Antes de ver por vez primera "Ocho apellidos vascos", ya
habían llegado a mis oídos multitud de opiniones (la mayoría favorables), de la
famosa película-fenómeno. Pude observar en los noticiarios cómo en los cines de
todas las comunidades autónomas españolas, se abarrotaban en masa todas los
salas ante el film ideado por Emilio Martínez Lázaro ("Al otro lado de la cama (2002)") y por Borja Cobeaga ("Pagafantas (2009)"). Tengo la impresión de que ni ellos mismo
esperaban que su película se convirtiera en un film que engroisaría la cantidad
más alta en toda la historia del cine español en cuanto a recaudación. El
prodigio de "Ocho apellidos vascos" debería ser sometido a estudio para
encontrar la fórmula del éxito, y levantar a un cine español que se encuentra
de capa caída. El portento de semejante proeza para la taquilla en España con
el presente film, ha corroborado que una de las mejores campañas de publicidad
para una película es sin duda la recomendación de persona a persona (el famoso
boca a boca). Y si en "Lo imposible (2012)" la intensa y multitudinaria campaña en
televisión fue la clave para el triunfo, aquí las conversaciones personales y
las recomendaciones han jugado un papel esencial para la abultada taquilla. "Ocho apellidos vascos" ha sabido recoger las mieles cosechadas del programa de
televisión "Vaya Semanita" para sembrar el fruto que ha madurado en los cines,
explotando los topicazos de dos pueblos españoles tan dispares como los vascos
y los andaluces. Las manidas vulgaridades que etiquetan a las comunidades
andaluza y vasca son exploradas con comicidad y trazo grueso. Tanto la tenaz y
liante Clara Lago como el debutante actor y monologuista despistado de Dani
Rovira, crean una trama de enredo amoroso que cual romance acelerado e
inesperado enciende la mecha del "nudo marinero" que entre confusiones y
torpezas acabará por moldear una comedia muy simpática.
Un campechano y exageradísimo Karra Elejalde en el papel de "vascorro" papá pescador de atunes y una cómplice estupenda anfitriona como aquí muestra una encantadora Carmen Machi, contribuyen sobremanera a la telaraña de confusiones y embrollos para que una hija (Lago) encuentre el cariño de su padre alejado, y ella misma sea tocada por un inesperado y alocado amor en forma de pueblerino andaluz con el que no tenía aparentemente nada en común. Este delirante film ha sabido enganchar a un público debido a la complicidad que tiene el hacer una sana saña irónica, con la que todo español ha etiquetado en algún chiste o conversación a los sureños andaluces y a los norteños vascuences. Las charlas de los personajes con los rituales típicos y los sellos de identidad de dos pueblos tan diferentes, son el caldo de cultivo de las risas del espectador que encuentra un atractiva y asequible comedieta bajo la que subyace algún meloso romance y un nostálgico reencuentro familiar, plagado de confusiones. En definitiva, un acertado hito en el cine español, necesitado de este género y de otros para subsistir como cultura que fomente el negocio... Y pensar que la ira desatada por una vasca, en un tablao flamenco vestida de faralaes que escucha cómo comparan los apellidos de su pueblo con una enfermedad venérea por las ocurrencias de un monologuista andaluz, sean la pólvora de esta historia romántica, es cuanto menos ocurrente, encantador y gracioso. Gonorrea no es un apellido vasco...Próximamente segunda parte a la vista...
Un campechano y exageradísimo Karra Elejalde en el papel de "vascorro" papá pescador de atunes y una cómplice estupenda anfitriona como aquí muestra una encantadora Carmen Machi, contribuyen sobremanera a la telaraña de confusiones y embrollos para que una hija (Lago) encuentre el cariño de su padre alejado, y ella misma sea tocada por un inesperado y alocado amor en forma de pueblerino andaluz con el que no tenía aparentemente nada en común. Este delirante film ha sabido enganchar a un público debido a la complicidad que tiene el hacer una sana saña irónica, con la que todo español ha etiquetado en algún chiste o conversación a los sureños andaluces y a los norteños vascuences. Las charlas de los personajes con los rituales típicos y los sellos de identidad de dos pueblos tan diferentes, son el caldo de cultivo de las risas del espectador que encuentra un atractiva y asequible comedieta bajo la que subyace algún meloso romance y un nostálgico reencuentro familiar, plagado de confusiones. En definitiva, un acertado hito en el cine español, necesitado de este género y de otros para subsistir como cultura que fomente el negocio... Y pensar que la ira desatada por una vasca, en un tablao flamenco vestida de faralaes que escucha cómo comparan los apellidos de su pueblo con una enfermedad venérea por las ocurrencias de un monologuista andaluz, sean la pólvora de esta historia romántica, es cuanto menos ocurrente, encantador y gracioso. Gonorrea no es un apellido vasco...Próximamente segunda parte a la vista...
Director: Emilio Martínez Lázaro.
Intérpretes: Dani Rovira, Clara Lago, Carmen Machi, Karra Elejalde, Alfonso Sánchez, Alberto López.
Trailer:
Escena:
B.S.O.:
Reseña escrita por Cristóbal Jiménez
Información complementaria:
1 opiniones :
Lo mejor de esta película, es que somos más que capaces de reírnos de nosotros mismos y eso en este país tan nuestro no hace tanto hubiese sido imposible.
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