Una de
las obras más conocidas de Ingmar Bergman incluída dentro de sus mejores
películas, caracterizada por ser de las más aceptadas entre el público dentro
de su extensa y prolífica obra, ya que Bergman era un trabajador incansable
tanto de cine como de teatro.La película cuenta la historia de Isak Borg (Victor
Sjöström), un hombre de 78 años, viudo, que ha dedicado su vida a la
ciencia de la medicina y que va a recibir un premio honorífico a toda su
carrera en la Universidad de Lund. La noche antes del viaje que debe realizar
para recoger su premio sufre una curiosa pesadilla que le hace cambiar de
opinión. En vez de viajar en avión, como había sido planeado, conducirá su
propio coche durante varias horas para llegar a su destino. Con el inicio de
una voz en off, él mismo se define como particularmente ordenado y algo difícil
para la convivencia. Su ama de llaves, Agda (Jullan Kindahl), es la
primera que le reprocha su caprichosa conducta. Inesperadamente su nuera,
Marianne (Ingrid Thulin), esposa de su único hijo Evald (Gunnar
Fischer) y que llevaba unas semanas viviendo con él, decide acompañarle en
su viaje por carretera. Intercalando situaciones reales, recuerdos de su
infancia y algún que otro sueño se nos irá revelando la vida de este ilustre
hombre, que tras varios reproches iniciales realizados por su ama de llaves y
su nuera, irá ganando progresivamente en humanidad conforme avanza el metraje.
Él mismo realizará su propio viaje interior, por donde circulan sus
miedos, sus pesadillas más complejas y sus principales recuerdos infantiles.
Las situaciones y las personas que se irán sucediendo en la realidad que está
viviendo en su trayecto por carretera, constituirán el punto de partida o
desencadenante de otras escenas oníricas, pertenecientes al mundo de los
recuerdos unas y de los sueños otras.
Progresivamente, irá desgranando y
enlazando elementos planteados en su pesadilla inicial con cuestiones de su
pasado familiar que creía olvidadas. De este modo, analizando su propio pasado,
ése tan escondido que en ocasiones lo atormenta, será capaz de darse cuenta de
su comportamiento, su actitud y los sentimientos que despierta en los demás.
Progresará como persona al avanzar en el entendimiento de sí mismo y de los que
le rodean, especialmente motivado por los problemas de su hijo Evald, principal
representante de la vertiente más existencialista de la historia. Un relato
muy intimista, humano y analista que sin abandonar los principios
existencialistas de Bergman, al menos es de sus obras más esperanzadoras. Esta
vez el maestro de fotografía fue Gunnar Fischer, con un excelente
trabajo en blanco y negro, aunque más tarde sería Sven Nykvist, su gran
amigo y colaborador, el fotógrafo que lo acompañaría en su pequeño equipo, con
el que siempre le gustaba trabajar a Bergman. En el conjunto de actores
también podemos ver a algunos de los habituales de este director, destacando
especialmente la colaboración como protagonista de Victor Sjöström, gran
maestro del cine silente, creador de "La carreta fantasma (1921)"
y figura inspiradora del director. Aunque hubo algunas dificultades atribuídas
a la edad de Victor y a sus hábitos de conducta, su actuación resulta de lo más
creíble y natural, siendo capaz de atravesar diferentes niveles emocionales con
gran sutileza. De hecho estuvo nominado por su papel en los premios BAFTA.
Ésta sería su última aparición en cine. Como curiosidad, Bergman elaboró este
guión después de caer enfermo por agotamiento, stress y ciertos problemas de
estómago una vez estrenado "El séptimo sello (1957)".
Este
guión fue realizado durante los dos meses que duró su ingreso en una clínica de
reposo, en contacto con psiquiatras. Quizás de ahí venga esa clara influencia
por analizar los sueños y los principales miedos de su protagonista. Una cinta
que goza de una gran originalidad y sencillez, que se caracteriza por ser de
las más optimistas otorgando una posibilidad de cambio en vez de un fatal
destino. Sin caer en excesos de dramatismo, la narración es muy descriptiva
utilizando como recursos la voz en off, el flashback, imágenes oníricas y surrealistas,
intercaladas con escenas de sus recuerdos familiares. Y todo ello enmarcado a
su vez por un relato en presente que hoy denominaríamos como "Road
Movie". Un excelente montaje donde las piezas son engarzadas con gran
habilidad sin perder el ritmo, capaz de mantener la atención del espectador con
ciertos elementos de una trama de intriga. Aunque la película se realizó en
1957, no fue nominada hasta 1959, en la categoría "mejor guión
original", siendo la primera vez que la academia reconocía el talento de
este genial cineasta. Aunque aquel año se vendría de vacío, en los dos años
siguientes, Bergman recibió dos Oscar consecutivos en la categoría de mejor
película extranjera con "El manantial de la Doncella (1960)" y
"Como en un espejo (1961)". Luego en
1984 vendría su Oscar por "Fanny y Alexander".
Frase de Ingmar Bergman sobre la película:
“Se me ocurrió así: ¿Podrías hacer una película en la que camines de manera real y que al abrir una puerta vuelvas a tu infancia y que al abrir otra vuelvas a la realidad y luego girar en una esquina de la calle y llegar a otro periodo de tu existencia? Esa era en realidad la idea tras Smultronstället.”.
Director: Ingmar Bergman.
Intérpretes: Victor Sjöström, Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Gunnar Björnstrand, Folke Sundquist, Björn Bjelvenstam, Naima Wifstrand.
Trailer:
Escena:
Reseña escrita por Bárbara Valera Bestard
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