Con un Japón arrastrando las profundas secuelas físicas, psicológicas y sociales ocasionadas tras el terrible bombardeo atómico por parte del ejercito norteamericano sobre Hiroshima y Nagasaki durante La Segunda Guerra Mundial, iba a nacer por aquellas tierras el monstruo más popular y famoso del cine japonés, y porque no decirlo, con permiso de "King Kong", de la historia del séptimo arte, "Godzilla", una especie de "dinosaurio marino" surgido a raíz de los efectos de la radiación nuclear. Desde la fecha de su creación hasta el día de hoy se han llevado a cabo hasta un total de 38 filmes que han narrado las aventuras destructivas de esta singular criatura (entre ellos "Godzilla contraataca (1955)", "King Kong vs. Godzilla (1962)" o "Godzilla vs. Gigan (1972)"), y eso sin contar el pretencioso y flojo remake hollywoodense de Roland Emmerich en la década de los noventa ("Godzilla (1998)"). Cómics, series de animación y videojuegos también han sido otros de los medios donde "Godzilla" ha hecho aparición, sin olvidarnos de los distintos grupos musicales que lo han utilizado como inspiración para sus temas, entre ellos los potentes Sepultura ("Biotech is Godzilla"), los galeses Lost Prophets ("We are Godzilla, we are Japan") o el grupo de rock psicódelico Blue Oyster Cult con "Godzilla". En 2004, Godzilla iba tener con todo merecimiento su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En esta ocasión quiero centrar mi reseña en la que fue su primera incursión cinematográfica "Godzilla (1954)", también conocida con el sobrenombre de "Japón bajo el terror del monstruo", un film rodado a mediados de los años 50 y producida por los estudios Toho (se comenta que el peculiar grito que realiza el monstruo fue sacado de la puerta de entrada de la productora, y es que ésta producía un molesto chirrido al abrirse). Su argumento, muy sencillo por cierto, fue escrito por Takeo Murata basándose en la historia de Shigero Kayama y nos hablaba de la aparición en las costas del Pacifico de una criatura de enormes dimensiones nacida a causas de radiaciones atómicas que, tras ser atacada, iniciaría una devastadora destrucción en la ciudad de Tokio. La cinta en cuestión fue dirigida por Ishirô Honda, un cineasta conocido por colaborar con el célebre Akira Kurosawa ("Los siete samuráis (1954)") y por sus incursiones en el denominado cine "Tokusatsu", referencia que se hacia a las películas y series televisivas de ciencia ficción y terror rodadas en Japón.
El film de Honda, con ciertas referencias al "King Kong (1933)" de Merian Cooper y Ernest Schoedsack, no sólo se le puede considerar como un título orientado al cine de entretenimiento sino también en una película que exponía una concienciada crítica antibélicista sobre el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki y hacia todo lo referente a la creación de armas de destrucción masiva y su uso en malas manos (podemos ver como el doctor Daisuke Serizawar, uno de los personajes del film y creador de un elemento letal (un eliminador de oxigeno) para acabar con Godzilla, dudará en usarlo por miedo a que su experimento sea también utilizado para otros fines bélicos). La obra sería pionera en mostrarnos a un monstruo representado por un hombre disfrazado (por el actor Harvo Nakasima) y donde unas maquetas de gran escala iban a ser construidas para que éste los destruyera, emulando perfectamente distintas partes de Tokio. Destaca el trabajo del director de fotografía Masao Tamai ("Cuando una mujer sube una escalera (1960)"), donde utilizando una fotografía en blanco y negro disimularía los limitados efectos especiales que cuenta la obra, siendo imágenes de tonos oscuros las que más sobresalen en las escenas de los ataques del monstruo. Entre esas escenas y de la más significativas del film, hago mención la de la destrucción de las torres eléctricas. Como curiosidad, se comenta que el disfraz que llevaba el actor Harvo Nakasima pesaba tanto (más de 90 kilos) que tras recorrer unos metros durante sus escenas éste acaba exhausto.
