Obra audaz,
insólita y de culto filmada por el
semiolvidado director estadounidense Todd
Browning, cuya filmografía(compuesta por unas setenta películas) está
rodeada de un halo de misterio y controversia(1). Browning, inició su carrera como director de cine durante el
periodo mudo y sus obras más conocidas
de ese periodo están ligadas a su colaboraciones con el mítico hombre de las
mil caras: el polifacético actor Lon
Chaney. Con él filmó títulos como "El trío fantástico (1925)" . "Garras humanas (1927)" o "Oriente (1929)". Su etapa sonora se inicia en 1931 con la adaptación
de la famosa novela Drácula de Bram Stoker con Bela Lugosi en el papel principal; posteriormente rueda su obra
maestra (de la que por supuesto me ocuparé con más detenimiento más adelante: "Freaks, La parada de los monstruos(1932)", así como las destacadas "La marca del
vampiro (1935)" y la historia fantástica escrita por él mismo "Muñecos
infernales (1936)"… La carrera de Browning
acabó abruptamente debido a la incomprensión que sufrieron la mayoría de
sus obras y a problemas personales, retirándose del cine en 1939 tras filmar Miracles for sale, moriría en 1962 en su
casa de Malibú. El argumento de la
película es sencillo y directo, a lo que contribuye su breve metraje de apenas
sesenta y cuatro minutos y su ágil montaje que le confiere un formidable ritmo.
La película se desarrolla integramente en un circo y sus alrededores más
cercanos. El circo está formado por los llamados freaks (2). Uno de estos freaks
Hans (Harry Earles), un enano, se enamora de una bella trapecista Cleopatra
(Olga Baclanova) a pesar de esta
prometido con una enana Frieda( Daisy
Earles). Sin embargo Cleopatra es amante del forzudo Hércules (Henry
Victor) y juntos se aprovecharán cruelmente del indefenso
enano…
Paralelamente Phroso el payaso (Wallace Ford) y Venus, la domadora
de focas (Leila Hyams) establecen
una emotiva y sincera relación y que sirve de contrapunto a la sucia y desigual
relación entre Cleopatra y Hans. Pese a ser un relato con trama principal y
protagonistas, la película destaca sobre todo por que es la primera que
aparecen de forma nítida y llamativa un conjunto de freaks auténticos en una
pantalla de cine: Daisy y
Violet Hilton (hermanas siamesas), Josephine Joseph (mitad hombre mitad
mujer), Johnny Eck, el Medio-chico
(sin cuerpo de cintura para abajo), Frances
O'Connor (mujer sin brazos), Peter
Robinson (el esqueleto humano), Olga
Roderick (la mujer Barbuda), Frances
O’Conner y Martha Morris (bellas
mujeres sin brazos), Prince Randian (el torso humano), Koo Koo (la mujer pájaro) Elvira
y Jenny Lee Snow (mujeres con cabezas de alfiler) Elizabeth Green (la mujer cigüeña Delmo Fritz (el tragasables)…Esto causó una
gran impresión en el público de la época acostumbrado a ver películas de terror
cuyos protagonistas están caracterizados con llamativos y terroríficos maquillajes
o prótesis que deformaban el cuerpo de los actores… Nada de eso hay en esta
película, y es precisamente esta coralidad perturbadora y extraña la que hoy
aún conmociona al espectador moderno, en este sentido la película es difícil de
clasificar en lo que respecta a su género ya que aunque podríamos encuadrarla
como una película de terror, lo que el sistema cinematográfico estadounidense
denominó "horror movie”, posee
elementos inquietantes y ambiguos que la sitúan fueran del mismo, de hecho se
trata de uno de los relatos más brutales, implacables y lúcidos sobre la
condición humana.
Los freaks son fundamentales para ilustrar unas veces de forma
veraz y realista, otras de forma grotesca la vida que se desarrolla en un
circo, o más bien su trastienda en unos barracones destartalados en los que
conviven estos seres deformes con trapecistas, forzudos o jinetes. La mirada
atrevida y visionaria de Browning consigue
aunar en una misma película dos tendencias que se habían iniciado en el cine mudo:
por una lado una tendencia europea comenzada por los fundadores del
cinematógrafo: los hermanos Auguste
y Louis Lumière que tiende al documental, a considerar al cine como instrumento para capturar la
realidad inmediata; y de otro el cine como fábrica de sueños, más propio del
Hollywood dorado en el que la ficción sirve de impulso a la creación de mundos
soñados y a la evocación de todo tipo de fantasías. La estupenda fotografía de Merrit B. Gerstad de corte
expresionista, retrata a la perfección a todos los personajes. Los contrastes
de luces y sombras y la complejidad de imagen está mostrada perfectamente hacia
el final de la película, el operador con gran pericia coloca la cámara a la
altura del suelo para mostrarnos, bueno más bien sugerirnos el horror. Por otra
parte la ausencia de música y unos diálogos llenos de naturalidad y
verosimilitud dan el tono perfecto a tan atrevida propuesta… diálogos en los
que el alma humana aparece al desnudo, sin moralina, sin ternurismo, sin
énfasis gratuito.
