Si tenemos en cuenta que el
western llegó a alcanzar la fuerza del Mito en la psique colectiva
estadounidense y a través de ese lirismo podían visualizar en la pantalla su
propia historia, no es de extrañar que surgieran diferentes relatos sobre los
mismos hechos transmitidos de generación en generación como verídicos. Y es así
como llegamos a la historia que nos ocupa en este film, uno de tantos
personajes que conformaron ese Universo y que dio lugar a diferentes versiones
sobre la biografía de un hombre y sus hazañas: Me refiero a Wyatt Earp. John Ford, el más grande los
directores de este género, llegó a filmar con su grandiosa "My Darling
Clementine (1946)" , un hecho real
sometido a debate histórico: el famoso tiroteo de OK Corral en Tombstone. Un
magnífico Henry Fonda nos descubre con su porte y su forma de actuar una de las
mejores interpretaciones de Wyatt Earp, aunque han existido otras muchas dignas
de mención, especialmente en lo que se refiere al famoso duelo en Ok Corral.
Otros films inspirados en este acontecimiento fueron, entre ellos: "Duelo de
titanes (1957)" de John Sturges, excelente, con
unos Burt Lancaster y Kirk Douglas estupendos. En "My Darling Clementine" podemos observar la llegada de Wyatt al pequeño pueblo de Tombstone, cómo asume
una vez más el mando de la ley, cuál es su sentido de la misma y cómo la
ejecuta, dejando una ciudad en la que la Iglesia y la escuela de Clementine sustituirán a
los enfrentamientos con los vaqueros armados y a los robos de ganado basados en
la ley del más fuerte, sin otros principios morales.
Siguiendo este mismo hilo, la supuesta biografía de Wyatt Earp también ha tenido diferentes versiones cinematográficas, entre ellas las más representativas han sido: "Wyatt Earp (1994)" de Lawrence Kasdam, y "Tombstone (1993)" de George Pan Cosmatos. En este film, es Joel McCrea quien da vida al personaje, con una interpretación que podría recordar a una mezcla entre Gary Cooper y John Wayne, un perfecto equilibrio entre la elegancia pausada, serena y discreta de un hombre seguro de sí mismo que se contrapone al rigor con el que mantiene sus principios, ya que el mantenimiento dela Ley es lo
único que motiva su uso de la violencia y su increíble destreza con el
revólver. En Wichita se nos relatan
acontecimientos previos que explicarían todos los famosos duelos mediante los
que alcanzaría la fama el personaje, es decir, sería como una Precuela de su
posterior vida tanto en Dodge City como en su Duelo de Tombstone.
Siguiendo este mismo hilo, la supuesta biografía de Wyatt Earp también ha tenido diferentes versiones cinematográficas, entre ellas las más representativas han sido: "Wyatt Earp (1994)" de Lawrence Kasdam, y "Tombstone (1993)" de George Pan Cosmatos. En este film, es Joel McCrea quien da vida al personaje, con una interpretación que podría recordar a una mezcla entre Gary Cooper y John Wayne, un perfecto equilibrio entre la elegancia pausada, serena y discreta de un hombre seguro de sí mismo que se contrapone al rigor con el que mantiene sus principios, ya que el mantenimiento de
Así que tomando las palabras del
mismísimo John Ford en su film "El hombre que mató a Liberty Valance (1962)": "Esto es el Oeste, señor. Cuando
la leyenda se convierta en realidad, escríbala."
La narración comienza con un
Wyatt que se dedica a cazar búfalos y cuya aspiración es instalarse en una
pequeña Ciudad llamada Wichita para abrir un negocio. Desde el comienzo, un
primer magnífico plano de una gran manada conducida por rudos vaqueros ya nos
advierte del protagonismo que estos vaqueros adquirirán en el desarrollo de la
trama.
