Creo que a ningún profesional que
se precie, le gustaría que lo despidieran siendo sustituido, sin ni siquiera
haber terminado su trabajo...El gran Richard Donner ("Arma letal (1987)", "Los Goonies (1985)"),
al que ya he mencionado varias veces como un "artesano del entretenimiento" fue
relegado del mando de la secuela de "Superman" cuando este llevaba buena parte
de la secuela ya rodada, en favor del director de "Golfus en Roma (1966)", y "Help (1965)".
Richard Lester, conocido por "Robin y Marian (1976)" y "Los tres mosqueteros (1973)",
quedó pues como director de la segunda aventura del hombre de acero encarnado
por Cristopher Reeve. "Superman 2", dio continuidad al famosísimo prólogo de su
maravillosa antecesora del año 78, en la que antes de la destrucción del
planeta Krypton, Yor-El (Marlon Brando) juzga a tres rebeldes encabezados por
el general Zod (Terence Stamp), siendo condenados a vagar por el universo en la
llamada Zona Fantasma, pudiendo escuchar la amenaza profética de Zod: -Te
arrodillarás ante mí, primero tú y luego algún día tus herederos-. Es aquí
donde ya en la película de Lester, Superman evita un atentado con una bomba
atómica en la Torre Eiffel, lanzándola al espacio con la terrible casualidad de
que en la onda expansiva, la detonación de dicha bomba acaba destruyendo la
prisión, en cuyo lugar estaban confinados los tres villanos de Krypton,
liberándolos para dirigirse a nuestro planeta para implantar el nuevo orden
dictatorial bajo el mando de Zod y sus dos secuaces: La bella, letal y sumisa a
su señor "Usa" (Sarah Douglas) y el simple descerebrado pero imponente "Non" (Jack O'Halloran).
Los tres supervillanos dándose cuenta de su nueva densidad
molecular que les confieren los mismos poderes que el hombre de acero, tendrán
que enfrentarse a su igual, en una lucha desigual de 3 contra 1. Richard Lester
utilizando más dosis de humor que en la película de Donner, más
espectacularidad, pero menos épica, supo crear una secuela que se esfuerza por
ofrecer lo que el público aceptó de la película anterior, y que ya había
consagrado a Reeve derrochando vigor. En esta película Lex Luthor (carismático
Gene Hackman) anhela Australia, siempre con sus ambiciosas ansias territoriales
de por medio, que aquí se convierte es secuaz, asesorando a los tres enemigos
del héroe de la capa roja, en cómo llegar hasta el hijo de su carcelero para
cumplir con su venganza, apoderándose del planeta tierra al cuidado del que los
humanos conocemos como Superman. Un Superman que ignorando que su hogar
adoptivo está en peligro por la amenaza de Zod y los suyos, se entrega a su
enamorada Lois Lane (Margott Kidder), despojándose de sus poderes para poder
amarla como humano, renunciando así a las maravillosas virtudes que le hacían
destacar para realizar proezas que mantenían al planeta a salvo. De aquí se
deduce que, el Mesías volador no puede permitirse amar a un sólo ser humano, si
no que debido a su responsabilidad de benefactor universal, tenga que cargar
con la conciencia de renunciar a su amor personal en favor del amor a todos los
hombres, enfrentándose al desafío de recuperar de nuevo sus poderes, para
luchar contra el cruel villano que amenazó a su planeta natal cuando él ni
siquiera había nacido, y que ahora aterra a sus queridos terráqueos.
Las
secuencias de la lucha final en Metrópolis (sucedáneo de NuevaYork) son tan
animadas y desatadas en la acción, con vuelos, golpes, destrucción de edificios
y mobiliario urbano, que incluso los habitantes de la ciudad del héroe del
cómic se ven involucrados, intentando ayudar a su superhéroe, animando a la par
que disfrutando en los momentos en que los 3 canallas Kryptonianos sucumben
ante las embestidas del superhéroe de rojo y azul. En Superman 2 me quedo con
escenas que levantan el ánimo del espectador, tales como la salvación de un
niño que cae en las cataratas del Niágara, acompañadas de la música del genial
John Williams, el aura verde que desprende la piedra que da poder de nuevo a
Clark Kent para enfrentarse a sus enemigos, la comentada, desatada y animada
lucha final (nada que ver con la que se ve en "El hombre de acero", dada su
distancia temporal y técnica), la petición de Zod a Kal-El para que se
arrodille, cogiéndole la mano y arrodillándose ante él, y cómo no...El irónico
escarmiento final a un camionero en una apartada cafetería, en la que Clark
deja aclarado que estuvo haciendo pesas para acabar con el maleducado
transportista que anteriormente le había propinado una brutal paliza cuando no
tenía superpoderes. La secuela de Superman dejó un nostálgico y agradable sabor
de boca, que no se recuperaría con sus posteriores y mediocres secuelas, unas
penosas Supeman 3 y 4, que no alcanzan la superioridad de sus dos anteriores y
estupendas películas. Lester no defraudó con Superman 2, aunque con él comenzó
la caída del héroe, en un film arrebatado a un Donner, que todavía se duele de
lo que podía haber sido, y no fue...
Director: Richard Lester.
Intérpretes: Christopher
Reeve, Margot
Kidder, Gene
Hackman, Terence
Stamp, Sarah
Douglas, Jack
O'Halloran, Ned
Beatty.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
Quizás también pueda interesarle:
0 opiniones :
Publicar un comentario