Viago, Deacon Vladislav, y Petyr son cuatro vampiros que
conviven juntos en un piso de Wellington (Nueva Zelanda), que están intentando
adaptarse a la sociedad moderna en la que viven. Pagar el alquiler, hacer las
tareas de la casa y asistir a clubs nocturnos son la clase de cosas que deben
hacer para adaptarse, pero también deberán aprender a vestirse a la moda, a
entender la tecnología y usar internet. Pero siempre teniendo en cuenta lo que
son (vampiros, y por tanto, seres inmortales) y lo que hacen,(beber sangre
humana) Todo cambia cuando Stu, un amigo humano de Nick compañero del cuarteto
vampírico, ve amenazada su vida. Así, los vampiros neozelandeses se darán
cuenta de que a pesar de las evidentes diferencias, los humanos son una raza
por la que merece la pena luchar. La premisa de la película con el formato
Mockumentary trata de un equipo de cineastas que elaboran un documental
siguiendo el día a día de Viago (Taika Waititi), Vladislav (Jemaine Clement),
Deacon (Jonathan Brugh) y Petyr (Ben Fransham), cuatro vampiros que comparten
una casa en Wellington, Nueva Zelanda. Cuatro tipos de vampiros muy distintos
entre sí, de personalidades (y edades) muy variadas, que además responden a
cuatro arquetipos cinematográficos que hemos visto en varias ocasiones. La
película pronto se encarga de pasearnos por la cotidianidad de sus personajes y
su vida en la ciudad, aparte de las típicas situaciones a las que un ser de la
noche debe enfrentarse, como la necesidad de ser invitado para entrar en los
sitios, procurarse víctimas con regularidad, el enfrentamiento con otros
monstruos y las dificultades que inevitablemente surgen cuando un hecho
fortuito resulta en la creación de un nuevo compañero que les enseñará a vivir
la vida moderna.
Los directores elaboran una certera parodia de los lugares comunes y
convenciones del género de vampiros (al que desmenuza por completo) y convierte
en una obra muy inteligente, que destaca no sólo por su guión sino por el
trabajo que hacen todos sus protagonistas, el film atesora una variedad de gags
que contentará a todo tipo de público, pues combina, con gran inteligencia, los
chistes de la comedia de situación, con los visuales, el humor del absurdo, la
parodia de otras cintas y novelas del género y la comedia gore. "What we
do in the shadows" nos presenta también todo el espectro de vampiros: el
nosferatu encarnado por Petyr, Vladislav que es el típico vampiro refinado al
estilo de los Dráculas de la Hammer, el bruto Deacon, el amable y tierno Viago
y el vampiro nuevo y moderno (eternamente seguido por su mejor amigo mortal,
que tiene la cualidad de caer bien a todo el mundo). Pero alrededor de ellos,
además, nos muestran un mundo de adoradores de los vampiros deseosos de heredar
su inmortalidad, a otras criaturas de la noche con las que mantienen rivalidad
(hombres lobo), a la comunidad vampírica internacional, a cazadores de
vampiros, y claro, también a las sufridas víctimas.
Con todos estos personajes
se construye una trama más bien escueta en su línea argumental pero
exhaustivamente explotada en sus posibilidades, engrosando este arco
argumental, y en paralelo, veremos el origen de nuestros protagonistas y sus
dificultades en el día a día; dificultades que van desde vestirse sin poder
verse en un espejo a hacer las labores diarias de la casa. La principal virtud de "What We Do in the Shadows", es el dominio absoluto de
los códigos reconocibles del cine de vampiros y en la forma en que estos se
presentan en pantalla para ser puestos en evidencia, y no sólo en su vertiente
clásica de seres elegantes de capa y mirada siniestra, sino también en su
vertiente monstruosa, en su faceta de rebelde modernidad, en su faceta medieval
e incluso en su vertiente romántica actual. Una gran película y una genialidad,
sin duda. Y en cuanto a comedias de terror de los últimos años, la mejor
propuesta que he visto desde la magnífica "Shaun of the Dead". "What We Do in the Shadows" ha arrasado en todos los
festivales donde se ha presentado ganando diferentes premios, entre ellos el del
"Premio del público" en el Festival de Sitges 2014 y de forma muy
merecida desde mi punto de vista. Una de las sorpresas más agradables de este
año que finaliza, una película fresca, divertida y con un profundo amor y
respeto a lo que parodia de forma tan acertada.
Título original: What We Do in the Shadows.
Director: Taika Cohen, Jemaine Clement.
Intérpretes: Jemaine
Clement, Taika
Cohen (AKA Taika Waititi), Jonathan
Brugh, Cori
Gonzales-Macuer, Stu
Rutherford.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Ramón Abello Miñano
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