Madame Fourneur (Lili Palmer) dirige con mano de hierro una Residencia de señoritas descarriadas que están en el punto de mira de un descuartizador que actúa por las noches.
Para su debut como director en la gran pantalla Narciso Ibáñez Serrador (nacido en Uruguay en 1935 y nacionalizado español) apostó sobre seguro: el Terror Gótico que ya había pulsado con acierto en su serie televisiva "Historias para no dormir". Allí, Serrador ya se había fogueado a conciencia con sótanos, desvanes, gritos horripilantes y toda la parafernalia necesaria para mantener asustado y muy despierto al telespectador. El éxito de la serie le permitió afrontar su primer largometraje con un presupuesto holgado que se tradujo en una ambientación impecable y un curioso casting que mezcla sin complejos a la veterana y solvente Lili Palmer con un grupo de jóvenes que incluye actrices españolas y británicas (como la inquietante Mary Maude) y también modelos publicitarias y presentadoras de continuidad de La Televisión Española de la época.
Revisada con la perspectiva que da el tiempo transcurrido desde su exitoso estreno, "La Residencia" aguanta el tipo perfectamente por su precisión a la hora de mezclar distintos elementos y personajes, permitiéndose realizar malabarismos al arrebatar el protagonismo ahora a una y luego a otra actriz para crear casi un planteamiento coral que le va muy bien a la película. Como también le va bien la efectista banda sonora de Waldo de Los Ríos que Serrador sabe hacer callar en algunos momentos decisivos sabiendo que el silencio vale su peso en oro a la hora de crispar al personal.
Serrador aprovechándose de la tímida "apertura " que la censura empezaba a permitir en aquellos años introduce elegantemente erotismo, voyeurismo, fetichismo y unos cuantos "ismos" más que aliñan la historia conforme a lo que el espectador espera de ella. Pero es en la resolución magistral de los dos únicos asesinatos mostrados en pantalla donde realmente roza la genialidad con el uso de la cámara lenta y la música en uno y del silencio y la imagen fija en otro. También es de agradecer que el único objetivo de su película sea pura y llanamente crear un ambiente terrorífico, lejos de las moralinas y sensiblerías con las que endulzaría su segundo largometraje "Quién puede matar a un niño? (1976)". Aquí, ni el relato inicial de Juan Tébar ni el poderoso guión del propio "Chicho" (acreditado como Luis Peñafiel) conceden tregua ni pausa en su búsqueda de espeluznar al prójimo.
Serrador, como un Ridley Scott cualquiera, mantuvo el rodaje de "La Residencia" en el más absoluto secreto para evitar filtraciones acerca de la historia y por supuesto de su final, en el que el director sucumbe a la tentación de emular sus impactantes finales televisivos, grito desgarrador incluido. Este secretismo creó una expectación tremenda que se tradujo en largas colas para ver "La película de Narciso Ibáñez Serrador" erigiéndose así el Director como la auténtica estrella de la función y real protagonista del evento.
Director: Narciso Ibáñez Serrador.
Intérpretes: Lilli
Palmer, Cristina
Galbó, John
Moulder-Brown, Cándida
Losada, Maribel
Martín, Pauline
Challoner, Mary
Maude.
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por George Suckelectronic
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