MUERTE EN VENECIA (1971). Amores prohibidos.

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Venecia a principios del siglo XX. Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde), un compositor alemán maduro, visita la ciudad de las lagunas para recuperarse de una crisis nerviosa. Se hospeda en un hotel junto al mar, donde también se han hospedado una noble polaca (Silvana Mangano) con sus hijos y sus criados. Su hijo Tadzio (Bjorn Andresen), un adolescente pálido y delicado, con largos cabellos rubios, llama la atención de Aschenbach. Pronto incluso despertará en él una admiración apasionada que provocará que sus días cada vez estén más determinados por la observación del bello muchacho. Al final, la fascinación por el hermoso adolescente se apoderará por completo del compositor que decide entrar en contacto con él. Ignora la amenaza del cólera que se propaga por la ciudad.

Son pocas las versiones cinematográficas de clásicos de la literatura que hayan conseguido salir airosos de ella: Muerte en Venecia, es una de ellas, quizá porque Visconti no dudó en exponerse a los reproches que tuvo por la falta de fidelidad de la obra por su adaptación de la célebre novela del Nobel de literatura del año 1929, Thomas Mann, en la que efectuó notorios cambios para llevar a la pantalla con más claridad su visión del argumento ayudado por Nicola Badalucco en el guión (con quien ya había colaborado en La caída de los dioses).

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La importancia del aspecto musical en Muerte en Venecia se puede reconocer en que Visconti convierte en compositor al escritor Aschenbach, para el que Thomas Mann se inspiró en Gustav Mahler; ya que Visconti a lo largo de su carrera, no solo trabajó en el cine, sino también puso en escenas óperas.

La música de Mahler está cargada de significado en la película. el "Adagietto" de la Quinta Sinfonía sirve de fondo a la secuencia de los créditos iniciales y acompaña la llegada de Aschenbach a Venecia a bordo de un vapor que asoma al amanecer. Se volverá a utilizar constantemente a lo largo de todo el film, captando a través de zooms lentos la atmósfera sensual y morbosa de Venecia en los colores mates del verano sofocante. Así, en la cinta impera una decadente calma que refuerza el poder de la música inteligentemente dosificada.

Es una película eminentemente visual, donde se habla muy poco, no hay narrador ni diálogos interiores y donde la música refuerza el poder de las imágenes. La cámara adecuadamente alejada y la poderosa interpretación apática de Dirk Bogarde, trasladan a lo visual las exquisitas descripciones de Thomas Mann, aunque los rasgos homosexuales son más evidentes en la cinta que en la novela.

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A través de flash-backs se muestra el origen de la decadencia de Aschenbach: la felicidad familiar destruida, la frustración sexual y su constante negación, así como la frustración como artista. Solo a descubrir a Tadzio, como reencarnación de la belleza, reconoce la perfección buscada y su obsesión. Pero ya es demasiado tarde, como así lo manifiesta Aschenbach: -"Aquél que ha contemplado la belleza está condenado a seducirla o morir".

Visconti y el director de fotografía Pasquale de Santis trasladan las exquisitas descripciones de la novela de Mann a lo visual con composiciones de imágenes primorosas, movimientos de cámara y zooms. Muerte en Venecia es una obra de arte y lo es porque en una cinta reune varias disciplinas: la literatura de Thomas Mann, el cine de Luchino Visconti, la música de Gustav Malher y la filosofía de Platón.

Visconti muestra con gran ironía amarga el intento de recuperar la juventud, cuando el compositor está extenuado en una tumbona de la playa, los cabellos teñidos de negro le gotean por el rostro cubierto por el sudor. Un hombre envejecido con un cuerpo caduco y un último saludo del efebo saliendo de la playa.

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Frases para recordar:

Aschenbach: "¿Sabes?, a veces pienso que los artistas son como cazadores apuntando en la oscuridad. Ellos no saben cuál es su objetivo, y no saben si han acertado. Pero no puedes esperar que la vida ilumine tu objetivo y lo estabilice. La creación de la belleza y la pureza es un acto espiritual."


Alfred: "No Gustav, no. La belleza pertenece a los sentidos. Sólo a los sentidos."

Aschenbach: "No puedes llegar al espíritu con los sentidos. No puedes. Es sólo por el dominio completo de los sentidos que puedes alguna vez alcanzar la sabiduría, la verdad y la dignidad humana."

Título original: Morte a Venezia.

Director: Luchino Visconti.

Intérpretes: Dirk Bogarde, Björn Andrésen, Silvana Mangano, Marisa Berenson, Mark Burns, Romolo Valli.

Trailer:


Escena:


Reseña escrita por Marilyn Rodríguez


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2 opiniones :

ricard dijo...

Una película espléndida, aunque de su director prefiero "Rocco y sus hermanos" o "El gatopardo".

Saludos.

Muerte en Venecia trasciende un límite que no todos son capaces de vislumbrar. Los silencios y su extenuante tono apático y colorista no conceden tregua a los sentidos cuando se ven inundados por el lirismo del Adagieto de Mahler. La obra de Visconti/Mann se odia o se ama hasta la saciedad....

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