LA VIDA DE ADÉLE (2013). Amor entre mujeres.

La vida de Adèle recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes de 2013 reconociendo a la vez el trabajo de su director Abdellatif Kechiche, y conjuntamente el de sus dos actrices protagonistas Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux. Ese fue el éxito mas sonado de una larga lista de premios en todo el mundo, a mi parecer mas que merecidos, para su director y guionista Kechiche, de origen tunecino, por adaptar muy original y libremente la novela gráfica Blue Is the Warmest Colour y sobre todo un reconocimiento al impresionante trabajo de interpretación que realizan Exarchopoulos (Adèle) y Seydoux (Emma) no exento de controversia pero llevando a la pantalla una historia de amor homosexual con una intensidad y naturalidad nunca vista.

Adèle es una chica de 15 años con una vida social y familiar bastante normal, buena estudiante y amante de la literatura, integrada en su círculo de amigos pero con muchas dudas acerca de su identidad sexual. Todo cambiará a raíz de un encuentro fortuito por la calle con Emma, una chica de pelo azul que va abrazada a otra chica. Desde ese momento fantaseará con ella hasta el punto de tener que buscarla en un pub para poder conocerla.Aunque Emma es algo mayor que ella, estudiante de Bellas Artes y de orientación sexual bastante mas clara, entre las dos surge una relación donde el instinto y la pasión se imponen frente a las diferencias culturales y familiares que en un principio pueden considerarse como insignificantes.

Kechiche le imprime un carácter de lo mas realista a la historia con profusión de cámara en mano y sobre todo de primerísimos planos de las dos actrices, cuyos gestos y expresiones cuentan más que los diálogos. Dividida en dos capítulos claramente diferenciados, el primero mas positivo y relacionado con la juventud y entusiasmo de la pareja y un segundo mas sombrío y pesimista, donde surgen los problemas a raíz de la madurez profesional de ambas: Adèle de carácter pragmático se ha convertido en profesora y Emma en artista plástica con un círculo de amigos muy bohemio donde Adèle no termina de encajar. De la pasión desaforada del inicio de la relación en la primera parte con una fotografía y una luz muy natural pasamos a una segunda parte de tonos mas oscuros que coincide con el cambio de color de pelo de Emma, al pasar del azul a su color natural, como metáfora de una vida mas madura y conservadora.

La controversia generada por el film tuvo que ver principalmente con las largas y explícitas escenas de sexo, cercanas a la pornografía, que muy valientemente afrontan Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux sin necesidad de dobles. Las críticas a Abdellatif Kechiche acusándole de impregnar al film de una visión demasiado masculina y poco cercana a la realidad de la comunidad LGBT se sucedieron a la par que su buena acogida y éxito en taquilla. En todo caso que cada cual saque sus propias conclusiones, como mínimo La vida de Adèle es una historia transgresora y original con unas interpretaciones de un magnetismo y autenticidad por parte de sus dos protagonistas muy difícil de superar.