Nuestro protagonista no pretende dedicarse ni al ganado, ni al juego, ni a los alborotos, pero tampoco desea asumir la responsabilidad de representarla Ley cuando el Alcalde se la
ofrece, algo muy similar al relato de Ford en "My Darling Clementine".
Pero su instinto por mantener el orden, unas veces como mediador pacífico y
otras como rápido pistolero para defender a los más débiles, le hacen asumir el
papel de sheriff en una Ciudad emergente, uno de tantos asentamientos del Viejo
Oeste, donde los pequeños establecimientos como el Bar y el Salón de juego
viven de los ingresos que los vaqueros que pasan por allí transportando ganado
dejan en cada visita, con la única pega de que son unos "visitantes" nada
nobles y muy poco considerados. Los vaqueros que pasan por las
ciudades buscan diversión en el alcohol, en las mujeres y en montar
disparatados tiroteos entre habitantes desarmados para demostrar su valor, su
poder o su hombría. Carecen por completo de normas cívicas y están
acostumbrados a comportarse salvajemente. Tourneur, que ya nos había
deleitado con exquisitas piezas en blanco y negro como "Cat People (1942)" y "Out of the past ( 1947)" realiza aquí un magnífico trabajo en brillantes
colores con formato en cinemascope. Una puesta en escena de interiores
cuidadosa y muy acertada, como corresponde a una ciudad en auge donde las
principales mansiones pertenecen a los grandes inversores del lugar, y en cuyas
lujosas habitaciones se desarrollan gran parte de los diálogos donde se
describe la pugna y el dilema ético entre los intereses políticos y económicos
de la élite frente al bienestar de la mayoría de la población.
Tourneur consigue adentrarse perfectamente en la descripción psicológica del personaje de Wyatt y le otorga cualidades de hombre justo, honesto, con marcados principios y que no se deja amedrentar por las presiones políticas del pequeño grupo de poderosos inversores dela
City. Además de la buena e
imprescindible filmación en interiores, los tiroteos del grupo de vaqueros, las
manadas de animales y el rodaje en campo abierto también resulta magistral,
permitiéndose el lujo de ofrecernos un par de momentos planteados como si de un
film de suspense se tratase. Son estos instantes en los que "Wichita" se vuelve
muy violenta, pero se trata de una violencia contenida, a punto de explotar, y
que provoca en el espectador una tensión inesperada. Sirvan como ejemplo las
escenas en las que Wyatt Earp se enfrenta sólo a un grupo de hombres que han
asesinado a un niño estando borrachos y tiroteando al aire o la escena en la
que llegan dos desconocidos a la ciudad, considerados pistoleros a sueldo para
matar a Wyatt por una cantidad importante de dinero. El resultado final es el de un
film bien narrado y entretenido con algunos diálogos muy interesantes que dejan
ver el inicio de un atisbo de democracia y del cumplimiento de la Ley por el bien de la
convivencia gracias al guión de Daniel B. Ullman. Interesantes escenas de
acción a caballo, en grupos grandes o con pocos jinetes disparando que gozan de
la buena fotografía de Harold Lipstein. Un relato que gana en verosimilitud
gracias a las interpretaciones de todo el elenco, pero especialmente de Joel McCrea
y la dulce mujer que consigue su corazón, Vera Miles.
Nuestro protagonista no pretende dedicarse ni al ganado, ni al juego, ni a los alborotos, pero tampoco desea asumir la responsabilidad de representar
Tourneur consigue adentrarse perfectamente en la descripción psicológica del personaje de Wyatt y le otorga cualidades de hombre justo, honesto, con marcados principios y que no se deja amedrentar por las presiones políticas del pequeño grupo de poderosos inversores de
Director: Jacques
Tourneur.
Intérpretes: Joel
McCrea, Vera
Miles, Lloyd
Bridges, Wallace
Ford, Edgar
Buchanan, Peter
Graves, Keith
Larsen.
B.S.O.:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
Quizás también pueda interesarle:
0 opiniones :
Publicar un comentario