En los años 20, Europa es un
Continente ejemplar que presume de lujo y cultura. En una ciudad-balneario del país
alpino de Zubrowka, las principales fortunas de la sociedad europea van a
descansar al Gran Hotel Budapest para evadirse del mundanal ajetreo. Gustave H. (Ralph Fiennes), es un legendario
conserje del famoso Hotel. Es un fiel representante de las buenas maneras
europeas, tiene un gusto exquisito y un estilo refinado con el que conquista a
todas las grandes damas que visitan el Hotel. Su habilidad con las mujeres de
cierta edad es tal, que el día que aparece muerta una de sus más fieles
amantes, él hereda una fortuna materializada en una famosa pintura
renacentista. Un hecho tan inesperado como envidiado por el resto de miembros
del Clan familiar de la difunta. Misteriosamente, el codiciado objeto de la
Herencia desaparece y Gustave es acusado de forma inmediata, sin pruebas, sin
conocer su "modus operandi". La familia consigue así declarar como criminal a
uno de los principales herederos. Convertido en culpable y diana de varias
intrigas familiares, Gustave es ahora un prófugo de la justicia que será
perseguido por la policía a través de Europa
durante la época de Entreguerras. La narración es contada a modo de
flashback muchos años más tarde por su fiel ayudante, Zero Moustafa (Tony
Revolori), un joven empleado inmigrante al que convierte en su protegido, en el
único depositario de todo su amplio conocimiento, al que adiestra para adquirir
esos exquisitos modales que lo han convertido en el gran conserje que es.
Gustave trata de enseñar a su joven aprendiz que, a través de los años, su trabajo en el Hotel
le ha permitido conocer todo tipo de grandes personajes europeos, con los que
ha ido aprendiendo, sumando experiencias y alcanzando un gran nivel cultural
como queda reflejado en cada uno de sus actos.
Inspirada en la obra de Stefan
Zweig, con un guión adaptado por el propio Wes Anderson en compañía de Hugo
Guinness, es capaz de recrear un Hotel Balneario de ensueño ubicado en un país
montañoso ficticio (Zubrowka) digno de alojar a la élite de la Sociedad Europea
del momento. La historia del robo del cuadro, la herencia y las absurdas
disputas de las familias dominantes por el poder y el dinero no son más que un
pequeño detalle de lo que en realidad importa en esta cinta: Los gobiernos de
Europa también pelean entre ellos por el poder y sumergen a todo un Continente
en dos grandes Guerras sucesivas, perdiendo así gran parte de la cultura
heredada durante siglos por civilizaciones previas. La violencia y la crueldad
sustituyen en Europa a el lujo y los buenos modales de antaño, que en realidad
son representados por el conserje del Hotel, al cual no le queda más heredero
que un inmigrante, tan insignificante, que ha tomado el nombre de Zero. Sumergido
dentro del particular y preciosista mundo visual, imposible de imaginar sin la
excelente fotografía de Robert D. Yeoman y el fondo musical de Alexandre
Desplat, Wes Anderson, nos descubre un relato coral basado en un elenco de
lujo: F. Murray Abraham, Mathieu Amalric, Adrien Brody, Willem Dafoe, Harvey
Keitel , Jude Law, Jeff Goldblum , Bill Murray, Saoirse Ronan y Lea Seydoux,
todos ellos son piezas imprescindibles dentro de esta surrealista partida de
ajedrez.
La mayoría coincide en etiquetar a Wes Anderson de un gran esteta,
meticuloso en la elaboración de sus planos, de sus panorámicas de simetría
perfecta. Sin embargo, para algunos, esa particular atención a la presentación
visual de sus fábulas, llenas de un colorido desenfadado, de una fotografía
luminosa, precisa en la descripción visual de los detalles, parece que resta
contenido semántico a sus mensajes. Pero en realidad, sucede todo lo contrario.
Al sumergirnos en un mundo de fantasía donde todo es posible, las críticas
enmascaradas son toleradas y la crudeza de la realidad puede ser percibida por
aquellos que lo deseen. No hay frivolidad en su cine. Hay mucha ironía, mucha
crítica y mucho cinismo. Precisamente es el humor y no la estética la que
envuelve siempre el mensaje que el director quiere transmitirnos. En esta cinta, el declive
cultural europeo es el gran tema a tratar. La crueldad humana representada por
las dos grandes Guerras, por los policías cada vez más violentos, por las
personas que sufren el proceso de inmigración permiten visualizar en lo que se
transformará la gran Europa. Cada vez que Gustave y su discípulo son detenidos
en el tren, la policía es más cruel. Poco importa el período histórico que
estemos atravesando, la violencia se apodera cada vez más de Europa. Y cada crueldad representativa de
la humanidad es narrada con mucho sigilo, con tanta ironía que casi pasa
desapercibida.
Gustave H- Alguna vez te han
interrogado?
Zero Moustafa- Si, una vez en mi
País , después de la Revolución. Me torturaron para que hablara.
Gustave H.- Bien, estonces ya
sabes de qué va esto. No digas ni Pío.
Wes Anderson es un cineasta capaz
de crear su propio estilo, de marcar una estética visual propia. Bajo la
apariencia colorista, divertida y absurda, sabe transmitir un gran mensaje y lo
hace sin grandes pretensiones, con la misma sencillez y estética de los cuentos
infantiles. Creativo, visual, imaginativo, cínico y crítico, con un humor
surrealista, casi onírico en ocasiones, su narrativa sabe utilizar interesantes
metáforas llenar de lirismo y de sentido la gran pantalla.
Título original: The Grand Budapest Hotel
Director: Wes Anderson.
Intérpretes: Ralph
Fiennes, Tony
Revolori, Saoirse
Ronan, Edward
Norton, Jeff
Goldblum, Jude
Law, Willem
Dafoe, F.
Murray Abraham, Adrien
Brody.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
0 opiniones :
Publicar un comentario