En una pequeña localidad de
provincias, tres amigas casadas se disponen a realizar una excursión escolar en
la que madres e hijos compartirán una jornada campestre tras un pequeño viaje
en barco. Desde la primera escena se respira el ambiente de convencionalismo
social tan característico de las zonas rurales. Cuando se disponen a partir,
antes de subir al barco, las tres mujeres llamadas Deborah (Jeanne Crain), Rita
(Ann Sothern) y Lora May (Linda Darnell), reciben una carta de Addie, la única
amiga común que no está casada, de la que tanto se habla desde el comienzo
aludiendo a sus fantásticas cualidades. En su lugar, las tres amigas reciben
una única carta firmada por la propia Addie donde les indica que se ha fugado
con el marido de una de ellas. Cada una de las tres esposas
reflexiona sobre su situación marital, intentando analizar la posibilidad de
que la traición pudiera suceder en su propio matrimonio. Deborah recuerda sus orígenes humildes y su
llegada a la comunidad, donde su marido Brad (Jeffrey Lynn) es un personaje
influyente y pudiente que pertenece a una clase social distinguida, algo que a
ella le atemoriza e intimida. Brad estuvo comprometido en su juventud con Addie
y se decía de ellos que eran la pareja perfecta. Por su parte, Rita piensa en
George (Kirk Douglas), un maestro dotado de gran sensibilidad e intelecto, pero
que carece de un trabajo bien remunerado como para aportar los ingresos
suficientes que requiere un matrimonio con gemelos. De esta ordinaria y vulgar
tarea debe ocuparse su esposa, mediante pequeños escritos para la radio. La
crispación en la pareja procede de los grandes desprecios que Rita recibe de su
esposo que ridiculiza esta importante fuente de ingresos y labor de Rita al
considerarlo un trabajo vulgar y con fines mercantilistas. Por último, Lora
Mae, la más atractiva y distinguida, recuerda cómo fue el encuentro con su
actual marido.
Ella era una joven de clase trabajadora, sin apenas recursos,
dotada de gran belleza y dispuesta a cualquier cosa para obtener un futuro
mejor. Empleada en unos Grandes Almacenes, conseguirá su objetivo en la vida al
casarse con el dueño y jefe, Porter (Paul Douglas), muchos años mayor que ella. "Carta a tres esposas" es una película basada en la novela de John Kempner, con un
brillante guión adaptado por el propio
Joseph L. Mankiewicz junto con Vera Caspary. Con un manejo del tiempo
fílmico artesanal, Mankiewicz es capaz de mantener el suspense girando en torno
a un suceso que podría ser pura frivolidad en otras manos. Desde el comienzo,
la voz en off siempre presente de la amiga ausente, tan perfecta como envidiada:
Addie, domina el relato. El tiempo fílmico es modificado mediante el uso de
tres flashback consecutivos y paralelos en tiempo real, cada uno revelador de
las intimidades de las tres parejas. El
hilo conductor de todas las historias será la sempiterna presencia de la
brillante Addie, un espíritu libre, una mujer bella, seductora y exitosa por la
que todos los hombres del grupo han mostrado su admiración en algún momento,
aún estando presentes sus propias esposas.
Buscando en el pasado íntimo y personal
de cada una de ellas, el ritmo y la tensión se mantienen gracias a las dudas
que cada esposa alberga en su interior, recordando episodios de desavenencias
conyugales o de celos por la presencia de Addie, la cual con exquisita
perfección les recuerda a cada una sus principales miedos o carencias. Esos banales episodios pasan a
transformarse una losa sobre sus cabezas. Uno de los puntos interesantes de
esta trama es descubrir la subjetividad de los recuerdos. Cómo cada mujer es
capaz, en un momento de incertidumbre, de recordar precisamente lo que más le
preocupa de su relación. Sin esa carta, jamás se hubieran permitido analizar o
llegar a pensar que pudieran tener conflictos en su idílica vida familiar. La
trama, articulada sobre recuerdos y vivencias, es narrada a modo de intriga,
con un suspense que se resolverá simplemente dejando pasar el tiempo ya que el
fin de la excursión que dura apenas unas horas y la vuelta al hogar resolverán
el enigma. Será entonces cuando alguna de ellas descubrirá que sus temores eran
ciertos.
Obviando la simple intriga de la
trama en favor de un certero retrato de caracteres y ambientes, J.L. Mankiewicz
construye una obra redonda en la que se apuntan las constantes que su director
desarrollaría con plenitud en su obra posterior. Una crítica enmascarada,
ingeniosa y analítica de los ridículos valores de unos personajes
magistralmente definidos, ahogados en la superficialidad de los
convencionalismos, de las apariencias sociales, de los bienes materiales o la
mediocridad intelectual del "american way of life". Por esa razón no
elige como escenario un lugar cosmopolita, sino una pequeña localidad enraizada
en los usuales modales y ambiciones del ciudadano medio del lugar. Fue el
primer éxito y el primer Oscar que obtuvo Mankiewicz, de lo que sería toda una
larga carrera plagada de grandes películas donde su conocimiento y sensibilidad
a la hora de tratar y mostrar el mundo interior femenino lo convirtió en un
brillante director de relatos humanos.
Frase para recordar: "Me marcho de la ciudad con el marido de una de vosotras".
Título original: A Letter to Three Wives.
Director: Joseph L. Mankiewicz.
Intérpretes: Kirk
Douglas, Ann
Sothern, Linda
Darnell, Paul
Douglas, Jeffrey
Lynn, Jeanne
Crain, Florence
Bates, Thelma
Ritter,
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
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