Aydin es un actor retirado,
regenta el Hotel Otello, un hotel ubicado en las montañas rocosas del centro de
Anatolia, en la estepa, Capadocia, junto
a su esposa, bastante más joven que él, ambos mantienen una relación conyugal
distante, y su hermana, recientemente divorciada. Aydin también ostenta
pequeños contratos de arrendamiento dejados en herencia por su padre, aunque la
difícil situación económica de alguno de sus inquilinos le impida cobrar parte
de sus rentas.En el transcurso de una visita a sus propiedades con el capataz,
una piedra lanzada por un niño impacta en la ventanilla de su vehículo,
rompiendo el cristal. El niño es uno de los hijos de esas familias carentes de
recursos. Este insignificante hecho será un detonante definitivo para ahondar
en la personalidad y evolución de cada uno de los personajes. Los problemas
personales del trío protagonista son el motor de fondo de la película. Durante
el transcurso de las conversaciones entre ellos, poco a poco, los iremos
conociendo, mostrándose al espectador tal y como son. La imagen que proyectan cada uno hacia el
exterior, no se corresponde con la realidad de su fuero interno. Así, Aydin,
convencido de ser intelectualmente
superior al resto de sus semejantes, anhela escribir un gran relato sobre el
teatro turco, un mundo que conoce perfectamente y en el cual no llegó a
triunfar del todo como actor, por lo que, escribe, periódicamente artículos
para la prensa local sobre el turismo en su país. Nihal, la esposa, dependiente
económicamente de su marido, detenta una vida cómoda y realiza acciones
altruistas sociales para mitigar su fracaso matrimonial y personal y, sentirse
útil a la vez.
La hermana de Aydin, Necla, arrastra su frustración por el reciente divorcio, tiene una vida vacía y anodina. Predica teorías contradictorias sobre el perdón que luego ella es incapaz de llevar a la práctica, sino todo lo contrario. El imán de la zona, como consecuencia del hecho cometido por el niño, su sobrino, actuará en contra de sus principios, por el bien familiar común. Todos ellos se mueven en el autoengaño, todos, menos el niño, que es el único que actúa con honestidad y auténtica espontaneidad. Con guión de Ebru Ceylan y del propio director, Winter Sleep es una película que trata sobre la conciencia, la moral y el comportamiento humano. Pero también de la culpa, la dignidad o la compasión mal entendida. Y lo hace desde la sencillez y la cotidianidad, mostrándonos unos bellísimos rincones de Anatolia a través de la estupenda fotografía de Gokhan Tiiryaki.
Una fotografía que traspasa la hostilidad, la rudeza y la crudeza del invierno en el entorno, la inmensidad rocosa en medio de la nada, puede llevarnos a recordar, en cierta medida, al mítico Hotel Overlook. Ceylan divide el tratamiento de la luz en dos espacios bien diferenciados. Así, en los planos interiores, la luz es cálida, intimista, a veces, en penumbra, sobre todo en las conversaciones intimistas entre los personajes, mientras que en los planos exteriores se puede sentir el frío en los huesos. Además de la fotografía, la cinta se sustenta en sus significados, pero sobre todo, se sustenta en los diálogos de los personajes, largas conversaciones trascendentales en penumbra, protegiéndose así de la hostilidad del entorno del hotel, pero definitivamente atrapados sin salida en su interior. Las casi tres horas de metraje, obligan a afrontar Winter Sleep con serenidad, pero que esto no asuste a nadie, ya que su realización tranquila, serena y con unos personajes que quedan al descubierto, pese a su gran introspección, la hacen muy recomendable.
La hermana de Aydin, Necla, arrastra su frustración por el reciente divorcio, tiene una vida vacía y anodina. Predica teorías contradictorias sobre el perdón que luego ella es incapaz de llevar a la práctica, sino todo lo contrario. El imán de la zona, como consecuencia del hecho cometido por el niño, su sobrino, actuará en contra de sus principios, por el bien familiar común. Todos ellos se mueven en el autoengaño, todos, menos el niño, que es el único que actúa con honestidad y auténtica espontaneidad. Con guión de Ebru Ceylan y del propio director, Winter Sleep es una película que trata sobre la conciencia, la moral y el comportamiento humano. Pero también de la culpa, la dignidad o la compasión mal entendida. Y lo hace desde la sencillez y la cotidianidad, mostrándonos unos bellísimos rincones de Anatolia a través de la estupenda fotografía de Gokhan Tiiryaki.
Una fotografía que traspasa la hostilidad, la rudeza y la crudeza del invierno en el entorno, la inmensidad rocosa en medio de la nada, puede llevarnos a recordar, en cierta medida, al mítico Hotel Overlook. Ceylan divide el tratamiento de la luz en dos espacios bien diferenciados. Así, en los planos interiores, la luz es cálida, intimista, a veces, en penumbra, sobre todo en las conversaciones intimistas entre los personajes, mientras que en los planos exteriores se puede sentir el frío en los huesos. Además de la fotografía, la cinta se sustenta en sus significados, pero sobre todo, se sustenta en los diálogos de los personajes, largas conversaciones trascendentales en penumbra, protegiéndose así de la hostilidad del entorno del hotel, pero definitivamente atrapados sin salida en su interior. Las casi tres horas de metraje, obligan a afrontar Winter Sleep con serenidad, pero que esto no asuste a nadie, ya que su realización tranquila, serena y con unos personajes que quedan al descubierto, pese a su gran introspección, la hacen muy recomendable.
Suavi: ¿Sabes lo que creo? La miseria, la pobreza, es una catástrofe natural. La voluntad de Dios, de alguna forma. No podemos oponernos al destino.
Aydin: Pero Dios nos ha dotado de inteligencia para combatir estos flagelos.
Suavi: Es verdad- Es verdad, pero de todas maneras, hay gente que ha venido a la Tierra para eso. Hay que dejarlos que hagan su trabajo. Tú, tú eres un creativo, un artista. ¿Por qué vas a mezclarte con todo eso? Ocúpate de tu trabajo.
Título original: Winter Sleep.
Director: Nuri Bilge Ceylan.
Intérpretes: Haluk Bilginer, Melisa Sözen, Demet Akbag, Nadir Saribacak, Ayberk Pekcan, Nejat Isler, Tamer Levent.
Trailer:
Reseña escrita por Marilyn Rodríguez
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