Además de una de las mejores películas del cine español de los 50, "El inquilino" es una obra realista, sincera y muy cercana a los problemas de la gente humilde. Su sinceridad se puede constatar conociendo su sinopsis, atemporal por desgracia: Evaristo (Fernando Fernán Gómez) es un padre de familia con cuatro hijos que sobrevive a base de pequeños trabajos que a duras penas le dan para alimentar a los suyos. Todo se agravará cuando son desahuciados del piso en el que viven. Desesperadamente emprende la búsqueda de un nuevo piso que sea compatible con sus bajos ingresos, pidiendo ayuda a la inmobiliaria propietaria y a un banco. Mientras sus súplicas son ignoradas completamente, los obreros encargados de derribar su bloque permiten a la familia vivir en el primer piso mientras van echando abajo el resto del edificio. Evaristo incansable, convierte su día a día en intentar remediar la precaria situación de su familia, buscando trabajos de todo tipo que le reporten mas ingresos e insistiendo en todas las puertas a las que inútilmente había llamado. Estamos en 1957, pero seguramente al haber leído la sinopsis, la sensación inmediata es de estar ante un drama social actual, el terrible drama de los desahucios que tanto en 1957 como en la actualidad en España era un problema de primer orden. Por lo tanto la valentía de José Antonio Nieves Conde al denunciarlo en pleno régimen franquista es un acto de sinceridad y solidaridad sin parangón en la época.
José Antonio Nieves Conde a diferencia de Bardem, que era miembro del clandestino PCE, y de Berlanga que era abiertamente apolítico, era afiliado de Falange Española (JONS) y en la Guerra Civil marchó al frente como voluntario con los "hedillistas" (partidarios de Manuel Hedilla, el sucesor de José Antonio Primo de Rivera), bando falangista opositor a las reformas propuestas por Franco. Junto a sus ya mencionados coetáneos Bardem y Berlanga fue uno de los autores más interesantes del cine español de los 50 fuertemente influenciado por el neorrealismo al igual que el Marco Ferreri de "El pisito (1959)", film que también narra las dificultades para acceder a una vivienda. A pesar de sus ideales falangistas Nieves Conde siempre fue muy crítico con el franquismo y su inmovilísmo, como demuestra "El inquilino" y el delicado tema que trata en tono de comedia cercana en momentos al "Slapstick" pero con elementos de drama social y humor negro. Su influencia neorrealista se dejaría notar en su obra más conocida "Surcos (1951)", que denunciaba las dificultades de adaptación de los campesinos que emigraban a las grandes ciudades. Era un cineasta outsider para la época debido a sus duras críticas contra la burguesía y aún manejando presupuestos muy ínfimos conseguía trabajos de gran factura técnica también en otros géneros como el policíaco como demuestran "Los peces rojos (1955)" y "El diablo también llora (1965)".
Además del siempre magnífico Fernando Fernán Gómez "El inquilino" también con la participación de dos secundarios de lujo: José Luis López Vázquez y Manuel Alexandre entre otros rostros conocidos de la época en pequeños papeles (Laura Valenzuela, Fernando Sancho, Mariano Ozores...) y como no podía ser de otra manera, el film tuvo su encontronazo con la censura franquista que impuso un final feliz y retiró de los cines todas las copias en 1958, teniendo que esperar hasta 1963 para su reestreno con el final original.
Director: José Antonio Nieves Conde.
Intérpretes: Fernando
Fernán Gómez, José
Luis López Vázquez, Manuel
Alexandre, Ángel
Álvarez, Erasmo
Pascual, Mari
Carmen Alonso, Pedro
Beltrán.
Escena:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
1 opiniones :
Mas bien no " a pesar de sus ideas falangistas" , sino debido a ellas...
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