Año 1986. Una joven aparece
brutalmente violada y asesinada en la Corea del sur rural, en plena dictadura
militar. Será la primera víctima de una serie de violaciones y asesinatos en
serie que golpearán con fuerza al país, una región que nunca antes había
conocido semejantes atrocidades. El policía local, Park Doo-man, y el agente
proveniente de Seúl, Seo Tae-yoon, serán los responsables del caso, dos agentes
radicalmente opuestos en sus métodos. Una investigación saturada de pistas
falsas, errores humanos múltiples y una infinidad de trayectorias sin salida
dejarán a los dos protagonistas sumidos en la absoluta desesperación a medida
que avanzan los días, mientras, cada vez se encuentran más lejos de la
resolución. "Memories of Murder" nos muestra un entorno rural en un
régimen dictatorial en el cual los métodos de defensa al ciudadano son más bien
pocos. La película nos narra en clave de thriller policial todo un manual de
malos usos y métodos dudosos del buen policía a través de un caso real que
sacudió al país entero durante varios años y que nunca seria resuelto. Para
ponerlo en práctica tenemos a los dos agentes protagonistas, muy diferentes
entre si . El agente Park Doo-man, un paleto bonachón que va dando tumbos
empleando la violencia indiscriminadamente sin ton ni son. Su compañero de
investigación es el agente Park Doo-man, licenciado en la universidad de Seúl,
idealista, astuto y reflexivo, y que no tardará mucho tiempo en verse superado
por las circunstancias.
La antítesis que suponen las diferentes psiques de los
dos agentes, puede apreciarse tanto en lo físico como en lo mental de ambos.
Donde Park es rudo, visceral, despreocupado y bromista, Seo es delicado,
racional, metódico y serio. Sus diferentes puntos de vista provocarán continuos
choques entre ellos que desvirtuarán su capacidad a la hora de resolver un caso
que cada vez se les va más de las manos a medida que empiezan a producirse más
asesinatos.Y es que, pese al esfuerzo de los policías, nada parece detener al
asesino. La incompetencia organizativa de la policía local no hace más que
entorpecer: los conciudadanos juegan con las prendas de las víctimas, todos se
pasean por la escena del crimen, tractores pisan las pocas evidencias que
quedan presentes. Las torturas, por otra parte, les restan legitimidad y
credibilidad, incluso los métodos de observación más profesionales del
detective llegado de la capital tampoco permiten atrapar al maníaco y es que la
estructura policial descrita en el film gira más en torno a lo cotidiano que a
lo extraordinario. La figura del asesino, más intuida que vista a lo largo de
la película, consigue impregnar y monopolizar la historia con el simbolismo del
que rodea sus crímenes: la lluvia, el color rojo, las minuciosas y enfermizas
vejaciones a las que somete a sus víctimas y su patente falta de escrúpulos,
son sus armas para calar como personaje principal a pesar de su ausencia en la mayor
parte del metraje.
El guión está perfectamente trazado y sabe en todo momento
mantenernos en una tensión constante, así como describir las limitaciones de
esa época. Como les es imposible identificar al asesino, los presuntos
culpables que son inocentes hasta la médula , no hacen otra cosa que demostrar
el caótico momento que viven los agentes que van de un lado a otro sin saber
exactamente que buscan y las pistas parecen crear un laberinto que no conduce a
ningún sitio. La película se mueve, junto a la investigación, en sucesivos
meandros que son definidos por los crímenes que se suceden. Una gran elipsis
obvia el paso del tiempo (los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de varios
años), un tiempo que progresivamente pesa sobre los investigadores, desanimados
ante la falta de pruebas. La película nos va arrastrando poco a poco con un
tempo brillante a una sórdida y densa atmósfera que pretende transmitirnos el
mal inherente al ser humano y los errores que todos somos capaces de cometer
sin importar nuestra condición y/o nuestras circunstancias, hasta llegar a un
final desolador que nos habla del horror en la vida humana y nos recuerda que,
en ocasiones, debemos convivir con él para poder sobrevivirle. Un final más
efectivo que efectista. "Memories of Murder" trasciende el mero cine
de genero para convertirse es un laberíntico thriller circular de un singular
hipnotismo y por derecho propio en el mejor film de Bong Joon-ho. en uno de los
mejores títulos del cine Coreano, y una obra absolutamente recomendable.
Frases para recordar:
"¿Es usted un demonio? Soy un
hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios". (Gilbert Keith
Chesterton)
"El mundo no está en peligro
por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad". (Albert
Einstein)
Título original: Salinui chueok (Memories of Murder).
Director: Bong
Joon-ho.
Intérpretes: Song
Kang-Ho, Kim
Sang-Kyung, Kim
Roe-Ha, Song
Jae-Ho, Byun
Hee-Bong, Koh
Seo-Hee.
Trailer:
B.S.O.:
Reseña escrita por Ramón Abello Miñano
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