Podrá estar encabezando la
cartelera Rock Hudson pero el auténtico protagonista de este western es Kirk
Douglas, "barba partida, Issur Danielovitch, ídolo: Espartaco".
De Bryna productions y escrita por el aquel entonces recién resucitado
Dalton Trumbo, El último atardecer es un drama intenso
ambientado en el oeste, es "Douglas sirk meets where the sun downs", pero como
dicen por ahí vayamos por el principio.
El forajido Brendan O`Malley (Kirk Douglas) (gato
del arrabal, para quien entienda la broma) llega a México para supuestamente trabajar
en el rancho de John Breckenridgee (Joseph Cotten) (sublime como el
ebrio terrateniente) pero su razón verdadera es hallar a la mujer de la cual un
día estuvo enamorado Belle Breckenridge (Dorothy Malone luego que Lauren Bacall rechazara
el papel), ella ahora está casada con Joe y tiene una
hija, Missy (Carol Lynley) y ningún aparente deseo de revivir
tortuosos romances. Cotten quiere regresar a América y llevar
todas sus reses para la venta, Kirk acepta ser uno de los vaqueros y le
ofrece encontrar el mejor capataz para que realice la tarea a cambio de la
quinta parte del ganado, de mala gana el dipsómano acepta y el hombre indicado
no es otro que Dana Stribling (Rock Hudson), sheriff que ha
perseguido a O`Malley y por fin ha dado alcance.
Las razones del odio de Stribling hacia
el pistolero se nos irá explicando poco a poco y al aceptar el trabajo no
solo lo hace porque de esa manera además de ganarse un dinero extra podrá tener
al otro completamente vigilado y sobre todo porque ya le ha puesto el ojo a
Belle, la esposa del borrachín que convenientemente es asesinado por la espalda
en una cantina donde hace alarde de su pasado heroico como soldado confederado.
Quedando la mujer viuda ,el agente de la ley ni bien espera
a que se enfríe el cadáver y ya está proponiéndole cosas a la señora que como
vimos al inicio tampoco es que completamente está muy convencida de su cariño
al fallecido y al parecer se ha iniciado un triángulo amoroso que no tarda en
convertirse en cuadrado cuando notamos que a Missy no le es nada indiferente
el buen rubio. Pero los elementos de un oeste típico van y vienen,
desde cuatreros hasta indios, peleas entre los antagonistas, grandes
panorámicas y primeros planos, canciones y chistes, alcohol y vacas… y
revelaciones respecto a sus motivaciones. Deducimos que O´Malley a
pasar de su pasado turbio es un poeta, un perdedor que posiblemente por la
forma que le trató la vida optó por ser como era sin embargo resulta tener
un corazón tan noble que hasta salva la vida de su oponente y deja el
camino libre para que conquiste a la bella Belle. No obstante, aquí
aparece el punto álgido de la historia, Missy despierta el amor de
Kirk (¿Cómo es posible que puedas ver cosas tan bellas en las olas del mar y no
veas mi amor por ti?), un amor destinado a la tragedia porque… (música dramática
de suspenso, por favor) ¡la chica es su hija!
El tema del incesto ha sido
abordado desde distintas perspectivas en varios filmes con mayor o mejor
suerte, pero a inicios de los años sesenta y en un western debió caer como agua
fría a la bien pensante sociedad americana, que no mundial. ¿Cómo podía
atreverse el recientemente salido de la lista negra, sospechoso de rojo,
abofetear al público con semejante sorpresa? Pero "Barba partida" nos
demuestra que es un SEÑOR, sí, con mayúsculas porque no puede soportar la idea
de romperle el corazón a la niña descubriéndole el oscuro secreto ni
abandonándola, así que esa tarde ya cruzando la frontera acepta el duelo propuesto
por Stribling, al cual pensaba no asistir, y se le encara sin balas en su
revólver y… ¡Bestia de película!
Los que no la han visto me
condenarán a linchamiento pero es imposible reseñar la grandiosidad de la obra
sin contarles el final. Robert Aldrich puso de todo en este
filme: drama, comedia, acción, dirigió a colosos del celuloide y salió
airoso en un tema que a otro se le hubiera hecho aguas, sabía el momento justo
para ir de lo épico a lo minimalista sin que al espectador le molestase, secuencias
grandilocuentes como una tormenta con estampida e intimistas como la de O’Malley descubriendo
la verdad en los ojos de la chica, incluso supo moderar la
evidente antipatía entre Kirk Douglas y Rock Hudson.
Issur en su autobiografía
cuenta que Rock Hudson le rehuía durante todo el rodaje, aunque al ser él
primero el productor, o sea el "boss", pero el otro hacía todos sus
requerimientos mediante terceros. Incluso hay una anécdota referente
a la filmación de pelea alrededor de la fogata en la cual los dos actores
empezaron a pegarse de a de veras pero Aldrich les recriminó la falta
de realismo. Hudson era una imposición de Universal Studios, querían
un actor taquillero y el grandote estaba en alza. Era un actor más
que capaz, incluso hasta tuvo una nominación al Oscar por "Gigante (1956)" de
George Stevens pero es evidente que tuvo sus limitaciones. De galán
romántico a héroe de acción y finalmente comediante sus registros
no fueron lo que se dice versátiles. Hoy con los años y con el
conocimiento de sus preferencias sexuales no deja de parecernos un tanto
exageradas sus interpretaciones de "machito". Este año se cumplen 30 años
de su muerte.
En cambio Kirk Douglas está
sensacional. Es su película y lo vemos desenvolverse a la perfección. Su
sonrisa cínica brilla cuando está feliz o es sardónico y resalta como nunca su
agujero en la barbilla. Su mirada, en cambio cuando está cabreado es única y la
vemos cambiar cuando el Sheriff le revela el motivo de su odio, jactándose primero y sintiéndose basura después, así como la
decepción que le trae el rechazo de Belle, la ilusión del amor de Missy y
la desesperación al saberse marioneta de una tragedia. Su interpretación
física es completa, basta con verle acercarse a su rival en el duelo.
Aunque la novela original se
llamó Sundown at crazy horse, cuenta Barbapartida que los primeros
intentos de titular la película fueron horrendos: "The Magnificent Brutes", "The Tragic Brutes, Two to Make Hate", "Lion in my Path, Death is my Middle Name", "All Girls Wear Yellow Dresses", "A Primrose from O’Malley" y la más horrible: "My Gun, My Life!" Personalmente creo que un tema como el tratado aquí llamándose Todas las chicas visten de amarillo sí hubiese traído más de una mala interpretación.
Director: Robert
Aldrich.
Intérpretes: Rock
Hudson, Kirk
Douglas, Dorothy
Malone, Carol
Lynley, Joseph
Cotten, Regis
Toomey, Jack
Elam, Rad
Fulton.
Trailer:
Reseña escrita por Carlos Fernando Carrion Quezada
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