Al Roberts (Tom Neal) es pianista
en un pequeño club de Nueva York donde también trabaja como cantante su novia
Sue (Claudia Drake),ambos están hartos de la vida que llevan, sobre todo ella
que una noche al tener por enésima vez una disputa con un borracho, le
cuenta a Al que ha decidido partir hacia Los Ángeles en busca de una carrera
que le ofrezca mas oportunidades. A la ya de por si triste vida que lleva el
pianista en el club hay que añadir el abandono de su novia justo cuando el
esperaba que se casarían pronto. Dicha situación se vuelve insoportable para Al
y decide partir hacia L.A. para reunirse con ella, haciendo autostop, puesto
que es la única opción que se puede permitir si quiere viajar. A partir de este
momento y para no introducir spoilers que desvelen claves de la gran historia
que nos ofrece Detour omitiré mas detalles de su sinopsis, pero es
aquí donde se encuentra la esencia de un ejemplar relato negro, contado en
primera persona y mediante flashbacks como mandan los cánones del género. Es en
su complicado viaje en autostop donde empiezan a surgir los problemas para Al y
donde pasa de ser un pobre desgraciado a convertirse en asesino muy a su pesar,
otro importante ingrediente noir o si se prefiere muy en la línea
del falso culpable hitchcokiano. Ya mas avanzado el funesto viaje será
cuando se cruce en el camino del pianista una femme fatale, Vera (Ann
Savage),que mediante chantaje y casi manteniéndolo secuestrado frustrará las
expectativas de Al de reunirse con su novia. Estamos hablando de un film
de Serie B, con mayúsculas, admirado por Truffaut, Godard o Bogdanovich,
rodado en seis días y montado en tres.
Dicha precariedad por supuesto
que se nota en el film, pues su acabado final no resulta tan elegante como se
desearia, pero Edgar G. Ulmer suple dichas carencias con un film muy
imaginativo y de preciso ritmo narrativo, con apenas cuatro personajes
principales y escasos decorados, lo que por otro lado crea un ambiente tosco
muy adecuado para la atmósfera del relato. Llama la atención que con estos
escasos medios el film sea a día de hoy una referencia dentro del cine
negro. La carrera de Edgar G. Ulmer había comenzado en Alemania
durante los años 20 construyendo decorados para gente como Robert Wiene,
F.W. Murnau, Fritz Lang o Eric Von Stroheim y como curiosidad su primer
trabajo como director fue compartido con Robert Siodmak, otro importador
expresionista y maestro del noir, para el documental "Los hombres del
domingo (1930)" en cuyo guión también participa Billy Wilder. Una vez
exiliado a Hollywood por su condición de judío, no tuvo la suerte que sus
compatriotas antes citados y fue relegado a producciones de bajo presupuesto
donde siempre dejó la impronta del estilo Bauhaus, deudora de su etapa
como decorador en el influyente Berlín de los años 20 y que se aprecia en otras
obras suyas de bajo presupuesto como el clásico de terror de la Universal "The
Black Cat (1934)" o en la ciencia ficción de los 50 con "The man from
planet X (1951)".
Título original: Detour.
Director: Edgar G. Ulmer.
Intérpretes: Tom Neal, Ann Savage, Claudia
Drake, Edmund MacDonald, Tim Ryan, Esther Howard, Pat
Gleason.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Francisco Javier Arco Pérez
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