En esta ocasión quiero centrar mi reseña en la que fue su primera incursión cinematográfica "Godzilla (1954)", también conocida con el sobrenombre de "Japón bajo el terror del monstruo", un film rodado a mediados de los años 50 y producida por los estudios Toho (se comenta que el peculiar grito que realiza el monstruo fue sacado de la puerta de entrada de la productora, y es que ésta producía un molesto chirrido al abrirse). Su argumento, muy sencillo por cierto, fue escrito por Takeo Murata basándose en la historia de Shigero Kayama y nos hablaba de la aparición en las costas del Pacifico de una criatura de enormes dimensiones nacida a causas de radiaciones atómicas que, tras ser atacada, iniciaría una devastadora destrucción en la ciudad de Tokio. La cinta en cuestión fue dirigida por Ishirô Honda, un cineasta conocido por colaborar con el célebre Akira Kurosawa ("Los siete samuráis (1954)") y por sus incursiones en el denominado cine "Tokusatsu", referencia que se hacia a las películas y series televisivas de ciencia ficción y terror rodadas en Japón.
El film de Honda, con ciertas referencias al "King Kong (1933)" de Merian Cooper y Ernest Schoedsack, no sólo se le puede considerar como un título orientado al cine de entretenimiento sino también en una película que exponía una concienciada crítica antibélicista sobre el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki y hacia todo lo referente a la creación de armas de destrucción masiva y su uso en malas manos (podemos ver como el doctor Daisuke Serizawar, uno de los personajes del film y creador de un elemento letal (un eliminador de oxigeno) para acabar con Godzilla, dudará en usarlo por miedo a que su experimento sea también utilizado para otros fines bélicos). La obra sería pionera en mostrarnos a un monstruo representado por un hombre disfrazado (por el actor Harvo Nakasima) y donde unas maquetas de gran escala iban a ser construidas para que éste los destruyera, emulando perfectamente distintas partes de Tokio. Destaca el trabajo del director de fotografía Masao Tamai ("Cuando una mujer sube una escalera (1960)"), donde utilizando una fotografía en blanco y negro disimularía los limitados efectos especiales que cuenta la obra, siendo imágenes de tonos oscuros las que más sobresalen en las escenas de los ataques del monstruo. Entre esas escenas y de la más significativas del film, hago mención la de la destrucción de las torres eléctricas. Como curiosidad, se comenta que el disfraz que llevaba el actor Harvo Nakasima pesaba tanto (más de 90 kilos) que tras recorrer unos metros durante sus escenas éste acaba exhausto.
Frase para recordar: "Si siguen experimentando con armas mortíferas puede que aparezca otro Godzilla en algún lugar del mundo".
Director: Ishirô Honda.
Intérpretes: Akira Takarada, Akihiko Hirata, Momoko Kochi, Takashi Shimura, Sachio Sakai.
Trailer:
B.S.O.:
4 opiniones :
Los japoneses tienen una obsesión particular con la robótica, la destrucción masiva y las sociedades distópicas apocalípticas. Todo eso se ha reflejado en sus películas, sus mangas, el anime y cierta cultura popular que se respira en el país.
Godzilla es un bicho digno de la tierra del Sol Naciente, a mi me ha hacer recordar las luchas entre gigantes disfrazados que protagonizaban tantas series míticas y cutres, como "Ultra Man". Cuando volaba se le veían hasta los cables de los que iba sujeto, pero de peque me encantaba.
¡Un saludo!
He visto varias versiones y me gusta la última, aunque la primera de todas tenía su encanto con los efectos especiales, ahora cutres, pero en su época eran buenos.
Tienes mi voto en los Bitácoras
Hola Cuttlas, "Ultra man", un clásico del manga, que aunque sea un poco cutre como bien dices tiene ese algo que nos llena de nostalgia, Un saludo!
Muchas gracias Chary por el voto, un saludo amiga!
Es todo un clásico y lejos de causar horror la verdad es que son buenísimas.
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