carga
emocional extra en esta película, que realmente nos hace pensar en quién somos
como especie y en la importancia que debe tener la diplomacia y el esfuerzo por
el entendimiento entre pueblos, evitando así el bucle de desgracias y perdición
al que nos conduce la guerra. La pena es que casi siempre ocurre lo mismo..los
intereses personales priman sobre los colectivos. Y si se trata de supervivencia
más aún. La traición por las ansias de poder infectan al humano en la realidad
y en la ficción. Y por supuesto los simios no se quedan atrás en esta coincidencia
puesto que "Ellos" son Nosotros...
Título original: Dawn of the Planet of the Apes.
Director: Matt Reeves.
Intérpretes: Jason
Clarke, Gary
Oldman, Andy
Serkis, Keri
Russell, Toby
Kebbell, Kodi
Smit-McPhee, Enrique
Murciano.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
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