A mi parecer la filmografía de John Carpenter comprendida desde mediados de los años setenta coincidiendo con el principio de su carrera hasta principios de los años ochenta goza de una calidad creativa muy superior a todo lo que realizó después. En dicho periodo es donde creo que hizo méritos para ganarse la etiqueta de maestro del terror y el fantástico que ostenta a día de hoy. Con "La noche de Halloween (1978)" recuperó para el público estadounidense influencias del muy en boga por entonces Giallo italiano creando así otro subgénero como es el Slasher, tan explotado posteriormente. Debido a su pasión por el cine de Howard Hawks y en especial sus westerns decide incorporar a sus cintas de acción "Asalto en la comisaría del distrito 13 (1976)" y "1997: Rescate en Nueva York (1981)" elementos del cine del oeste; el primero de ellos es un remake encubierto de "Río Bravo (1959)" de Hawks y el segundo título además de estar ambientado en un futuro post-apocalíptico mantiene todos los elementos reconocibles en un western.Recurriendo a otra de sus influencias como son las películas de ciencia ficción de los 50 afronta el remake de "El enigma de otro mundo (1951)" cuyo resultado es "The Thing (1982)", uno de sus films mas redondos y recordando la niebla que cubría a la criatura del clásico británico de sci-fi "The Trollenberg terror (1958)" surge la idea para el atmosférico film que nos ocupa, "The Fog (1980)".
Magnífico el prólogo del señor Machen (John Houseman) contándole a los niños la historia del hundimiento del Elizabeth Dane junto a una hoguera en la playa con el siniestro fondo musical de los sintetizadores del propio Carpenter, y magníficas las secuencias de la iluminada niebla avanzando por la costa mientras vemos como se desencadenan toda clase de efectos paranormales en las calles de Antonio Bay: luces y claxons de coches que funcionan solos, mangueras de gasolineras que cobran vida, piedras que se desprenden de la pared de la iglesia donde se encuentra el padre Malone (Hal Holbrook) y en cuyo interior encuentra el diario de su antepasado donde relata la verdad de lo acontecido 100 años atrás cuando no solo dejaron hundirse al navío Elizabeth Dane debido a que su tripulación padecía la lepra sino que además saquearon el oro que transportaba. Seis fueron los conspiradores de tan deplorable acto y seis deben morir a manos de los resucitados tripulantes envueltos en la niebla como acto de justicia y venganza.
Una trama tan fantástica con ecos de la literatura de Edgar Allan Poe (no en vano el film comienza con una cita suya) en una época donde el cine de terror empezaba a demandar mas elementos gore o violentos solo podía funcionar con el buen hacer que imprime Carpenter a la cinta, debido entre otras cosas a su acertada elección de un formato panorámico y anamórfico con gran relación de aspecto que junto a la estupenda iluminación minimalista de su habitual director de fotografía Dean Cundey consiguen la atmósfera perfecta para este tipo de historias.A destacar también las localizaciones en las costas californianas de Point Reyes que se convierten en un personaje mas, así como su faro,en pie a día de hoy y donde se rodaron las escenas en la estación de radio de la dj local Stevie Wayne, gran interpretación de Adrienne Barbeau, por entonces esposa de Carpenter que con su voz y sus canciones se convierte en protagonista y narradora de la película debido a la situación privilegiada que le ofrece el faro para observar como la niebla avanza a través de Antonio Bay. Memorables las apariciones de los marineros resucitados en busca de sus seis víctimas, tocando en las puertas de las casas con sus garfios o la increíble secuencia final en la iglesia con la niebla envolviendo sus bancos y el padre Malone ofreciéndole una enorme cruz hecha con el oro robado a los resucitados tripulantes del Elisabeth Dane.
Magnífico el prólogo del señor Machen (John Houseman) contándole a los niños la historia del hundimiento del Elizabeth Dane junto a una hoguera en la playa con el siniestro fondo musical de los sintetizadores del propio Carpenter, y magníficas las secuencias de la iluminada niebla avanzando por la costa mientras vemos como se desencadenan toda clase de efectos paranormales en las calles de Antonio Bay: luces y claxons de coches que funcionan solos, mangueras de gasolineras que cobran vida, piedras que se desprenden de la pared de la iglesia donde se encuentra el padre Malone (Hal Holbrook) y en cuyo interior encuentra el diario de su antepasado donde relata la verdad de lo acontecido 100 años atrás cuando no solo dejaron hundirse al navío Elizabeth Dane debido a que su tripulación padecía la lepra sino que además saquearon el oro que transportaba. Seis fueron los conspiradores de tan deplorable acto y seis deben morir a manos de los resucitados tripulantes envueltos en la niebla como acto de justicia y venganza.
Una trama tan fantástica con ecos de la literatura de Edgar Allan Poe (no en vano el film comienza con una cita suya) en una época donde el cine de terror empezaba a demandar mas elementos gore o violentos solo podía funcionar con el buen hacer que imprime Carpenter a la cinta, debido entre otras cosas a su acertada elección de un formato panorámico y anamórfico con gran relación de aspecto que junto a la estupenda iluminación minimalista de su habitual director de fotografía Dean Cundey consiguen la atmósfera perfecta para este tipo de historias.A destacar también las localizaciones en las costas californianas de Point Reyes que se convierten en un personaje mas, así como su faro,en pie a día de hoy y donde se rodaron las escenas en la estación de radio de la dj local Stevie Wayne, gran interpretación de Adrienne Barbeau, por entonces esposa de Carpenter que con su voz y sus canciones se convierte en protagonista y narradora de la película debido a la situación privilegiada que le ofrece el faro para observar como la niebla avanza a través de Antonio Bay. Memorables las apariciones de los marineros resucitados en busca de sus seis víctimas, tocando en las puertas de las casas con sus garfios o la increíble secuencia final en la iglesia con la niebla envolviendo sus bancos y el padre Malone ofreciéndole una enorme cruz hecha con el oro robado a los resucitados tripulantes del Elisabeth Dane.
Título original: The fog.
Director: John Carpenter.
Intérpretes: Adrienne
Barbeau, Tom
Atkins, Jamie
Lee Curtis, Hal
Holbrook, Janet
Leigh, Charles
Cyphers, Nancy
Loomis.
Trailer:
The making of:
B.S.O.:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
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