La tension sexual entre Hans y Cleopatra quedan perfectamente
plasmados con gran audacia, así como el desprecio de la mayoría de los miembros
hacia los freaks. La gestación de esta obra maestra tuvo su inicio en el
interés que Browning y su productor Irving Thalberg, de la Metro Goldywn Meyer
mostró por un relato breve de Todd
Robbins: “Spurs”, de hecho, Browning ya había adaptado un relato de
Robbins: The Terrible Three en una
de sus películas mudas: The Unholy tree. La adaptación a la pantalla realizada por Willis Goldbeck, Leon Gordon y
Al Boasberg modifica varios aspectos de la obra original, incluido el
sentido de la trama principal de cariz
melodramático y folletinesco que, si bien se mantiene parcialmente, modifica su
punto de vista. Browning y sus guionistas emplearon solo parcialmente
el marco de la historia que les interesaba enormemente, de hecho el propio Browning trabajó en un circo en su
juventud y conocía perfectamente dicho mundo. Desaparece el tono misógino del relato, también cambia el
tratamiento de los personajes, especialmente a los freaks a los que devuelve su
dignidad como seres humanos. A lo largo de la película los freaks sufren una
evolución, en un principio aparecen como seres divertidos, indefensos y
frágiles, pero el curso de los acontecimientos y su fuerte sentimiento grupal
les hace cambiar, les hace actuar a favor de Hans tal y como lo haría una
persona “normal”…
Así, una de las grandes virtudes de Browning es que deja al descubierto sin piedad la avaricia, la lujuria
y la crueldad del ser humano, y todo ello sin el más mínimo atisbo de moralina. Su mirada es la de un lúcido pesimista que observa sin piedad a la condición
humana, arrastrada por la avaricia y por el afán de humillar al diferente,
tanto en el plano físico como en el moral. Sin embargo la versión de Freaks que conocemos no es ni mucho
menos la que Browning planeó, ya que
las injerencias de los productores de la Metro
Goldwin Meyer
obligaron al director a suavizar el final y a cortar unas escenas aún más
explícitas y terroríficas, y a añadir un epílogo romántico que chocaba con las
intenciones de su director de mostrar toda la depravación de los seres humanos. A
pesar de ello la película sigue siendo audaz y atrevida, habiéndose adelantado
más de medio siglo a su tiempo. Los visionarios suelen ser unos incomprendidos,
pero la influencia de Browning es
patente en importantes directores actuales como David Lynch o Tim Burton.
Imprescindible obra de arte incómoda y lúcida que nos pone frente al espejo y
nos enfrenta a nuestra condición. En una sociedad como la nuestra donde el
aspecto físico y la consiguiente banalidad de este hecho inunda la concepción
de nuestras vidas, presente en los anuncios, en los puestos de trabajo, en las
relaciones sociales. Freaks es una sacudida brutal a la superficialidad y un
digno emotivo canto a la diferencia.
Título original: Freaks.
Director: Tod Browning.
Intérpretes: Wallace Ford, Leila Hyams, Olga
Baclanova, Roscoe Ates, Henry Victor, Harry Earles, Daisy
Earles, Rose Dione
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Juan Murillo Bodas
(1) Lo más representativo de su filmografía ,
melodramas folletinescos de trama rocambolesca que muestran su interés por el
espectáculo, lo macabro, lo grotesco, lo perverso, la depravación, el
masoquismo, la venganza, el sacrificio, el asesinato y las atracciones de
feria(los llamados freaks, fenómenos o monstruos humanos).
(Lucía Solaz Frasquet(fragmento de su
artículo “El filme más prohibido de la
historia”)
(2) La palabra
freak proviene de la jerga anglosajona y designa a todos aquellos seres humanos con
extrañas deformidades que poseen desde su nacimiento... mas la palabra viene de
un verbo inglés del siglo XVIV: “frician”,
que significaba “bailar”
0 opiniones :
Publicar un comentario